Aғᴛᴇʀɢʟᴏᴡ¹ || Ikaris [The Eternals]

18

—Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 18—

ACTUALIDAD

AUSTRALIA

― Entonces... ― George se sentó de sopetón en la silla negra observando el atardecer que se formaba en la ciudad de Chicago ― ¿Su misión siempre fue destruirnos?

En el otro lado de la llamada Gold suspiró mientras observaba el amanecer mordiéndose los labios, no sabía que decir o qué hacer... toda su vida había sido una mentira, piadosa, pero una mentira a fin al cabo.

― Sí, no... no tengo idea de qué hacer, George, si esto se sale de control morirán en menos de lo esperado ― Gold no soportó esa idea, la idea de perder a alguien más ― Morirías tú ― sintió como la voz se le quebró.

― Bueno, he hecho muchas cosas, moriría feliz al saber que hice todo lo que quise ― George sonrío tristemente hacia el ventanal observando su reflejo, los ojos verdes de alguien joven mientras su cabello rizado caía sin orden alguno por su rostro.

― No dejaré que eso pase, me conoces... tengo que evitar esto ― Gold se observó la mano que tenía libre para ver el pequeño tinte morado que sus poderes tenían, leve, pero ahí estaba recordándole lo que podría pasar si se descontrolaba.

― Lo sé, solo no te presiones e intenta no morir en el intento, por lo visto no eres tan invencible como todos creíamos.

― Lo haré, te quiero.

― Te quiero ― George terminó la llamada mientras suspiraba y se pasaba los dedos entre su cabello en un tic nervioso.

Pero confiaba en sus amigos, harían de todo para evitar el fin del mundo.

Gold cerró el celular y lo guardó en el bolsillo trasero de su pantalón mientras suspiraba, observó la pequeña cabaña y caminó hasta ahí. Todos estaban reunidos para escuchar lo que Sersi había visto, sólo faltaba ella.

Al verla entrar Ikaris se levantó caminando hasta ella y agarrándola de la mano, no la dejaría sola en esto, aunque se estuviera viendo muy doble cara. Gold sonrío triste al ver la expresión de Sprite.

Sersi al verla empezó a explicar todo, desde que se enteró que venían para el surgimiento de un celestial, que fueron creados por Arishem, que los desviantes fueron creados también, que no era su primera vez haciendo esto y que Ajak lo sabía todo.

Al terminar el lugar quedó en silencio mientras Gold se movía incómoda, se había propuesto algo. Salvar a los humanos, todo por las pequeñas personas que conocía, gente como George y su esposa, amigos del trabajo, compañeros y Los Vengadores mundanos.

Cada uno de ellos lo valía.

― Entonces ¿dices que somos robots de lujo? ― Kingo preguntó terminando el silencio mientras Gold suspiraba, esperaba de todo tipo de reacciones, incluso ella seguía asimilándolo ― ¿Y qué nuestros recuerdos del pasado están almacenados en algún lugar del espacio?