Aғᴛᴇʀɢʟᴏᴡ¹ || Ikaris [The Eternals]

Prólogo

—Pʀᴏ́ʟᴏɢᴏ—

─ Te he llamado aquí para asignarte lo que será una nueva misión, junto con otros 10 eternos. Incluida tu hija – Nezarr comunica hacia su fiel ayudante desde hace más de millones de años Ajak

Ajak asintió, su fortaleza y lealtad eran de admirar, su corazón aunque sabía la verdad no dejaba de ser fiel a su creador, haciendo que todo el universo siguiera su curso como debía ser. Nezarr le comentó todos los rasgos de la misión aunque sólo lo hacía por protocolo, ella sabía exactamente que tenía que hacer.

─ Partiremos lo más pronto que podamos, sabes que estaré a tu disposición siempre

Sin más se retiró dejando a un Nezarr feliz, contento con el grupo que sería liderado por ella, un grupo ejemplar con capacidades extraordinarias. Sus eternos más poderosos, los elegidos para cuidar al Celestial que se encontraba en esa Tierra, los elegidos para acabar con los Desviantes.

...

Reunidos en una sala de Olimpia se encontraban diez eternos, de los más fuertes que existían. Escuchaban con atención a su líder que les comunicaba la misión que se les sería otorgada.

─ Vamos a un planeta que apenas está empezando a evolucionar ─ usando la tecnología de ese mundo mostró al planeta Tierra a los ojos de los demás, eso cautivó la mirada de todos, especialmente a Sersi que tenía una fascinación con ese tipo de cosas, con la naturaleza ─ Como saben la misión podría tardar milenios, no los estoy obligando así que se hará a votación ¿quién quiere ir?

Ante eso todos se miraron entre sí dudando, era su primera misión y aunque estaban emocionados siempre existían algunos riesgos.

Eso no era un problema para dos personas que se sonrieron mutuamente levantando sus manos en señal de aceptación, todo saldría bien. ¿Qué podría pasarles siendo eternos?

─ Sabes que te seguiré hacia donde sea, Ajak ─ Ikaris se posicionó a su lado sacándole una sonrisa a la mayor, era como el hijo que siempre quiso tener

─ No necesitas preguntármelo dos veces mamá, sabes que sí ─ las miradas pasaron a Gold, la hija de Ajak. Esta se sintió agradecida con la guerrera que le tocó como hija

Gold sin inmutarse caminó a lado de Ikaris que le dedicó una sonrisa. Los demás asintieron al ver la respuesta de sus compañeros. Si los dos más poderosos aceptaban era que todo saldría bien o al menos se intentaría, de todas maneras...

¿Qué podría salir mal?