"Decided" |Larry Stylinson M-Preg|

Capítulo 13

Unas tres cajas de pizza ya vacías estaban sobre la mesa, y alguien no estaba nada contento.

—Soy de esas personas que tienen una memoria inexistente, Harry, pero recuerdo algo sobre que no podías comer queso; y te has comido dos jodidas cajas de pizza ¡Tú solo!

Harry, que conversaba amenamente con Liam, miró de reojo al ojiazul algo apenado, volviendo a su plática con Liam.

—Ahora vuelvo.

Sentenció más para él que para Harry.

Inició una marcha por los largos pasillos del lugar en busca de algo interesante hasta que Harry terminara esa charla tan entretenida que sostenía con el ojimiel. Sabía que se tomarían su tiempo en ponerse al día, y él no estaba nada cómodo en unirse a ellos, no le importaba la vida de Liam, el chico le daba igual, solo quería llevarse a Harry a casa y tener una buena sesión de sexo con él.

Transcurrió al menos una hora, en la que el ojiazul solo daba vueltas por el gran lugar y veía desde lejos al par de chicos sentados en la misma mesa, en la misma posición y con diferentes expresiones cada vez que volvía a pasar por ahí. Estaba cansado, y las bolsas de compra que estaban en su diestra comenzaban a pesar. Les dio una última mirada desde su posición a lo lejos, esperando a que Harry lo viera.

El ojiverde sintió aquella mirada sobre él.

Levantó la vista y se encontró con un par de azules, cansados e irritados. Lo entendió.

Hizo un ademán con su mano en señal de espera, logrando que el ojiazul suspirara.

Louis estaba decidido en ir a tomar al ojiverde del brazo y jalonearlo hasta el estacionamiento, sin importarle que Liam lo viera horrorizado o que todos lo vieran mal, no estaba de humor para esperar a Harry. Pero sus pensamientos se vieron interrumpidos por la molesta vibración y sonido  de su teléfono que se hallaba en su zurda. Dio una rápida mirada al aparato, algo fastidiado.

Zayn M.

Rodó los ojos antes de contestar. "¿Qué mierda quería ahora?" pensó el castaño.

– Te llamaré luego, estoy con Harry.

Habló con rapidez, sin dejarle hablar. Pero una suave voz se escuchó por el auricular.

– Estás con él...

Un pequeño silencio se formó en la línea. Esa, en definitiva, no era la voz de Zayn.

Era Elliot.

– Por eso no contestas mis llamadas...

– ¿Se puede saber que mierda haces con el teléfono de Zayn?

Louis murmuró entre dientes al escuchar la voz del menor. No estaba de humor como para lidiar con él ahora. Elliot cada vez se ponía más insoportable y le reclamaba cada vez que estaba con Harry.

Elliot no entendía que era uno más de los tantos amantes que tenía Louis.

Aunque el ojiazul debía confesar que últimamente solo se había acostado con el menor, pero eso no le daba derecho a nada, tenía que entender cuál era su lugar.

Y su lugar es saciar a Louis cuando le daba la reverenda gana.

– ¿Por qué sigues con él?

Un sollozo se escuchó tras la línea.

– ¡Yo soy mucho mejor que él!

Elliot, que lo más probable ya estaba en un mar de lágrimas, vociferó lo último.