"Decided" |Larry Stylinson M-Preg|

Capítulo 8

Llegué a casa en poco bajándome del auto, no sabía cómo me iría allá dentro. Di un gran respiro antes de abrir la puerta adentrándome en la casa.

Nada, no había rastro de Louis en la sala. “A lo mejor salió”, pensé.

Subí hacia la segunda planta caminando a mi habitación algo nervioso, tenía que alistar mi maleta lo mas rápido posible e ir al aeropuerto si es que no quería perder el vuelo.
Entré a la habitación encontrándome con Louis echado en la cama con su celular en sus manos, no me miró al entrar.

No dije palabra alguna y él tampoco así que me dirigí a mi armario sacando mi maleta de la parte de arriba de este, lo tiré encima de la cama cayendo por casualidad en la piernas de Louis, pero él la pateo haciéndola caer en el piso.

Resoplé furioso.

-¿Qué te pasa?

Posé mi mirada sobre la de él poniendo mis manos a cada lado de mi cintura.

-Cállate Harry, no me provoques más.

El habló entre dientes, pero no me iba a quedarme callado a pesar que este estaba muy enojado.

-¿Provocarte? ¡Tú eres el que para provocando todo, y estoy harto porque no te importa nadie! ¡Eres un maldito egoísta!

Louis se paró de la cama bruscamente acercándose a mi, sabía que esto iba a ser malo pero no baje la cabeza en ningún momento, los dos estábamos muy cerca y con mucha rabia y nada podía calmarnos.

-¡CIERRA LA MALDITA BOCA!

-¡NO LA CERRARÉ LA MALDITA BOCA!

-¡CÁLLATE, JODER!

Él levanto su mano con rapidez para poder abofetearme con el reverso de su mano.

Pero en algún lado de mi subconsciente reaccioné dando un paso hacia atrás de manera rápida esquivando en golpe de él.

Me quede quieto tratando de digerir lo que había pasado, nunca pensé que podríamos llegar a eso, a los golpes.

-Eres una porquería Tomlinson.

Mencioné mirando el piso, no quería verle la cara así que esperé unos segundos para que el se fuera de la habitación y lo hizo.

No quería llorar y no lo hice, solo estaba algo confundido por la reacción de él. ¿Qué hubiera pasado si no daba un paso hacia atrás? No me lo imagino, hubiera sido terrible.

Recogí mi maleta del piso poniéndola nuevamente en la cama, y es donde sentí una gota en mi mano y comencé a romper en llanto. Saqué la ropa que necesitaría de mi armario poniéndola en mi maleta sin dejar de llorar.

Mi vista estaba nublosa por las lágrimas que se salían de mis ojos sin control. ¿Cómo pudo hacerme esto? ¿Es que acaso el ya no me amaba? Y gracias a esa segunda pregunta comenzó a descargarme en lágrimas desconsoladamente.

Acomodé la ropa en la maleta cerrándola y sentándome a lado de esta, secaba mi rostro por las lágrimas pero este se volvía a mojar haciendo que mi esfuerzo por limpiarlo fuera inútil.

Cuando las lágrimas estaban cesando él vino y se arrodilló frente a mí, entonces sentí como un mar llenaba nuevamente mis ojos. Tapé mi rostro con mis manos, no quería verlo, no ahora pero el tenía planeado otra cosa.

Tomo mis manos con las suyas quitándolas de mi rostro, yo giré mi cabeza a un lado sollozando.

-Ya no llores, por favor, me haces sentir peor que una mierda.

-Eres peor que una mierda.

Dije entre sollozos, para él era fácil decir que ya no llore. Noté como se acercaba a mi mientras el entrelazaba nuestros dedos, decidí mirarlo de frente encontrándome con él muy cerca mio.