Capitulo 3

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Emma había pasado a recogerme en mi casa para poder ir al instituto juntas y así poder hablar y ponernos de acuerdo el día que iríamos de compras

-¿Que tal hoy? O mañana

-Emma sinceramente creo que deberíamos ir un fin de semana

-Pero no quiero ir a estudiar mañana —Protesto

-Si vamos un fin de semana tendremos el tiempo suficiente para estar comprando varias cosas

Pude ver qué sonreía de oreja a oreja

-Tienes razón, así tendremos que tirar toda tu ropa y comprarte nueva

-¡No tiraremos mi ropa!

-¿Por qué no?

-Porque no quiero tirar mi ropa, me gusta la que tengo —dije un poco seria— y la mirada enfrente Emma que vas conduciendo

-Bien, abuela —dijo poniendo los ojos en blanco— y ¿Que hiciste ayer después de que me fui?

-Pues nada, solo regrese a casa junto con Dylan y... —no pude terminar porque Emma interrumpió

-¡Te fuiste junto con Dylan! —dijo muy sorprendida y con una voz chillona— si las demás chicas de nuestro salón llegan a enterarse de esto, te juro que se desmayan

-No es para tanto

-Claro que es para tanto Rei, es el chico más guapo del instituto y tú querida te fuiste con el —dijo muy divertida

-Somos amigos, además el se fue conmigo porque es nuevo en la cuidad y no conoce los lugares

-Si claro niña

Emma estaciono el auto y fuimos directo a nuestro salón donde se encontraba Dylan con una gran sonrisa que se le formó al vernos entrar

-Buenos días —dijo Dylan con una sonrisa

-Buenos días —le respondió Emma con una sonrisita y una mirada coqueta

-Buenos días le —dije mientras me sentaba

-Y ¿que hiciste ayer Dylan? —Le pregunto Emma tratando de sacarle más de alguna información

-Nada en especial —le respondió el

-¡¿En serio?! —le volvió a decir Emma con una voz algo manipuladora

Pobre Dylan no sabía lo que le esperaba si no respondía lo que ella quería saber

-Si —le respondió el

-y ¿Con quién te fuiste ayer a tu casa, como regresaste? ¿te sentías agusto?

Después de que Emma le hiciera esa pregunta Dylan puso los ojos en mi con una sonrisa divertida

-No te preocupes, tuve una buena compañía, muy buena —Le respondió volviendo a poner los ojos en mi

Cuando dijo eso sentí como todo mi cuerpo le daba un cosquilleo y empezaba arder, y en ese momento entro la maestra a salvar el momento

Dylan se estuvo con nosotras todo el tiempo haciendo bromas y sonriendo como solo el sabía hacerlo, una sonrisa dulce que te daban ganas de verla todo el tiempo

Yo puedo acostumbrarme a esa sonrisa

Yo también

Así nos estuvimos entre semana, el fin de semana fuimos al centro comercial con Emma, ella estaba tan emocionada viendo los vestidos y zapatos, yo solo tenía ganas de ir a comer o regresar a mi casa a dormir, Emma me había levantado temprano para salir a comprar

En Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora