Intento acercarme hasta él, pero de repente me siento algo débil para continuar de pie. En un impecable ímpetu, me rodea con sus brazos y me sostiene en ellos.
-Heath… -balbucea. -¿Estás bien? –pregunta a continuación.
-Acabo… -musito. –Acabo de comer –digo por fin.
Sin ni una palabra más, él me recuesta sobre mi cama con mucha delicadeza. Tengo mis ojos cerrados, pero estoy consciente de todo.
-Te esperaré aquí –dice, mientras da unos golpecitos a mis piernas.
Aún no entiendo cómo es posible que haya entrado aquí, a mi casa en mi propia habitación. Tampoco entiendo a que se debe su “visita”. A decir verdad, nuestro último encuentro no fue el mejor.
Estoy segura que no pasaron más de cinco minutos.
Abro mis ojos, pero aún sigo recostada en mi cama.
-¿Cómo entraste? –pregunto, algo asombrada.
Si Max pudo entrar sin que lo vieran, eso quiere decir que cualquier otro vampiro puede hacerlo, y entonces tendremos que hacer unas nuevas reformas en la seguridad de esta casa.
-Heath… conozco esta casa más de lo que te imaginas. Aún recuerdo cuando veníamos a jugar aquí Millie y yo –dice con una sonrisa. –Recuerdo que me obligaban a jugar con ustedes a las muñecas.
Río al acordarme de lo que acaba decirme Max. Sinceramente lo había olvidado por completo. Estoy un poco impresionada de que Max se acordase de ello.
-¿Cómo lo recuerdas? –pregunto con un poco más de confianza.
-No lo sé… Creo que al estar aquí vinieron a mi mente algunos momentos que vivimos de niños…
-¿Y qué más recuerdas? –pregunto, algo emocionada.
Cierra sus ojos y hace una mueca la cual me causa un poco de gracia.
-Oh Dios mío –dice riendo.
-¿De qué te ríes? –pregunto, mientras tomo asiento en mi cama. -¡Dime de qué te acuerdas! –chillo con emoción, tratando de dejar a un lado lo que pasó el día de hoy.
-Recuerdo aquella noche de Halloween que estábamos justamente aquí, en esta habitación Millie tú y yo, y esa noche se nos ocurrió la idea de contar historias de terror…
Comienzo a reír al recordar lo que viene.
-…no recuerdo con exactitud la historia que les había contado, pero ambas estaban muy, muy asustadas, y de repente tu abuelo entró aquí vestido con una horrible máscara y Millie se asustó tanto…
Ambos comenzamos a reír con fuerzas.
-¡Que se hizo pipí encima! –chillo entre risas.
Hacía tiempo que no me acordaba de eso. Desearía que Millie estuviese aquí en estos momentos para recordarlo con nosotros. Ese día, mi abuelo se había sentido demasiado culpable, y por ese motivo Millie fue la que recibió más dulces de los tres, y luego de eso, permaneció con Clarissa el resto de la noche.
-Nos burlamos de ella por semanas –comenta Max, mientras para de reír.
-Era bastante grande para hacerse encima… -agrego entre risas.
-Si mal no recuerdo, tenía alrededor de siete años…
-¡Pues por eso mismo! –chillo con una gran sonrisa.
Sus ojos azules se clavan en mí, y puedo asegurar que su mirada es demasiada profunda.
-Hacía tiempo que no escuchaba tu risa. –su voz se oye dulce.
Dudo unos segundos antes de responderle.
-¿Dónde quedó aquel Max? ¿Dónde está, el viejo Max? …
Él baja su cabeza y suspira.
-A eso vine… –vacila.
Lo miro confusa, pero enseguida continúa su oración.
-Heath, no me he comportado así de mal solo contigo. –acomoda su garganta. –Lo he hecho con Millie, e incluso con mi madre. –su voz se quiebra en la última palabra.
Luego de aquellas fuertes risas, mi habitación se llena de un silencio hueco. Un silencio el cual en estos momentos cuesta volver a llenarlo.
Max exhala con fuerzas y toma asiento a mi lado.
-Nadie entiende lo que siento en estos momentos… -sus ojos comienzan a cristalizarse. -¿Sabes toda la mierda que siento, al ver como mi madre se va muriendo lentamente? Al ver… Al ver la ilusión en los ojos de Millie, esa ilusión de porquería que no va a poder ser.
Baja su cabeza y apoya sus brazos sobre la cama.
-Hoy hablé con el doctor. –apenas puede oírse su voz. –Heath… -susurra y enseguida noto que le cuesta hablar.
-¿Si?... –pregunto con suavidad.
Repentinamente una suave puntada se esparce en mi pecho, y comienza a impedirme respirar con normalidad.
Trago saliva, e intento tranquilizar mi respiración.
Alza su mirada y nuestros ojos vuelven a encontrarse. Enseguida sé que las palabras que están por salir de su boca no son nada buenas.
Como puede toma las fuerzas para continuar hablando, y luego de unos segundos consigue decir con una voz muy débil y apenas entendible:
-No le queda más de dos semanas…
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3| PRESAGIO (Harry Styles)| *Tercera y última parte*
RomanceNovela de Harry Styles♥ ÚLTIMA PARTE DE "SECRETOS" *CONTINUACIÓN DE "MI MUNDO", SE ENCUENTRA EN MI PERFIL* ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIA...