Aғᴛᴇʀɢʟᴏᴡ¹ || Ikaris [The Eternals]

30

—Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 30—

ACTUALIDAD

Gold entró al departamento mientras suspiraba, encontró a todos dormidos en la sala y sonrió. Sabía que tenía que empezar a decirles no solo sobre su posible crisis que se acercaba, sino de los poderes que había "absorbido" por unos segundos después de que el desviante empezará a absorber sus poderes.

Metió su mano en el bolsillo de la sudadera que llevaba reconociendo la cápsula mientras se estremecía, si no lograban hacer nada para detener el celestial no importaría demasiado que perdiera el control, de todas maneras, moriría.

Pero si lo lograban y perdía el control se vería demasiado afectada.

― ¿Gold? ― la voz de Druig la despertó de su trance y alejó rápidamente la mano del bolsillo como si quemara.

― ¿Druig? ¿Qué haces despierto? ― preguntó simulando voz tranquila y tragándose todos los rastros de ansiedad que hace momentos estaba empezando a sentir.

― Lo mismo podría preguntarte a ti.

― Salí a correr, en las noches lo hago demasiado y más cuando estoy estresada. ― respondió como si nada, pues mentira no era.

― ¿Te sientes estresada?

Gold lo observó con cara confundida mientras sentía el vómito verbal recorrer su garganta y supo que diría todo, era el efecto de Druig en ella. ― Sí, por si no lo notaste la existencia humana depende de nosotros, tenemos que acabar con un desviante que tiene la peculiaridad de absorber nuestros dones y dormir a un celestial, ni siquiera he tenido un respiro desde la muerte de mi madre y ahora Gilgamesh está muerto y al parecer estoy teniendo problemas otra vez con mis emociones ligadas a mis poderes, estoy a un paso de volver a ser Wanda...

Cuando dijo su nombre se detuvo, fue como si algo conectara en el rompecabezas de su mente.

Un dolor punzante atravesó su cabeza haciéndole cerrar los ojos.

<<O sí, Wanda Maximoff o cómo me gusta llamarla Scarlet Witch, ¿no, Golden Witch?>> la voz que hace mucho tiempo no la hostigaba apareció por segunda vez en estos días haciéndola hiperventilar.

Druig que la observaba con precaución la tomó de los hombros. ― ¡Hey! ¿estás bien?

Gold lo observó mientras asentía saliendo de ese bucle que se repetía en su cabeza, se sentía extrañamente cansada. ― Sí, solo... tuve un desgaste.

― Mencionaste el nombre de Wanda y te pusiste como loca ― la observó y la mirada que la rubia le dedicó le recordó a la época en dónde todo se vino abajo en su mente. ― Está sucediendo de nuevo ¿verdad?

Gold no supo que decir mientras un dolor volvía a su cabeza, respiró varias veces intentando controlarse, sin saber que del otro lado Wanda Maximoff había encontrado el Darkhold desatando sus poderes sobre ella y sobre la rubia que estaba vinculada a ese libro.