SPECTRE 08 [Din Djarin x OC]

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"La Propuesta"

Adhara estaba sentada sobre una de las mesas de trabajo de Peli, colocando un parche de bacta en su empeine. La chica siseó al sentir la repentina frescura contra la caliente herida que se había hecho con su propia navaja.

Había logrado colocarse otro parche más largo en el costado de su abdomen, donde las garras del trandoshan habían causado un corte, en su opinión para nada profesional, superficial.

El niño, a su lado, observó todo el procedimiento con pura e inmutable atención. Parecía como si estuviera supervisando que nada estuviera fuera de lugar, dispuesto a intervenir si veía a Adhara hacer algún movimiento erróneo.

La chica sonrió al mirarlo, apoyando la barbilla sobre su rodilla flexionada. Le tocó la pequeña y verde nariz con su dedo –Hiciste muy bien hoy, bug –el niño tomó el dedo de la chica entre sus garritas y tiró de él hacia sí, de repente todo rastro de seriedad dejando su pequeño rostro.

El ruido de algo arrastrándose llamó la atención de ambos y voltearon hacia esa dirección. Los tres pequeños droides DUM hacían un esfuerzo increíble mientras intentaban subir el último de los cadáveres de los tres trandoshan a un montacargas enganchado a un speeder. La chica rodó los ojos.

Estaba a punto de amanecer en Tatooine y los horrores que el cuarteto había experimentado aquella noche ya sólo se trataban de un recuerdo. Uno que Adhara insistía en reportar a la Nueva República.

La chica relajó sus hombros, aún molesta.

Esta vez, el mandaloriano y Peli se habían aliado en su contra. Decían que comunicar esto a las autoridades sólo lograría que, por un lado, revisaran de arriba abajo el hangar de Peli y, en segundo lugar, que investigaran los antecedentes del mandaloriano y por qué los cazarecompensas estaban tras él.

Significaba exponer al niño.

Y así fue como ganaron la discusión, utilizando al niño como excusa para esconder los cadáveres y simular que nada había ocurrido.

Adhara volteó hacia el pequeño alien que había comenzado a arrastrarse hacia el filo de la mesa cuando este vio al mandaloriano entrar al hangar. La chica se tuvo que apurar a tomarlo en brazos para evitar que saltara y se levantó dispuesta a caminar hacia el recién llegado.

La chica bufó cuando sintió como su hombro, aún resentido por aquella herida ocasionada en su primer día en Tatooine, comenzó a arder ante el peso del niño. De todas formas, siguió caminando hacia el mandaloriano que se dirigía hacia la rampa de la Crest.

El niño balbuceó, llamando la atención del hombre. Él volteó y el visor de su casco los encaró a ambos. Una vez frente a frente, Adhara le extendió al niño a la vez que el pequeño extendía sus manos.