-Mi mejor amigo ha desaparecido con su familia, y me plantea que me tranquilice. Esta usted loca, yo tan solo quiero verlo, necesitar saber si está bien
-Señor tranquilicese, el proceso tarda y tiene que aguardar.
-¿Esperar? No quiero aguardar, Naoto Tachibana es un detective. ¡¿Porqué no realizan algo rápido?!
Chifuyu está tan desesperado que no consigue calmarse, su mejor amigo ha desaparecido y no sabe que hacer.
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-Calma, estoy contigo-. Comentó Kazutora a medida que lo jalaba para abrazarlo. No llores mas, Ichiro además llorará.
¿Qué no lloré?, aquel chico que desaparecio, él no sabe como me siento al pensar que puedo perderlo.
Salí de la estación enojado, nadie quería auxiliar, estoy dispuesto a encontrarlos yo mismo. Sé qué es complicado, sin embargo debo descubrir una solución para hallarlos.
-Antes de comenzar a buscar tan solo debo hallar una niñera para Ichiro.
Puse un anuncio en busca de niñeras, ni una ha sido apta para cuidarlo.
De rápido iba a pie poniendo folletos sobre la desaparición de mis amigos, y además en busca de niñeras una vez que lo vi.
-¿Chifuyu?-. Preguntó al verme
Intenté huir con Ichiro, pero ha sido inútil.
-¿Quién es el niño?
-Mi hijo...
-¿Cómo se llama?
-Ichiro
-¿Es mío?¿Es mi hijo?
-Si, es tuyo. No creas que las cosas van a ser las de antes. No tengo nada contigo-. Dije a medida que lo miraba
-Esa noche ha sido una equivocación, te pido de rodillas que me perdones. No puedo vivir sin ti.
-Lo hubieras pensado previo a acostarte con ella-. Grite tan profundo que Ichiro despertó
-Lo siento, perdoname. Dejame cargarlo
-Tengo que irme, adiós
-Te ayudaré a buscar a Takemichi, lo he podido rememorar hace unos meses.
De manera definitiva no quería volver a estar con él, sin embargo mi prioridad ahora es encontrarlos.
Lo pensé en aquel instante constantemente.
-Esta bien, ayúdame a encontrarlo-. Culminé asumiendo todo por no querer perder a Takemichi
Kazutora al contarle sonrió, sabía que en cualquier instante iba a volver a pasar, por dicha razón no intentó nada.
A partir de aquel instante pase más tiempo con Baji, quien con la excusa de ayudarme se acercaba a Ichiro y a mi.
Por más que buscaramos, no había rastros. Las cámaras de vigilancia, las personas, no había nada.
