Contigo hasta el final de la línea.

Capítulo XX

Ya había pasado exactamente un mes desde que Bucky partió hacia el campo de batalla. Steve logró encontrar una forma para distraer su mente con los pensamientos de tristeza y soledad, esa forma fue un pequeño empleo en un puesto ubicado en el mercado. Trabajaba ocho horas al día. Su vida se había convertido en algo muy monótono. Despertaba, desayunaba, se duchaba y se arreglaba para ir al trabajo, luego regresaba a casa, se quitaba la incómoda ropa y quedaba profundamente dormido pensando en su Bucky. Habían días en los que lloraba desconsoladamente al recordar que su pareja, su mejor amigo y su persona favorita se había marchado. Procuraba escribirle cartas a su Bucky y enviarlas antes de ir a trabajar.

Por otro lado se encontraba Bucky en su tienda de campaña sentado mientras esperaban la hora indicada para ejecutar la misión. Había logrado hacer algunas amistades con sus compañeros y siempre le recordaban a su pequeño Stevie. "No sabes cuanto te extraño" pensó al dejar salir un suspiro pesado. Su compañero llamado Mike le preguntaba acerca de su vida privada. Le contó todo a excepción de su noviazgo con Steve.

Eran las ocho de la mañana cuando llegó el correo, caminó con una sonrisa en su rostro para tomar las cartas que seguramente eran de su hermoso rubio. Una vez hubo tomado las cartas fue a sentarse sobre su incómoda cama y abrió la primera carta.

Para: James Barnes.
De: Steve Rogers.

Querido Bucky:
No sé ni siquiera por dónde empezar debido a la cantidad de historias que debo contarte. Primero que nada espero que estés en buen estado y segundo quiero decirte que te extraño demasiado, es muy difícil despertar sin verte a mi lado o no poder escuchar tu hermosa voz que logra tranquilizarme cuando me siento aturdido, pero a pesar de todo estoy siendo valiente por ti, cada día espero con ansias nuestro reencuentro y así darte todos los besos y caricias que no te he dado en todo este tiempo; lo otro que debo decirte es que he conseguido un empleo, la paga es buena y también me ayuda a distraerme, estoy ahorrando para hacerte una sorpresa muy hermosa. Espero que cumplas la promesa de mantenerte sano y salvo hasta que todo termine ya que sabes muy bien que moriría si algo llegara a pasarte. No olvides que te amo demasiado y eres mi primer pensamiento del día y el último en la noche. Con esto me despido el día de hoy.

Con amor, Steve.

Bucky terminó de leerla mientras pasaba la mano por su cabello como un acto de frustración. Le dolía demasiado haber dejado a su amor pero todo era por su honor. No alcanzó a leer las demás cartas a consecuencia de la entrada del Coronel Stone, él era la cabeza de todas las operaciones de defensa en la milicia. El Coronel mandó a llamar a todos en la base principal. Se le veía una cara que reflejaba furia y eso le dió a entender que nada bueno vendría.

-La misión ha fallado, no entiendo porqué. ¿Acaso no siguieron el plan? ¡Todo estaba sencillo! ¡Solo debían acatar las órdenes tal y como se les dijo! -la voz del Coronel hizo que todos sintieran un escalofrío recorrer por su cuerpo-.
-Señor... si me permite hablar le explicaré lo sucedido -dijo el Capitán Clark-.
-Adelante, necesito escuchar sus excusas.
-Toda la tropa se encontraba en el área asignada pero lamentablemente el Sargento Lewis recibió una bala en la pierna izquierda lo cual le hizo imposible seguir la orden dada.
-¿Porqué no me lo habían notificado? Debo ser el primero en saber lo que sucede. Ahora vayan a revisar los planos y memoricen los puntos clave para el ataque de mañana. Les advierto que no se aceptarán fallos, esto nos ayudará a que las bajas disminuyan y lograr derrotar la base del enemigo. ¿Entendido?
-¡Sí Señor! -dijeron todos al unísono-.

Al haberse retirado el Coronel, cada quién fue a su tienda de campaña correspondiente. Bucky se sentía exhausto y agotado mentalmente. No era nada fácil seguir las técnicas de defensa pero tenía que hacer su mayor esfuerzo para seguir con vida tal y como se lo prometió a su amado Steve. Se recostó en el colchón y vio entrar a su compañero Mike.

-¿Listo para mañana? Se ve que será algo difícil de ejecutar -Mike se recostó en su colchón que quedaba al lado del de Bucky-.
-Siempre estoy listo, debo mantenerme con vida -suspiró mientras cerraba los ojos-.
-Lo sé, yo también debo hacerlo por mi esposa e hijo.
-Dime... ¿no sientes que te falta el aire estando sin ellos?
-La verdad es que sí, lo siento. Es como querer respirar pero sabes que algo te falta para hacerlo.

Bucky volvió a suspirar y abrió los ojos lentamente para alejar los pensamientos malos acerca de su Steve.

-¿Porqué la pregunta? ¿Te sientes igual? -dijo Mike al notar su bajón de ánimo-.
-Yo... sí... extraño a alguien... -la voz de Bucky estaba a punto de quebrarse-.
-Tranquilo, verás que todo se solucionará pronto. Por el momento nuestro deber es cumplir con la Nación y seguir con vida.

Y fue así como ambos cayeron en un sueño profundo pensando en que todo iba a mejorar poco a poco.