Parte 3 Chocomonedas

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Max estaba disfrutando la gran recompensa de las chocomonedas, bueno no fue un trabajo único, fue un trabajo en equipo para ser más exactos fue una venganza en equipo.

Parecía ser una noche normal como cualquier otra hasta que Susie la bruja llegó y usó su magia para obligaros a todos a cargarla como si fuera alguna especie de reina egipcia, fue una hora de haber sido obligados a cargarla y todo para que, para molestar a ese chico elefante?

— quien diría que la magia podía ser tan aterradora — Max se quejaba en su cama — Al menos mañana por fin tendremos una práctica docente—

Era muy temprano y Betsy estaba lista para ayudarnos con nuestras prácticas deportivas, los equipos se habían formado y...se fue el sol sin previo aviso ya era de noche.

— cómo es posible — Max se le quedó mirando a Betsy quien se veía algo molesta.

— Se suspenden las prácticas, tengo que hablar con Susie — Betsy estaba algo molesta.

Más tarde el día parecía continuar de la misma manera y Betsy estaba hablando con Howard ya saben ese monstruo sin condición un cuerno y anteojos a lo lejos mientras los demás campistas organizabamos una acampada de mediodía de noche, algo confuso pero práctico.

Más que acampada era una reunión sobre el por qué Susie era la consejera más gruñona y mala del campamento, Erizo nos había contado el por qué era de noche.

— Esa era toda la razón? — Comentó Max — Esperaría algo más, en serio pero solo por eso —

Parte de la acampada fue mas una sesión de como vengarnos, esa injusticia no se podía quedar así, pero qué podemos hacer contra la bruja más mala y poderosa del lugar.

y justo como en esas películas tan cliché llegó alertando a todos Oscar, montado en unicornio con ese semblante de héroe, lástima que su descenso del caballo no fuera el más elegante.

pero eso se fue de lado muy pronto, pues ahora nuevamente nos sorprendió con un pequeño descubrimiento "insignias" bueno a fin de cuentas este era un campamento de verano (Si el escritor se está riendo de sus malas bromas a las 12:30 de la noche).

Por alguna extraña razón las brujas se someten a las reglas de la isla y si te pones a pensarlo puede ser algo escalofriante.

— Si tenemos que hacerlo — Max estaba emocionada

— La recompensa no es la gran cosa pero al menos se lo podemos restregar en la cara a Susie — Pensó la chica murciélago —

Fuimos descubiertos y saboteados.

A pesar de las buenas intenciones de Betsy, al parecer las decisiones de Susie aún tienen demasiado peso.

— Esto apesta — Max pensó para sí misma

— Al menos la satisfacción de quitarle su postre a Susie valió la pena — Comento Max

— No nos podemos rendir y tengo un plan — Comentó Oscar.

— Y aquí vamos de nuevo — Pensó Max.

Efectivamente el chico habría propuesto hacer el truco de la distracción y el haria de todo claro nosotros seríamos la carnada así que disimulamos jugar en equipos jalando la cuerda y claro las brujas se encargaron que estuviéramos atrapados en este juego durante horas, Susie se aferraba a su cena.

— Espero que Oscar no tarde tanto — Se quejó Max — llevamos demasiado tiempo moviéndonos o siendo jalados por esta cuerda.

— Solo un poco más — Grito Erizo

Y se dio cuenta, Susie destruyó la carnada de un golpe, ahora Oscar no podría lograr su cometido de recolectar muchas insignias.

Tirados en el suelo todos estaban quejosos de estar agotados — Al menos logré mi objetivo de ejercitarme — Max trató de ser positiva.

— CORRAN!!! CORRAN!! — Se escuchó a lo lejos.

Lo impensable — una avalancha — Max se alertó de inmediato, los demás comenzaron a correr — No puede ser el pequeño panda — Max usó todas sus reflejos tenía que salvar al pequeño dormilón.

Oscar trató de detener las rocas, pero eran demasiadas, la avalancha nos mataría a todos, claro hasta que se detuvieron de golpe y la bruja Susie aparece burlándose de Oscar.

— Tienes que estar bromeando — Max aún estaba espantada por el desastre.

La única que nos miraba con algo de preocupación era Betsy, Alice parecía disfrutar nuestro miedo y Susie al fin se salió con la suya — Pobre Oscar se esmeró demasiado — Max sentía algo de pena.

El milagro — Llueven insignias — Max de inmediato volteo a ver a Betsy, si debe ser cosa de ella.

Justicia, todo fue planeado, acaso es un retorcido juego no tenemos idea solo sabemos que ahora Oscar era el concejal y Alice y Susie lo cargaban como si esclavas se trataran.

No se puede negar fue divertido, emocionante y de miedo por ahora solo queda disfrutar de este lugar de locos — Quién diría que se puede nadar en dulces de chocolate — Max disfrutaba del momento cuando noto un pequeño detalle que todo mundo paso por alto o solo ignoro.

Mientras Oscar se regodeaba humillando a Susie y Alice pasó algo de drama.

Erizo salió llorando del lugar, — acaso nadie se dio cuenta — Max no sabía que le había dicho Alexa — Era un momento perfecto — Max estaba molesta.

— No, solo disfruta esta piscina de chocomonedas — Max estaba de malas — No puedo quedarme sin hacer nada.

Max sin dudarlo salió tras Erizo — ¿Dónde estás? — Max no podía encontrarla, hasta que en poco escucho a alguien sollozar, era Erizo quien seguía entre lágrimas en un claro a la mitad del bosque, pero justo antes de intervenir Oscar apareció junto a ella.

No quería espiarlos pero tenía algo pendiente o curiosidad?, al poco después de un par de abrazos y un par de risas ambos amigos se veían nuevamente contentos, solo que algo raro escucho que le comentó Oscar.

— No puede ser otra vez estos mareos Erizo — Y Oscar se tropezó con una rama y se reía de su torpeza.

Erizo fue por su amigo y sin dudar fue ayudarlo.

— Bien no hizo falta meterme en ese lío ese par parece estar bien, Máx fuera — La chica pensó para sí misma.

Hablando de cosas extrañas como la nevada en estos días.

Oscar por algún motivo se le veía algo, ammm torpe se tropezaba con todo, — Acaso las brujas le habían hecho algo en venganza? — Todos se preguntaban y nadie se atrevía a preguntar, fue tan común que hasta elaboramos un cartel contando las veces que Oscar se tropezaba para tratar de ver el lado divertido y claro parece casualidad pero siempre era junto a Erizo, no sin ella, solo junto a ella.

Mientras todos tenían miedo Max tenía curiosidad así que debía llegar al fondo de este misterio, que le pasó a Oscar y esto solo se volvió un motivo más para juntarse seguido con este par su pequeño secreto la dejaba intrigada, además ya hacia falta que pasara algo en esta Isla, todo se sentía muy tranquilo sin tanto caos.

Mi nombre es MaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora