Contigo hasta el final de la línea.

Capítulo III

Llegaron a la casa del amigo de Bucky y tocaron la puerta.
Robert abrió la puerta y se sorprendio de ver a su amigo Bucky frente a él.

-Pero miren quien se dignó en visitarme... nada más y nada menos que el rompe corazones James Barnes.
-Oye no exageres -ríe Bucky- ya sabes que el trabajo consume todo mi tiempo.
-Si lo sé James, y él debe ser el famoso Steve verdad -dijo Robert mirando a Steve.
-¿Cómo supiste?
-Porque es idéntico a las descripciones que hacías de él.

Steve había estado callado en toda la conversación entre Robert y Bucky pero cuando escuchó a Robert decir su nombre, se sorprendió y le dio mucha alegría el saber que Bucky hablaba sobre él con sus amigos.

-Y bien dime, ¿cuál es la razón de tu visita?
-Oh pues te quería pedir un favor.
-Dime y con gusto te ayudo.
-De casualidad no tienes carne que te sobre, prometo que te pagaré lo más pronto posible.
-Claro que tengo, solo esperame aquí y ya te la traigo.

Robert entró a su casa para ir por la carne que necesitaba su amigo y la envolvió en una bolsa plástica para luego llevarla y entregarsela en sus manos.

-Carne fresca, cortesía de tu buen amigo Robert.
-Te lo agradezco mucho, ¿cuánto te voy a deber? -dijo Bucky tomando la bolsa de carne.
-Solamente las gracias, ya sabes que estoy para ayudarte.
-Gracias Robert, eres un gran amigo y prometo visitarte más seguido.
-De nada, acá estaré esperandote -sonríe Robert.

Bucky y Steve se despidieron de Robert y caminaron a su pequeño hogar.

-Ves ya tenemos la carne para nuestra cena -dijo muy alegre Bucky mientras caminaban.
-Me sorprendió mucho que tu amigo supiera mi nombre.
-Ah, es que ya sabes que me gusta presumir que eres mi mejor amigo -Bucky coloca un brazo alrededor del cuello de Steve.
-Y te dijo rompe corazones -ríe Steve.
-Pero es obvio que no soy un rompe corazones, yo no tengo culpa de que se enamoren de mí.
-Eres un presumido, egocéntrico.
-No te enojes Steve, solo era una broma -sonríe Bucky.

En realidad Bucky si era un rompe corazones, todas las muchachas que lo conocían quedaban completamente hechizadas por el encanto que Bucky emanaba en su ser pero Bucky no tenía tiempo como para andar pensando en alguien o en algún noviazgo, él prefería pasar su tiempo libre con Steve. Bucky le tenía un gran cariño a su mejor amigo ya que lo conocía desde que iban al colegio y siempre lo ah defendido de los que lo molestaban solo por ser un chico delgado y enfermizo.
Luego de unos minutos llegaron a su hogar y entraron muy contentos, y Bucky fue a la cocina para preparar la carne.

-Esperame tonto -ríe Steve y va a la cocina para ayudarle a su amigo.
-Voy a poner en práctica todo lo que me has enseñado Chef Rogers.
-Espero que no quemes el departamento.
-Me estás ofendiendo, yo soy el mejor aprendiz que hayas visto.
-Deja de hablar y prepara la carne Buck.
-Ok, hasta te vas a chupar los dedos... te lo aseguro -susurra cerca del oído de Steve.

Steve se estremeció y se alejó un poco para darle espacio a Bucky en la pequeña cocina, encendió el fuego del asador y Bucky colocó la carne encima del asador.

-Sólo esperemos a que no se nos queme -ríe Bucky.
-Tienes que estar pendiente no te vayas a distraer.

Steve y Bucky se pusieron a charlar mientras la carne se asaba. Bucky se acercó para observar como iba la carne y se percató de que ya estaba asada.

-La cena está lista Steve -dijo Bucky sacando y sirviendo la carne.
-Genial, ya moría de hambre.

Steve ordenó la mesa para poder cenar y luego llego Bucky con la comida servida y la colocó en la mesa. Se sentaron a comer y a disfrutar de la carne asada.