Capitulo 11

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¿Que puede ser peor que despertar un martes tan temprano?, Que la primera clase sea álgebra

Odio el álgebra, no es bueno combinar álgebra con las primeras horas del día, era un martirio, sentí como empezaba a cabecear mientras el profesor nos daba animos para seguir con la clase, según el, álgebra es “divertido”....¡¿QUE PARTE DEL ÁLGEBRA ES DIVERTIDO?!, ¿A caso la parte divertida era cuando solo querías agarrar el enorme libro y golpear tu cabeza con el hasta llegar el punto de quedarte inconsciente? ¿O era la parte donde lo agarras y le prendes fuego?, La vida del profesor parecía más divertida que estudiar álgebra, y eso que el profesor ya tenía una edad avanzada y tenía gatos

¡LOS NÚMEROS Y LAS LETRAS NO VAN!, ¡Deberían ser como el agua y el aceite!, En la primaria era más fácil cuando solo tenías que sumar y restar números, ¡Números sin letras!

Podía apostar todo a que el creador del álgebra se reía de mi en el infierno

Necesitaba un descanso urgente, porque si no tenía ese descanso, mi cabeza iba a explotar en cualquier momento y al parecer mis súplicas fueron escuchadas cuando entro la secretaria del director y llamo al profesor, tenían reunión de profesores

¡Aleluya!

Cuando el profesor salió del salón de clases, todos los estudiantes dimos un gran suspiro, varios empezaron a levantarse de sus asientos, yo solo quería dormir, necesitaba urgentemente caer sobre los brazos de Morfeo, pero fue interrumpido por la voz tan agradable de Dylan

–Por tu rostro pareciera que quieres matar a alguien—Bromeo.

–Tengo las ganas de viajar al futuro y evitar el nacimiento de la persona que creo está tortura llamada álgebra

Empezó a reírse y se me fue contagiada

–Si logras hacer ese viaje, espero que tengas éxito

–Por supuesto que lo tendría, si tan solo se pudieran hacer esos viajes—respondí con una sonrisa cansada

Hubo un silencio entre nosotros mientras nos mirábamos fijamente a los ojos, pero nada es para siempre, la rubia interrumpió

–Hace mucho que no salimos, ¿Cuando iremos a ver una película o algo?—pregunto Emma—necesito alejarme un rato del diablillo que está en casa

–¿Que tal este fin de semana?—hablo Dylan

–Por mi está genial—respondió la rubia

Ambos dirigieron sus ojos hacia mi esperando que dijera algo

–Yo pienso dormir todo el fin de semana—termine diciendo

–¡Vamos Rachelle!—exclamó Emma— pareces un oso cuando está hibernando, solo durmiendo

–¡Dormir es bueno para la salud!—proteste

–¡Pero siempre estás durmiendo!— declaro la rubia

Hubo un silencio por ambas partes, hasta que me tope con la mirada de Dylan, me veía como si yo fuera un cachorrito, esos que con tan solo verlos ya los quieres abrazar y estrujar

—Di un gran suspiro—¡Bien!, Saldremos el fin de semana—Respondí

–¡Maravilloso!, Pero hay que llevar a Dayana con nosotros—Pronunció Emma

–¿Desde cuándo se llevan con esa chica?—Pregunto Dylan

–Yo... Desde ayer—le comenté

–Cuando empecé el trabajo con ella—Hablo la rubia

–Entonces si es amiga de ambas, pueden invitarla

Emma se levanta rápidamente y se fue hacia el asiento de la Castaña

En Diciembre Donde viven las historias. Descúbrelo ahora