🌌Por favor, nunca te rindas🌌

Corazón encadenado

Pánico.

Eso es lo que mejor define esta horrible experiencia.

Una alarma de muerte que no me permite continuar.

En mi defensa, mientras estuve solo, fui convencido de ayudar a este hombre extraño. Se veía abandonado y enloquecido.

Si lo hubiera conocido hace dos días atrás, fácilmente podría reflejarme en él, pero yo ahora mismo tenía amistades y apoyo ¿Está mal desear lo mismo para otros desafortunados del abandono?

Hice todo cuanto me pidió para hacerlo feliz. Quise replicar lo que Ralsei me enseñó. Mi error fue mantenerlo en secreto a ellos. Pensé torpemente que tal vez no quisieran ayudarme si les contaba mis motivos.

Pero ahora no puedo despertar de esta horrible pesadilla. Tuve que vencerlo o me mataría, o nos mataría a todos. Aún no me saco de la cabeza ese cuerpo inerte, cuando pensaba que todo estaría mejor, y podría perdonarlo.

Grité descontroladamente; ya no podía soportar el miedo profundo agolpándose como un escalofrío en la espalda, haciendo repetir mi eco en las paredes del sótano vacío.

Tras esto, como si se tratara de un regalo inmerecido, pude sentir por primera vez un abrazo sutil pero increíblemente necesario de parte de mi nuevo amigo. Se veía nervioso, podía sentir como se estremecía por el contacto:

-Estas temblando... pero tranquilo, ya pasó. Todo estará bien, ya lo verás. Piensa en algo que te haga feliz, algo suave y bonito... -dijo, mientras me estrechaba torpemente, dejando salir un débil suspiro.

Se sentía cálido y confortable. Experimenté un dejo de nostalgia de mi infancia, cuando mis padres y hermano me abrazaban sin dudarlo, para que recordara cuanto me amaban a pesar de todas mis inseguridades. No quería que acabara, pero rápidamente volvió a su lugar. Mi corazón reemplazó el miedo por esa sensación extraña y ansiosa de nuevo, pero creo que así está bien, me siento mejor. Aunque ahora me siento culpable.

Nos metí a los tres en esto y ni siquiera estoy seguro si hice lo correcto.

Recordé la frase confusa que me brindó mi oponente:

"¿EN SERIO QUIERES TENER EL CORAZÓN ENCADENADO TODA TU VIDA?"

Siempre saboteo mi propia felicidad esperando lo peor. Mi voluntad es confusa y hace mucho tiempo dejé de luchar contra eso, aunque ahora me está desorientando mucho más, por el cúmulo de emociones nuevas alojadas en lo profundo de mi ser.

Veo que el desasosiego en mis acompañantes se convierte en alivio tras mi descargo. ¿Esperaban eso de mí? El miedo es lo que me hace humano ¿no?

Miré a Susie, en búsqueda de consuelo por parte de ella también, mirándola con un débil puchero. Como sé que es espontánea, mejorará mi ánimo lo que sea que se le ocurra:

- ¡Oh, no no no no no! Claro que eso no pasará, amigo. Nada de abrazos por aquí. Solo vámonos. Pero la próxima vez que quieras exponerte a hacer algo estúpido como esto, ¡Avisa primero!

Perfecto. Era todo lo que necesitaba ahora.