Capitulo 10

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No había pasado nada nuevo o algo fuera de lo común en el periodo de clases, hasta que llegó el descanso

Emma había invitado a Dayana que pasará el descanso con nosotras, algo que ella no se negó.

Emma y la chica nueva en nuestro grupo se llevaban muy bien, como si se conocieran de años, ambas reían y Dayana no parecía la chica intimidante que siempre solía ser, no voy a negar que me sorprendió mucho

Nos fuimos a sentar en la sombra del árbol donde siempre nos sentamos con Emma, el árbol donde se tenía vista a todo el patio y podíamos apreciar la cancha donde los chicos se la pasaba jugando fútbol, yo me quedé viendo cómo los hombres jugaban mientras Emma y Dayana charlaban sobre cosas que no puse ni un poco de interés, estaba tan concentrada en que equipo metería un gol.

Para ser sincera le iba a los dos equipos, me emocionaba tanto cuando más de alguno de los equipos se acerca a la portería con la pelota, recuerdo haber gritado un “por poquito” y haberme llevado las manos a la cabeza  cuando unos chicos hicieron un centro perfecto, mientras que uno de los chicos le daba un cabezazo a la pelota mandando la  en dirección a la portería dónde el portero del equipo contrario desvió la pelota con la punta de los dedos, parecía una fanática del fútbol, algo que no era, solo sabía unas cosas básicas del juego, pero estaba tan interesante y emocionante que estaba considerando volverme una fanática de cuyo deporte hacia que mi corazón latiera con emoción. Pero al parecer mi grito llamo la atención de las dos chicas que estaban a mi lado que solo se limitaron a reír y la verdad no me importo, el juego estaba muy interesante como para prestarles atención

El juego termino cuando la pelota quedó entre las ramas más altas de un árbol, habían hecho de todo para poder bajar la pelota pero todo esfuerzo fue en vano, los dos equipos quedaron en empate y yo como recién convertida en fanática del fútbol necesitaba el desempate, hasta me imaginé que sacaba una pelota de fútbol y les decía “oigan ¿Necesitan algo como esto?” y que ellos en un coro respondieran “si eres nuestra heroína” y luego de eso ellos me apreciarían, sería conocida como la salvadora de juegos y luego me adorarán como si yo fuera una diosa

Mi imaginación era cosa de otro mundo, hasta se formó una sonrisa en mi rostro con tan solo imaginar que realmente eso pasara, mi imaginación fue interrumpida por las dos chicas que estaban sentadas a la par mía

–¿Y tú qué prefieres Rei?— pregunto Emma

–Lo siento, no preste atención—me excusé

–Prefieres ¿Perros o gatos?—pregunto Dayana

Algo en mi sentía que esa pregunta llevaba algo oculto

–Perros—respondí

—¿Entonces Dylan tiene que ser un perro?—pregunto Emma en forma de burla

Y ahí estaba, lo oculto en la pregunta, era tan obvio, Emma sabía perfectamente que prefiero a los perros antes que los gatos

No es que despreciará a los gatos, son seres hermosos llenos de maldad, y no pueden juzgarme, porque es cierto, los gatos pueden verte que estás limpiando la casa y ellos pasan con sus patas sucias en el lugar que ya habías limpiado y lo peor es que te ven como si te dijeran “Ahora tienes que volver a limpiar esclava”

–¿Entonces Roy tiene que ser un gato?—le pregunté a la rubia que estaba a la par

–¿Quien es Roy?—preguntó la castaña que tenía mechones pintados de morado— Soy nueva en el grupo—se excusó

–Es el chico por el cual Emma tira la baba—respondí la duda de la castaña que tenía unos ojos griscescos

–Pobre del chico—masculló Dayana

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