RachellLa presentación salió como debía haber salido ¡Excelente! Todos estábamos abordando el avión directo a Liverpool, al fin hogar dulce hogar, aunque soy de origen de nueva Zelanda o eso creó, odio ese país y la ciudad en que crecí, tuve mucho malos sinsabores en aquel lugar
A mis padres los transfirieron a su país favorito Londres y desde hace varios años vivimos acá; nos ha ido mucho mejor, me siento en paz conmigo misma, aunque al principio fue duro... Iniciar nuevamente
En Liverpool, conocí a Frances, y desde mis 8 años somos amigos, no es que sea vieja. Pero es mi único amigo, no podía tener más amigos ya que, el que se acercaba a mi le absorbía su alma de la nada, no entendía por que caían al piso muertos y fríos, la primera vez que me pasó eso fue de lo peor, muy traumático para mi, una niña que a sus plenos 4 años comenzó a vivir tal experiencia fue bastante difícil, cuando a esa edad solo se juega y para jugar, corres, tocas, abrazas y demás... Pero yo no podía hacer eso, todos se alejaron de mí y me tachaban de bruja.
Me tiraban rocas a tal punto de sacarme sangre, pero nadie se acerca a mi
Mi infancia fue de lo peor, hasta que supieron que tenía buena fama por mi carrera artística, y ahora si, nadie se acordaba de lo que le hacían a la pequeña Rachell Jones
Y mis padres... Me hablaron mucho y me protegieron, ellos no creían en nada de esas cosas que me decían, sentía su amor sincero y me abrazaban mucho, así que me mentalicé y me dije siempre, que soy buena chica y que yo no le hago daño a nadie, que soy especial.
Las mismas palabras que me decían mis padres, me las repetía para mí misma, crecí feliz aunque, triste a la vez por que jamás les conté a mis padres, algunos malos momentos que viví en mi primaria, pero no preste atención a ello, solo por evitar malos entendidos o problemas de ese tipo, mis papás mantienen ocupados y no quería preocuparlos por pequeñeces, mejor no hablarle a nadie me sumergí en un silencio ante mis compañeros, querían entablar conversación conmigo pero yo los evitaba, deportes, natación, y otros eventos del colegio los evitaba, hasta que... Apareció entre esas puertas aquel chico de cabellos entre negro y azulado, bastante alocado. Al principio no le presté atención, aunque había algo en el que me daba cierta paz, de la que siempre necesité, él me sonrió y yo le bufé, así fue nuestro primer encuentro hasta que nos volvimos inseparables.
Fue la primera persona en Londres a la que le hablé, todos estaban impactados de nuestra cercanía. Francés me enseñó todo lo que sé, hasta ahora he podido aprender, con este raro poder que me brindó la vida, aquel poder que todavía no comprendo del todo.
Frances, aquel loco afeminado e inmaduro y muy mujeriego, indaga en mi pasado tanto que le conté toda mi historia. Hasta que él me abrazó, fue el primer amigo en sentir su abrazo.
—¿Y no tienes hambre? —me susurro al oído. Yo simplemente asentí, si tenía hambre, mucha hambre y por más que comiera ternera, sushi, o pollo frito, no saciaba mi apetito. Seguía pidiendo más y cada vez más.
Me abrazó con más fuerza, abrí mis ojos y solamente le dije —Cómo es posible que tu...
—Shhh... Somos amigos, y los amigos están para apoyarnos, trata de no tocar a nadie, te llevaré a un lugar donde si podrás comer.
No comprendía lo que me decía. No entendía por qué sus palabra o el motivo de estas, simplemente me deje llevar, yo una niña de 8 años comencé a experimentar nuevas sensaciones, nuevas experiencias, pero éstas no eran feas. Al contrario, me sentía viva más que nunca.
Después de la escuela, Frances me llevó a visitar a unos viejitos muy adorables. En aquella casa, se veía de toda clase de abuelos, hasta que llegamos a la sala de los ancianos que estaban por morir, sus miradas de caídas me pedían a gritos un abrazo.
ESTÁS LEYENDO
La Maldición ©. (+18)
Mystery / ThrillerUn mundo donde la desdicha siempre fue su hogar, la soledad de sus almas los lleva muchas veces a cometer las barbaries más grandes y desagradables que conlleva ha asumir sus vidas infernales. Una vida que ellos no desean vivirla, el hilo del des...