Mi nombre es Max

Parte 24 Esperanza

La isla tenía dos vistas, una en la que todos conocemos, un grupo de campistas jugando, divirtiéndose, explorando o simplemente disfrutando de un almuerzo en la naturaleza.

La otra parte era más un esfuerzo en conjunto, una oportunidad de unirse en un bien común y es que las nuevas generaciones de seres mágicos tuvieran un mejor futuro.

No era secreto de nadie que la magia se había retraído a solo la isla, provocando una desaparición masiva, de seres mágicos, tendrían que pasar muchos años para que poco a poco la magia se filtrara lentamente alrededor del mundo pero que lamentablemente en vez de volver a traer a estos seres que una vez existieron, estas nuevas generaciones estaban débiles, enfermas y vulnerables.

Un conflicto en su cuerpo entre la magia, la carencia de esta solo dio como resultado jóvenes con una esperanza de vida muy limitada, hecho que no pasó mucho tiempo inadvertido y logró que hasta el ser mágico más terco se uniera a la noble causa de salvar a los suyos.

Lamentablemente el proceso para salvarlos llevaba años sin ningún avance significativo, la mayoría sobrevivía, pero solo siendo una fracción de lo que su ser mágico era y con una esperanza de vida muy corta en algunos casos ni llegaban a ni a la pubertad.

Recientemente se dio un verdadero logro, Maxim una joven vampira estaba fuera de peligro y no solo eso, esta era tan saludable como cualquiera de sus congéneres, tan saludable que algunos calculaban que podría vivir más que el promedio, realmente era un logro.

Ahora la joven era un faro de esperanza y más cuando ella tenía conciencia de otra vida, un futuro donde no había más muertes y todos estaban bien.

Susie tenía experiencia con la magia relacionada con el tiempo y sabía de antemano que era una de las magias más peligrosas e inestables de todas; se dice que una vez intento usarla pero nadie sabe qué pasó que nunca volvió hablar del tema.

Así que lo único que podían hacer es averiguar quien o que cambio la linea, y saber que cambio para que las cosas resultaron bien.

Gracias al testimonio de Max se dieron cuenta con facilidad que tratamieno elaboraron y trataron de replicarlo, fallando una y otra y otra vez, solo logrando una versión simplona que solo servia para evitar que los enfermos se deterioran más lentamente,

La poción a elaborar era una mezcla muy potente entre maldiciones, magia muy antigua y cierto sacrificio que solo el ser más desesperado está dispuesto a realizar y rara vez lograr tener exito, Oscar se sometió voluntariamente a este proceso pues la esperanza de curar a su hermana lo motivaba a recibir tanto castigo a su persona.

Fue tanto el daño que recibió que Susie decidió voluntariamente dejar de usar a Oscar, a pesar de sus súplicas de continuar, voluntarios no faltarían para ayudar pero todos sabían que este proceso llevaría años, incluso algunos calculan que todo lo que contó Maxim fue un golpe de mera suerte.

— Oscar, quédate quieto — Erizo lo regañaba mientras desinfectaba algunas heridas y raspones — Susie ya no te dejara participar, te ves demacrado y asi no sirve de nada tu esfuerzo, necesitas estar en las mejores condiciones para volver a intentarlo—

— Pero es dentro de un mes — Oscar se quejo — Solo puedo volver a intentarlo en un mes—

— Oscar, sabes que hay más de 100 voluntarios — Erizo comento de buena gana — y muchos más querían participar pero no había forma de aprovechar la cooperación de todos—

— Si, pero Maxim afirma que viene de mi la solución — Óscar estaba decidido.

Erizo abrazo muy contenta a Oscar — definitivamente el mejor hermano —