El inicio de una bonita historia.

Capítulo 8. No, por favor.

-Maddie, por favor, solo escúchame- Los ojos de Mía se conectaron con los míos y accedí.

-Está bien-

-Gracias, gracias, gracias- Salí del apartamento cerrando la puerta detrás de mí. -Mira, entre Dash y yo no pasó nada, tienes que creerme-

-Te creo-

-Te juro que no pasó na... ¿espera, me crees?-

-Sí, pero no me enfadé contigo por eso-

-¿Entonces por qué te enfadaste?-

-Porque odio que me mientan. Mía, no estoy enfada por el hecho de que estuvieras con Dash, tienes derecho a estar con quien quieras. Me enfadé contigo porque me dijiste que no te ibas a acercar a él y te encontré en su piso. Me mentiste, a la cara- 

-Lo sé, y lo siento. No era mi intención-

-Pero lo hiciste- Susurré.

-¿Qué?-

-Que no querías mentirme, pero lo hiciste- A lo mejor estaba siendo un poco dramática, pero el dramatismo forma parte de mi, es un estilo de vida.

-¡Joder, Maddie. Yo no sabía que iba a pasar eso, yo no sabía quién era hasta que me lo dijo. Y ahí fue cuando me fui de su piso!- Gritó lo cual hizo que me asustase.

No podía  ver con claridad por la lágrimas de rabia que caían de mis ojos.

-Di algo- Mía posó su mano en mi hombro, e inmediatamente vi a mi madre, otra vez.

-Lo siento- Dicho esto entré en mi a apartamento, dando un fuerte portazo.

-¿Maddie, estás bien?- Dash se acercó a mi un poco preocupado.

Yo solo negué con la cabeza y me dejé caer al suelo.

-Ven- Dijo ofreciéndome su mano para levantarme. Yo se la di y me guió hasta mi habitación.

-¿Qué vamos a hacer?-

-Tu solo déjate llevar, confía en mí.- El moreno se acercó al altavoz que tenía ahí y empezó a sonar "Die young" de Kesha, comenzó a bailar, saltar, cantar... -Venga Maddie, baila conmigo.-  El ojiverde seguía saltando, cantando y mirándome directamente a los ojos. 

-I hear your heart beat to the beat of the drums
Oh, what a shame that you came here with someone
So while you're here in my arms,
Let's make the most of the night like we're gonna die young- Cantó, yo no pude resistirme y comencé a bailar con él. -Eso es absurda- La canción seguía sonando y nosotros la cantábamos a centímetros de distancia.

Mi boca rozaba con la suya, sus ojos se conectaron con los míos y no pude aguantarme, lo besé.

Nuestros labios se fundieron en un beso, era cálido, lleno de emociones.

Los besos de Dash, a diferencia de los demás, eran delicados, me besaba como si me fuera a romper.

Nos separamos despacio, juntando nuestras cabezas.

-Te quiero, pesado- Susurré inconscientemente, y me callé al instante avergonzada.

-Yo también te quiero, absurda- Y con eso volvió a unir nuestros labios.

Al separarnos miré la hora y me di cuenta de que era demasiado tarde, y tenía que acabar un trabajo de la universidad.

-Creo que deberías  irte que es tarde-

-¿Me estás echando?- Dijo sarcástico.

-Sí, adiós pesado- Entré en la cocina con la intención de llamar a Mía, se merecía una disculpa por como le grité hace un rato.

Marqué su número en el móvil y le di a llamar, pero colgué al instante al escuchar un ruido en la entrada, y más tarde en mi habitación.

Al entrar en mi habitación para mirar lo que provocó ese ruido escuché una voz.

-Hola, Maddie- 

¿Josh?

-¿Josh, qué haces aquí? El trabajo ya está terminado- Dije confundida.

-No vine por el trabajo-

-¿Entonces que haces aquí?- Seguía demasiado confundida -¿Te olvidaste algo el otro día?-

-No, de hecho vine para divertirme contigo un rato, a no ser que no quieras. En ese caso me voy-

-Puedes quedarte si quieres, pero tengo que hacer cosas- De repente se acercó a mí y me agarró los brazos con sus enormes manos.

-Puedes dejarlas para después- 

-¿Qué haces?- Cuestioné asustada.

-Ya te lo dije, divertirme- En un ágil movimiento me tiró en la cama, tumbándose encima mía.

-No, por favor-

-Shh, tranquila- En ese momento sentía de todo menos tranquilidad. 

Mil cosas pasaron por mi cabeza en ese momento.

Las manos de Josh empezaron a tocarme, me sentí basura en ese momento.

Intenté gritar para que Dash me escuchara, pero fue en vano ya que el moreno me tapó la boca.

-No hagas ruido si quieres que esto sea menos doloroso para ti-

-Josh por favor, no lo hagas- Dije casi en un susurro, ya no me quedaban fuerzas.

Empezó a sacarme la ropa, pero al hacerlo dejó libre mi pierna derecha y le di con todas mis fuerzas.

Cayó al suelo retorciéndose de dolor. Intenté salir corriendo, pero me agarró por el pie y me caí al suelo.

-Tu no te vas a ningún lado- 

***

Nota de autora

Aquí tenéis el capítulo ocho.

Espero que os guste.

Y, aunque solo quede media hora de día, feliz 5 de diciembre. Y sí, este capítulo se lo dedico a nuestro queridísimo Luke Howlland.

Acordaros de leer las advertencias que están delante del prólogo, que son muy importantes. Que no quiero que haya malentendidos ni confusiones.

También quería deciros que subí un vídeo a instagram y a tik tok que tenéis que ver. 

Insta: _.lisalopes._

Tiktok: _lisalopez_

Hasta el próximo capítulo;)