Parte 10 Admiradores

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Los últimos días para Max han sido un poco intensos y decepcionantes.

logro descubrir toda una conspiración y al final se vio obligada a mantener el secreto a muy mala gana o al menos no tratar de molestar a Oscar con el tema, pero no hay que ser genio para armar el rompecabezas e incluso Erizo se percató de ello pero deseo mantenerse a raya, tal vez decidió desistir después de haber torturado a su mejor amigo habrá sido la emoción del momento pero hasta la fecha se arrepentía de haber torcido los pezones de ese pobre chico sobre todo porque juro venganza.

A pesar de las amenazas de Oscar Erizo se veía muy confiada, sin miedo a ser atacada a pesar de estar alerta esa susodicha venganza de Oscar nunca sucedió al menos ella nunca se enteró.

En realidad Oscar robó un postre de Max y se sintió tan malvado en ese momento, afortunadamente no se enteró que al rato solo fue por otro al comedor.

conforme los días pasaban se comenzó a dar cuenta de un fenómeno curioso a donde quiera que iba tras ella estaban Erizo y Oscar, en un determinado momento parecía que se había convertido en la mama pato con sus dos pollitos, por un lado estaba Erizo con sus interminables pláticas y por el otro el chico que no conoce la palabra espacio personal, era todo un pegoste.

— Se entiende que sea un campamento y tengamos las mismas actividades pero que me sigan a todas partes — Max pensaba para sí misma, no quería ser mala con los chicos pero el dia que comenzaron a imitar sus posturas y formas de hablar fue esa señal de alarma Max había decidido alejarse un poco y de la mejor manera que ella sabia, subir la intensidad de sus prácticas, al fin y al cabo es para lo que quería venir al campamento.

Después de una ronda de trote a campo traviesa a una buena velocidad Óscar y Erizo terminaron rendidos a la mitad del camino, prometió verlos más tarde en la práctica de Básquet, mientras tanto recorrer el bosque solo terminó atrayendo a una amiga mas del campamento, Alexa quien era casi igual de competitiva le seguía el ritmo con facilidad a Max.

— Es bueno verte, pensaba que la ley de hielo iba a durar un poco más — Max bromeó con su amiga.

Alexa tardó en contestarle, pues apenas podía mantener el ritmo — ya hablamos y reconocemos que nos equivocamos, Oscar nos lo explico todo —

Al parecer Max no sabía que ya tenía un club de admiradores, y cuando ocurrió el incidente de Oscar fue una especie de trauma general nadie tenía el valor de hablarle que en un solo día todo volvería a la normalidad, ayudó demasiado que Oscar y Erizo siempre estuvieran con ella.

Y como toda buena historia todo estaba volviendo a la normalidad o lo que podríamos llamar normalidad en esta isla llena de rarezas y hablando de rarezas.

En su caminata miro a Susie quien estaba esperándola, eso siempre era muy mala señal.

— Que tenemos aquí, la deportista — Susie comenzó a mirar alrededor de ella — Así que veo que te diviertes en el campamento—

— Si, es entretenido — Comentó Max algo nerviosa si dejar de hacer estiramientos.

— Escuche que hiciste pasar un mal rato al bebito de Oscar— Reclamo Susie en tono burlesco — No es algo propio de una dama—

— Fue un... ¿accidente ? — Max sabía que estaba frita pero trato de poner una sonrisa nerviosa en su rostro.

— Si lo correcto sería que se lo compensaras — Comentó Susie mientras decidió sentarse en un tronco de un árbol que estaba cerca — y que te parece si dejas que Oscar te mate —

— ¿que? — Max no sabía que contestar — ¿Matarme? —

— Sería como apuñalarte con una zanahoria — Comentó Susie.

— Bien para que seamos justos tú puedes matarlo unas cuantas veces si quieres — Comento Susie muy tranquila.

— Ok, las brujas están locas — Pensó para sí misma, mientras miraba a Susie con duda.

— No habrá otra forma menos drástica — propuso la chica algo nerviosa, pero al no recibir respuesta de Susie esto la dejo sin mas que rogar por su vida — Mira fue idea de Erizo yo solo me deje llevar por el momento, lo juro no quería apretarle los pezones a Oscar — O si, se sentía fatal ser una cobarde delatora.

— Bromeas eso fue realmente divertido — Susie se reía con ganas — Ese recuerdo se quedara en su memoria y puede que en sus pezones el resto de su vida —

Max estaba más que abochornada por tan vergonzosa travesura que Susie se habia dado cuenta.

— Bien basta de lloriqueos, solo es un juego mágico ya sabes esos que se juegan en la tele que son algo, eso ya te lo explicara Alice — Susie pensó un momento — Tu serás la villana de la historia, te elegí por que te gustara la idea, serás un vampiro o si uno de esos clásicos, no como los de ahora que brillan con el sol —

— ¿En serio? — Max se mostró interesada — ¿Y podré volar?¿ convertirse en neblina? espera, esto ¿dolerá? —

— Para nada solo míralo como una guerra de almohadas — Comentó Susie, pero al ver la cara de duda de Max — Bien, queremos hacer algo por el chico y ya sabes ser el héroe siempre ayuda—

— Y por qué me pides ayuda, digo será el héroe — Comento Max

— Actuación — Recalcó Susie — El villano y el héroes son siempre los que ganan o pierden aquí depende del jugador, sabías que Betsy es casi imbatible en ese juego —

— Así que debo dejarlo ganar, así como así? — Max pensó un poco — y yo que gano? sabes tambien me gusta ganar —

— Porque si lo haces bien... tengo algo especial para ti — Susie le mostró una foto del premio — Se que te gusta el deporte y si tu me ayudas esto te podría encantar, pero si no te interesa tal vez Alex..... —

— Bien, acepto — Max gritó sin pensar —

— Bien mañana el hechizo caerá sobre toda la isla — Susie le entregó un papel — Lee esto es tu rol y disfruta el espectáculo — Desapareciendo en el acto.

Max se dispuso a ver las instrucciones y en pocos minutos se dio cuenta.

— Esto va a ser asombroso — Pensó Max mientras miraba emocionada su rol en el juego.

— Definitivamente esta actuación será magistral — Max declaró en voz alta, rápidamente tapándose la boca y mirando alrededor que nadie la estuviera observando — El premio era demasiado bueno para echarlo a perder — se regañó a si misma.

Al final decidió guardar la hoja y esperar a la privacidad de su cabaña para practicar.

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Ya en la noche.

Max se había encerrado para entender las especificaciones sobre su rol como villano, sus características

En la emoción del momento sin mucho brinco sobre su cama y con un hábil giro tomó la sábana y la uso como capa.

— Quien osa invadir mis dominios — Max hablaba con la voz más grave que podía simular.

Solo aguanto un momento y soltó una carcajada — No puedo esperar para mañana — Exhalo Max emocionada—

— Me pregunto podre morderle el cuello a alguien — Max fue en corto a leer la hoja y no mencionaba nada sobre el tema — Que decepción —

Nadie la veía así que tomo su almohada y simulo — Héroe estas perdido y este será tu fin— Abriendo la boca y de un movimiento salvaje enterró los dientes en la almohada — ammm hmmamm — Dejo de morderla — Mala idea, el discurso debe terminar antes de morderlo — Max se rió ante la ironía.

Nuevamente usando la almohada la azota contra la pared y simuló su golpe de gracia — Oscar ríndete ante mi poder — imaginando que era su amigo no tardó en darse cuenta de como reaccionaria Oscar—

Max arrojó la almohada a la cama — No con esa carita, no Oscar — Max se regañó a sí misma, aún tenía la imagen mental de su sufrir hace poco — Lo dejare como una ultima opción —

Con esto Max sabía que era mejor descansar temprano para estar en óptimas condiciones, mañana nacerá el mejor villano de la isla.

Mi nombre es MaxDonde viven las historias. Descúbrelo ahora