数; 𝟎𝟑

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El guapo policía se encontraba preparando todo para poder encontrarse con Kitty Gang. Aunque siendo honesto no sabía que esperar, debía tener cuidado.

No sabia cómo era esa ladronzuelo; podía ser agresivo e intentaría dañarle con intensiones de escapar. Pero por lo poco que había estudiado del perfil, parecía ser que no era agresivo.

Aún así debía estar preparado. Tenía su arma y las esposas, también una pistola taser. Si es que el invitado se comportaba de manera hostil, con eso podría neutralizarlo y el caso estaría resuelto.

Se sentía orgulloso de sus avances... Pero había un solo detalle. No estaba seguro de lo que haría.
Debía pensar muy bien las cosas para afrontar a Kitty Gang.

Sin más preámbulos, tomó todas sus cosas y fue directo a su carro.
Una vez dentro, pensó en los puntos estratégicos y se había dicho a sí mismo que ir temprano a la joyería Deluxe sería más inteligente, ya que como estaba en el centro de la ciudad tenía más lugares para poder emboscarlo.

Tomó su teléfono y llamó a otro compañero de trabajo. Las rondas de tránsito habían comenzado; consistían en patrullar las calles de Seúl para evitar cualquier incidente.

—Hola Marcus —se recargó en el asiento—. Necesito un favor, si lo haces te pagaré 1000 wons.

Milagrosamente su compañero había aceptado.

—Necesito hacer un intercambio —decidió no darle grandes explicaciones—. Quiero hacer tu patrullaje.

No dio mucho detalles; no quería que sus compañeros se enteraran y después de eso colgó. Ya todo estaba listo y preparado.
Arranco sintiéndose eufórico y con un buen presentimiento. Llegó al centro de la ciudad el cual estaba lleno de gente y alegre.

Aparco su coche a unos cuantos metros del establecimiento y se dispuso a esperar.
Apenas eran las 7:30 de la noche. Pero sabía que aquel chico asaltaría una vez que todo estuviera cerrado y no hubiera gente.

Ahora lo único que quedaba era ser paciente y esperar. Esta era su única oportunidad y no podía desperdiciarla.
Al decir verdad las horas estaban pasando muy rápido, no sabía si era por el nerviosismo que tenía porque la gente comenzaba a disiparse.

Se limpió el sudor de las manos y siguió observando hasta que las calles quedaron completamente vacías.
Unos 15 minutos más tarde, todos los locales comenzaron a cerrar, incluida la joyería.
Echó para atrás su asiento para evitar cualquier percance y Kitty Gang no lo viera.

Jamás había visto las calles de Seúl tan apagadas, solo estaba el brillo de la ciudad.
El silencio era casi ensordecedor, no había nada que pudiera distraerlo o pasar desapercibido. Tomo eso como una buena señal, ya que si aquel ladrón aparecía, sería fácil de emboscar.

Estaba atento, al asecho como un león a su presa, pero todo su estado de alerta se fue desapareciendo cuando el tiempo seguía avanzando y no había señales de vida.

Varías veces casi se queda dormido por el gran aburrimiento, pero con la ayuda de su café en un termo pudo mantenerse despierto.
Reviso el reloj de su muñeca y esta marcaba las 2:30 de la mañana. No podía ser peor.

Espero la otra media hora restante, al parecer los rumores que había sacado del bar no habían sido correctos después de todo. Decepcionado, estuvo apunto de arrancar e ir directo a casa, pero las luces de la joyería se encendieron.

Se quedó sin aliento y su cuerpo se paralizó.
Volviendo al mundo real, salió del automóvil y caminó despacio hacia el local. Ya que las ventanas estaban cubiertas con cortinas le sirvió como un buen escondite.

Escucho ruidos a través del vidrio y supuso que no podría ser una coincidencia. Se acercó a la manija de la puerta y efectivamente, se encontraba desbloqueado. Antes de entrar, sacó la pistola teaser y entró en guardia.

Se sentía a mil por hora, incluso su pecho subía y bajaba sin control, miro todo el lugar y estaba intacto. Escucho unos cuantos murmullos y se adentro por un pasillo que conectaba a otra sección de la joyería. Y entonces lo vió.

Era un chico delgado y de mediana estatura, vestía un pantalón ajustado negro a juego con una chaqueta del mismo color con decoraciones rosas; al igual que su cabello.
Sin mencionar que portaba unos roller skaters rosados también.

Estaba recargando en un estante, y como si fuera de lo más normal, escogía pendientes para verse así mismo con ellos a través de un espejo.

—Manos arriba —habló con la pistola hacia el muchacho.

El otro chico se quedó muy quieto y después se levantó para encararlo. Jungkook lo observo bien, su rostro era bastante hipnótico, parpadeo muchas veces y recobró la compostura. Se desconcertó cuando el chico sonrió.

—Creí que esta joyería no tenia vigilante —habló aún sonriendo—. Si prometes no decir nada, puedo ayudar con algo de esto.

Patino hasta el frente del estante y señaló los collares y demás cosas.

—No soy un vigilante —se acercó lentamente—. Soy un policía, estoy aquí para arrestarte Kitty Gang.

El pelirosado lo miro seriamente y luego soltó una risa.

—Date la vuelta y manos contra la espalda —ignoro la sonrisa molesta de aquel muchacho.

El contrario hizo un puchero y después procedió a hacer lo que el oficial Jeon le había dicho. El pelinegro se acercó rápidamente y empujó al pequeño ladrón contra el estante y con gran habilidad sacó las esposas para luego intentar ponérselas.

Una vez que el policía estaba atrás de él, el joven empujó sus caderas contra la entrepierna de Jeon.

—¿No te quieres divertir oficial? —comentó restregándose contra su ingle.

Esto hizo que las esposas cayeran al suelo y desconcentraran a Jungkook.

—Basta...

No pudo terminar la frase, ya que en un abrir y cerrar de ojos, Kitty Gang dio un giro brutalmente rápido encarnado al pelinegro.

—¡Hey! — trato de detenerlo.

Pero una vez cara a cara, el pelirosa tomó las solapas del uniforme de Jungkook y dejándose caer con gran fuerza haciendo un split, se llevó al contrario consigo. Su cara fue a dar contra el estante y eso fue suficiente para dejarlo noqueado.

—Eres lindo oficial... pero algo lento —mencionó sonriendo para así mismo y se levantó para proseguir con lo que había venido a hacer.

歴史; バン!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora