Capítulo 15

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Mikey tuvo que caminar sólo a unas pocas cuadras antes de llegar al lugar. El paisaje no era como lo imaginaba, ese almacén había sido reemplazado por edificios pintados con grafitis de pandilleros. Las ventanas oscuras, con barrotes de hierro.

Un lento sonido arrastrado se dispersó entre la niebla, y una mujer salió empujando un carrito de basura. Sus ojos eran grandes y negros, con ojeras que se notaban a lo lejos, miraba a Mikey como si él fuera su próxima víctima.

-¿Qué tenemos aquí?-. Preguntó gustosa-. Quizás deberías darme todo lo que tengas muchachito

Mikey al verla sólo sintió repugnancia y corrió hacia ella.

-¿Acaso sabes quién soy yo?. Maldita perra, ¿Dónde hay un almacén por aquí?-. Preguntó agarrándole de la blusa haciendo muecas de molestia

Aquella señora se asustó, ella solo pensaba en quitarle algunas cosas sin pensar que se estaba metiendo con el tipo equivocado.

-Hay uno abandonado a la vuelta de este edificio-. Contesto entre temblores

Al escucharla la soltó y dijo

-Fuiste de gran ayuda, ahora largo-. Simplemente al escucharlo salió corriendo del lugar

De pronto empezó a llover y se quedó viendo al cielo como las gotas caían sobre su rostro

-¿Qué estoy haciendo?-. Se preguntó así mismo cayendo al suelo y agarrándose la cabeza-. Comenzó a llorar

Se quedó ahí, segundos, y segundos que se hacían minutos interminables.

-Takemicchi, ¿Quién es Takemicchi para mi?-. Se preguntó secándose algunas lágrimas-. Debo ir a ayudarte, perdón si demoro

Se levantó apresuradamente y corrió hacia el almacén. Transcurrido unos 10 minutos llegó y escuchó unos gritos que provenían de dentro del almacén.

Vio como Sanzu tenía atado a Takemichi entre sus brazos.

-Dejame en paz, sueltame. No quiero-. Era lo único que podía escuchar, mientras se retorcia de enojo

Corrió y lo derribó de un golpe agarrando a Takemichi y poniéndolo al lado suyo abrazandolo.

-¡¡Mikey!!-. Gritaron simultáneamente Naoto con Chifuyu-. Las cuerdas estaban casi desatadas. Solo necesitaban un poco más de tiempo

Era una noche fría. Estaba de pie, abrazando a Takemichi. Pensaba en irse y dejarlos a su suerte pero, a lo lejos, escuchó la voz de Sanzu.

-Jefe está lloviendo fuertemente, ¿Qué hace aquí?. Yo, solo estaba haciendo lo que usted quería-. Le dijo Sanzu

Mikey solo lo vio y se sintió ansioso por salir y llevárselos sin lastimar a nadie, sin embargo, no pudo evitar sentir el molesto tirón por parte de Sanzu.

-Tienes 10 segundos para decirme el porque te los llevaste sin decirme nada, si no hablas te mataré ahora mismo.

Sanzu sin titubear, empezó a hablar rápidamente por el miedo que sentía, en cualquier momento podría ser disparado o quien sabe matado a golpes.

-Desde que recordó a Takemichi, todo es él. No se fija en mi, siempre estuve con usted, y lo prefiere a él. Debía deshacerme de ellos, tenerlo para mi.

Lo miró, y se quedó en silencio, el rostro de Sanzu estaba pálido era como si su vida dependiera de lo que dijo en ese momento.

-¿Sabes porqué no te he matado hasta ahora?-. Le preguntó con una mirada de molestia

Sanzu movió la cabeza haciendo un gesto de no saber.

-Siempre has sido mi perro más confiable, no es necesario que mueras si cambias de parecer en este momento - ¿Vas a continuar haciéndolo?.  Si querías que te dé atención solo debías pedirlo, no es necesario llegar a este extremo, menos raptar a Takemichi, Naoto, Chifuyu y a los niños. Hablando de ellos no los veo

Quizás en otra Vida (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora