Contigo hasta el final de la línea.

Capítulo IV

La cena fue de lo mejor, Steve tenía muchos meses de no poder cenar junto a su querido amigo Bucky y disfrutó cada segundo que transcurría. Luego de haber cenado, Steve ordenó la cocina y Bucky empezó a ordenar el colchón donde dormían.

-Sabes, deberíamos de hacer una pijamada como las que hacíamos cuando eramos unos niños -dijo Bucky muy emocionado.
-¿No crees que estamos un poco grandes para eso? -Steve soltó una carcajada.
-Claro que no, tenemos que sacar al niño que llevamos dentro.
-Ok, está bien, pero ¿qué haremos? Antes hacíamos la típica guerra de almohadas y contabamos historias de terror y ahora que ya crecimos supongo que no será lo mismo.
-Tienes razón Steve, ya se me ocurrirá algo que hacer.
-Piensa rápido, el tiempo avanza y no se detendrá para que pienses.
-Oye tranquilo, ¿qué te parece si solamente charlamos?
-Está bien, me gustaría escuchar con detalles tu rutina de trabajo.
-Son aburridas pero ya veré si te causan gracia.
-Tú tienes la facilidad de hacer que todo me cause gracia.
-Es por que me gusta hacerte feliz y sacarte una sonrisa de tu hermoso rostro.

Steve sintió un escalofrío que recorrió por todo su cuerpo, quizo no tomarle importancia a las palabras que acaba de pronunciar su mejor amigo pero era imposible, muy en el fondo se sentía algo que no podía explicar. Por otro lado Bucky observó la reacción de Steve y se confundió, en su mente llegaban muchas preguntas como "¿dije algo malo?, ¿lo habré ofendido?" Bucky no pretendía nada, solamente le salió decirle lo que pensaba. Para los ojos de Bucky, su mejor amigo era demasiado hermoso y tierno; odiaba cuando las muchachas lo rechazaban y se burlaban de su apariencia, pero él siempre estaba ahí para defenderlo y nunca dejaba que alguien lo hiciera sentir de menos.

-Ehm.. ¿y no tienes sueño? -dijo Steve tratando de olvidar lo que pasó.
-Un poco, creo que es mejor que descanse, el trabajo me ah quitado las energías.
-Si quieres ve a dormir, yo iré luego ¿te parece? 
-Mm.. ok, buenas noches Stevie.
-Buenas noches Buck. 

Steve se alejo poco a poco y se dirigió a la cocina. Ahí empezo a poner sus ideas en orden sobre lo que sintió hace rato por las palabras que Bucky le dijo, sus sentidos colapsaron y se confundió más de lo que estaba. El chico rubio adoraba a Bucky pero tenía miedo de que quizá ese cariño en realidad fuera algo más... o bueno tenía miedo de admitir que sentía algo más. Dejó de pensar y suspiró mientras caminaba de regreso a la pequeña sala, ahí se encontraba Bucky durmiendo tranquilamente; le provocaba tanta ternura el verlo de esa manera aunque notó que estaba sin sábana rápidamente tomo una y la colocó con delicadeza encima de su amigo. 
Después de haberse quedado observando a Bucky sintió que el sueño entraba a su ser y bostezo para luego acostarse al lado de Bucky con cuidado de no despertarlo; Steve colocó con tímidez su mano alrededor del abdomen de su amigo y luego cerró los ojos para poder dormir plácidamente.

En la madrugada, Bucky empezó a recorrer el cuerpo de Steve con su mano hasta llegar a sus labios, el rubio abrió los ojos rápidamente y cuando menos lo esperaba ya tenía los labios de Bucky cerca de sus labios, al principio no sabía como reaccionar pero luego se relajo y acarició la espalda de Bucky con mucha delicadeza.

-Hey Steve, despierta... -escuchó decir a Bucky, y eso fue lo que le hizo entender que todo había sido producto de su imaginación y pensamientos confusos.