Todos los ojos se clavan en mí.
-No cabe ninguna duda quien está detrás de todo esto. –dice Max, mientras me lanza una extraña mirada.
-Era lo único que nos faltaba. Que se confirme lo que pensábamos –comenta Tyler, mientras se levanta de la cama.
Frunzo el ceño.
-¿Ustedes ya lo sabían? –pregunto, acercándome un poco más a los tres.
-Es más que obvio Heath –comenta Ryan, con su semblante preocupado.
Niego con la cabeza.
Max comienza a hablar sobre el tema, y en ese instante me desconecto.
¿Es más que obvio? ¡Claro que es más que obvio! Ahora caigo en la cuenta de todo. Y es éste, el momento cuando mi mente se calla y deja de escuchar a mí alrededor. Comienza a recordar... rebobina... y rebobina muy lento. Cierro los ojos. En cada parte de mi cabeza comienzan a resonar cada uno de aquellos momentos. Recuerdo la primera. La primera rosa que llegó a mí. Fue para mi cumpleaños, y con un mensaje bastante agobiador. Ésta, era roja, pero no era ese típico rojo que se encuentra en cualquier rosa... Era más bien un rojo sangre, un rojo que me abrumaba, un rojo que provocaba rareza, extrañes. Un rojo que no comprendía. O tal vez, así solo lo veía yo. Sólo yo. Esa rosa, con ese mismo tono de rojo volvió a aparecer, y lo hizo en uno de los momentos más dolorosos de mi vida. La muerte de mi abuelo. Eso fue más que una señal. Una señal la cuál, daba a entender que se trataba de la misma persona. Y ahora, otra vez. Esa maldita rosa roja vuelve a aparecer. ¿Coincidencia? Claro que no. Está más que claro que Mike no va a parar con esto hasta que obtenga lo que desee.
Mi muerte.
Y está mal si cree que lo va a lograr. Está mal, si cree que va a poder contra mí, contra mi familia, contra los míos. Ahora entiendo el extraño comportamiento de Harry. Todo va cayendo lenta y precisamente. Ellos necesitan a Harry de su lado, para poder conmigo. Y aunque cueste aceptar la triste realidad, estoy consciente de que no puedo contar con Harry. Pero también estoy consciente de que él no tiene la culpa. Al estar con una bruja, es obvio que algo habrán hecho con él. Algún hechizo, algún embrujo... algo.
Pero aunque no pueda contar con Harry, ellos no van a poder conmigo.
Nunca van a poder.
Hoy más que nunca, puedo decir que me siento más fuerte que todos ellos. Sean cuantos sean, sean las especies que sean, no van a poder contra mí, ni ellos, ni nadie.
No van a poder.
En mi mente siempre estuvo una perturbadora posibilidad, la cual me parecía sumamente mortal. Bueno, lo es. Es mortal. Cuando era humana, nunca se habría cruzado por mi cabeza matar a alguien. Cada vez que miraba distintos documentales de asesinatos y esas cosas, siempre me preguntaba -¿Cómo es posible de que lo hagan? ¿Cómo es posible que puedan matar a alguien?- Eran preguntas tan extrañas. Me parecía ilógico pensar que una persona podría acabar con la vida de otro. Pero eso forma parte de mi pasado. Forma parte de mi otra vida. De mi anterior vida.
Ahora soy otra persona.
No soy la misma Heather que solía ser cuando era humana.
Claro está que no solamente hablo de lo físico, ya que ahora soy una vampira, eso es un argumento obvio de que ya no soy la misma Heather. Pero ahora no me refiero a eso, sino que me refiero a mis ideas. A mis pensamientos. Mi manera de pensar, dio un giro radical. Mis genuinos pensamientos ya no son los mismos.
He oído más de una vez que los corazones de los vampiros, a la hora de defender su propia vida, y/o la de sus familiares, su corazón se enfría. Se endurece. Muchos vampiros, al igual que otras especies, tampoco tienen piedad. Cuando nos llenamos de ira, de bronca, incluso de odio, nos volvemos ciegos. Nada nos importa. Nada nos para. Es como cuando sentimos sed de hambre, aquellas puntadas en nuestros estómagos que nos notifican que si no comemos moriremos. Ahí también luchamos por nuestras vidas. Luchamos por resistir. Estemos en la situación que sea, un vampiro siempre buscará la manera de alimentarse. Y cuando comemos, cuando bebemos aquella sangre que entra por nuestros colmillos y satisface cada parte de nuestro cuerpo, nos satisface completos, y llega a nuestro éxtasis, comprendemos que no nos importa nada. Y nadie nos puede parar.
Entonces, en este momento me pregunto... ¿Matar a alguien, por quién padezco todos eso sucios y repugnantes sentimientos, me provocará aquel "éxtasis"?
La verdad, no lo sé.
Nunca maté a nadie.
Por ahora.
De repente percibo un chasquido de dedos en mi cara.
-¡Heather, espabila! –chilla Tyler en un susurro.
Pego un pequeño saltito.
-¿Qué? –pregunto, con asombro.
Max arquea una ceja.
-¿Me has escuchado? –pregunta.
Sonrío con simpatía.
Él suspira.
-Lo siento Max. Mis pensamientos son muy fuertes –digo negando con la cabeza.
-Tenemos un plan –interviene Ryan.
-Genial... -digo, y en ese preciso momento se abre la puerta de mi habitación.
Giro a toda velocidad, y al ver su cara de asombro quedo completamente nula.
Estamos en problemas.
Cierra la puerta a sus espaldas, y queda boquiabierta.
-¿Qué significa esto? –pregunta, acercándose a nosotros.
Lo único que consigue decir Max, es:
-¿Qué haces aquí?
No parará de hacer preguntas hasta saber completamente todo.
Así es su hermana. Así es mi mejor amiga, así es Millie.
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3| PRESAGIO (Harry Styles)| *Tercera y última parte*
RomanceNovela de Harry Styles♥ ÚLTIMA PARTE DE "SECRETOS" *CONTINUACIÓN DE "MI MUNDO", SE ENCUENTRA EN MI PERFIL* ✓ TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. ✓ HISTORIA COMPLETAMENTE MÍA. ✓ PROHIBIDA SU COPIA Y/O ADAPTACIÓN. ✓ SI SE DESCUBRE QUE ESTA NOVELA ES PLAGIA...