Jimin despertó con las sábanas en vueltas en su cuerpo, se giró y no vio a Jungkook por ningún lado. Suspiró, pensando en lo de anoche, estaba tan avergonzado que ni siquiera pudo hacer otra cosa más que huir.
Se levantó aún con el cabello despeinado y somnoliento, bajo las escaleras en busca del castaño, reviso todo el lugar y no lo encontró. No fue hasta escuchar ruidos provenientes del pequeño gimnasio, camino hasta aquella habitación, se recargó en la puerta al ver a Jungkook en la caminadora; corriendo.
Todo su cuerpo estaba lleno de sudor y se veía más serio de lo normal.
—Buenos días —le saludo nervioso.
Al notar su presencia, comenzó a bajar la intensidad de aquel aparato hasta detenerse.
—Hola —contestó tomando una toalla pequeña para limpiar su sudor.
—No llegaste —se acercó a él con cuidado.
Las cosas estaban muy tensas.
—No me pareció prudente —evitó mirarlo; al mismo tiempo tratando de mantenerse lejos de cuerpo—. Iré a bañarme, apesto.
Pasó de largo, sin decir nada más. Jamás en su vida había estado en esta situación, sabía que Jeon se estaba conteniendo, en los pocos días que estuvieron juntos, se había dado cuenta que era realmente cariñoso, pero ahora todo estaba de cabeza. Camino de vuelta a la habitación, una vez dentro se sentó en la cama, esperando a que saliera.
Escucho la regadera parar y se sintió más nervioso, Jungkook salió con su ropa puesta secándose el cabello y se quedó estático al verlo. Jimin le sonrió, dándole palmadas a la cama, el más alto se acercó.
—Siento mucho lo qué pasó ayer —le acarició el hombro—. Se que te asuste.
Trago el nudo que sentía en su garganta.
—Jimin... ¿Qué te pasó? —la preocupación enmarcaba su rostros.
—Mi historia no tiene un lindo inicio —suspiró—. Mis padres fueron asesinado en un asalto, junto con otras personas, yo estaba en el colegio cuando sucedió; afortunadamente habían atrapado al criminal y justo cuando iban a enjuiciarlo; mágicamente salió libre ya que no habían pruebas contundentes de que él era el asesino.
Como si un martillo hubiera golpeado a Jungkook, lo miro asustado.
—Muchos familiares de las víctimas sufrieron por eso, incluyéndome —sintió como las lágrimas comenzaban a formarse—. Sin más familia que me cuidara, fui enviado a un orfanato... No dure mucho ahí; huí, no quería una nueva familia, quería a mis padres.
Rió amargamente al recordar aquello, él contrario solo permanecía callado.
—Me encontré con una pareja; ellos me entrenaron para realizar las cosas que ya has visto. Donde vivíamos, había un viejo roble; grande y grueso—se encogió de hombros—. Tenía que escalarlo para conseguir más fuerza, pero era pequeño y no muy ágil; así que con el tiempo, las caídas sobre las ramas y raspones, dejaron marca.
Señaló con su pulgar hacia atrás refiriéndose a su espalda.
Jungkook llevó una mano a su cabello, se había quedado sin aliento.
—Me dijeron que si me convertía en su ayudante —hizo comillas con sus dedos—. Íbamos ayudar a la gente que sufrió por el asalto del banco donde perdí a mis padres. Con el tiempo me di cuenta que ellos perdieron a su hijo, en algo parecido al accidente donde ellos murieron.
Jimin se levantó para ir a la ventana, soltando un par de lágrimas.
—Fue muy ingenuo de mi parte creerlo —se limpió la cara—. Y cuando quise irme de ahí; me di cuenta de que no tenía a dónde ir y a pesar de no ser una familia. Lo único que nos unía era nuestro odio hacia las injusticias de esta vida.
—Eso no les daba el derecho... —se quedó callado otra vez, cuando Jimin se acercó.
—Una vez cometí un error en un delito menor —continuó—. Eso hizo que tuvieran que pagar una multa, para no tener que pasar por eso de nuevo.
Vio como el nerviosismo se apoderaba del pelirosa y sus manos temblaban descontroladas.
—Me quemaron las huellas dactilares —extendió sus manos, la punta de sus dedos se veían arrugadas y algo maltratadas, de lejos podía pasar desapercibido—. Ahora son ásperas y feas.
Las alejó suspirando, vio como el rostro del castaño, se contorneaba en un sinfín de muecas.
—Eso fue lo último que toleré y después de irme, aprendí ciertas cosas por mi cuenta y ahora soy el ladrón que ves ahora —trato de bromear—. Como te dije antes, puede que no sea una manera muy convencional de hacerlo, pero me prometí ayudar a la gente que lo necesite.
Se quedó callado un larga rato. Esperando.
—¿Por qué no me lo dijiste antes? —Jeon se acercó a él.
—¿Habría hecho diferencia? —encogió sus hombros.
—¡Por supuesto que si! —estaba muy consternado—. ¡Tal vez hubiera evitado!... No lo sé tocarte o darte algo de espacio. ¡No es algo que se ignora a la ligera!
—¡No lo hice! —expresó algo exaltado—. ¡Solo pensé que no era el momento para decírtelo!
—¡Nunca hay momento adecuado para decir este tipo de cosas! —llevó sus manos a la cadera—. Necesito asimilar esto.
—No hay nada que asimilar —espeto confundido—. Merecía una explicación y esta es la verdad.
—¡Lo sé! —se sentó en la cama al mismo tiempo que tomaba su cabeza.
—¡Entonces por qué estás a la defensiva! —eso sonó más ácido de lo que pretendía.
—¡Porque cree una brecha entre nosotros y tu pasado! —Jimin se quedó paralizado al oír eso—. De haber sabido, no te hubiera tocado.
Camino con rapidez fuera de la habitación, Park lo escucho bajar y salir azotando la puerta.
Sintió un revoltijo en su estómago y las lágrimas correr por sus mejillas, se sentía muy extraño. Algo triste por recordar, molesto por lo que acababa de pasar con Jeon y confundido con lo que debía hacer.
Por primera vez el gran Kitty Gang no sabía que hacer.
Lloro por un largo rato, se dio un baño de agua caliente y después bajo a comer algo. El castaño no volvía, hacia más de 3 horas que se había ido y aún no daba señales de regresar. Salió a la playa para echar un vistazo y poder notar si estaba por ahí, pero no. Sintió ganas de llorar otra vez, así que evitándolo, volvió a la casa.
Se quedó en la sala, el atardecer le daba un toque nostálgico, le gustaría estar con cierta persona ahora, pero qué más podía hacer que sólo esperar.
Sin embargo... ¿Que iba a hacer cuando lo viera?
Esa era la gran incógnita, se quedó pensando, acostado en el sofá, con la luz tenue del sol acompañándole.
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歴史; バン!
Fiksi Penggemar彼らは歴史を楽しんでいます。 Siendo un oficial con algo de experiencia Jungkook se enfrentaría con un ladrón un tanto peculiar. 乂koomin
