Under The Oak Tree

Parte 3. Instante

Disclaimers: los nombres de los personajes pertenecen a Rowling, no a mí.

[O]

El instante en que abrió los ojos fue espantoso, un escalofrío se apoderó de todo su cuerpo como si tuviese un presentimiento de que algo malo había pasado en ese lugar una vez que se despertó, no entendía para nada su pronta obsesión con ella, esas ansias de tenerla.

Su mejor amigo lo observó un poco preocupado, aquellos sueños habían estado tomando mucho de él por alguna extraña razón era como si drenaran su energía y sin temor a que lo llamaran loco, valía la pena por ver a esa bonita pelirroja cada vez más, aunque los últimos días había estado corriendo en un extraño bosque, deteniéndose en un enorme roble, el llegar a ese sitio era despertar de inmediato y aunque volviera a dormir sus sueños eran en blanco.

Necesitaba ver de nuevo a esa joven, la buscaba entre la multitud cada que iba a algún sitio, tenía que conocerla, ¿o por qué la insistencia de su subconsciente en mostrarla en sus sueños?

—No sé qué te pasa, pero pareces demasiado agotado—. Musitó su amigo.

—He estado teniendo sueños extraños, algunas veces me es imposible conciliar el sueño otra vez—. Se encogió de hombros mientras daba un buen bocado a su almuerzo.

—Quizás deberías irte temprano e intentar descansar más.

Draco levantó la vista hasta su amigo, aquello era una buena idea, tendría más oportunidades de soñar con ella, más horas eran más posibilidades ¿por qué no se le había ocurrido a él aquello? Quiso golpearse la cabeza contra la mesa, posiblemente aquello también ahorraría su pérdida de tiempo en lo que se quedaba dormido.

La idea llegó en un instante en su mejor momento eureka, una vez estuvo en su apartamento sacó las pastillas para dormir, eso evitaría despertar de la nada en medio de su encuentro con la hermosa pelirroja. Si es que la encontraba.

No se percató del instante en que se quedó dormido, simplemente estaba de pie de nuevo en aquella reja, estaba cerrada así que no pudo entrar esta vez, se dispuso a seguir el muro de piedra, tendría que haber una forma en que pudiese pasar a aquel calabozo subterráneo donde estaba la hermosa pelirroja.

Tenía que encontrarla, tenía que verla, observó sobre su hombro cuando escuchó que las ramas se quebraban bajo el peso de alguien, no podía ser él así que se giró, el camino hacia el roble cada vez lo llamaba con más urgencia, tenía que ir hasta él pero no quería.

Aquel calabozo era el lugar a donde tenía que ir, quería verla, aunque fuera un instante necesitaba verla, saber que estaba bien, todo el día tenía aquella desesperación burbujeando, temiendo que la próxima vez que soñara con aquel sitio, ella no volviera a aparecer nunca, y sus temores se estaban cumpliendo.