El inicio de una bonita historia.

Capítulo 21. Tonta.

Hace media hora que me desperté. Estaba sentada en la cama leyendo un libro mientras Dash dormía plácidamente a mi lado.

Era sábado, por lo que hoy no tenía clase.

-Buenos días- Al escuchar esa voz ronca giré mi cabeza hacia Dash, tenía un ojo medio abierto y una sonrisa de boca cerrada.

-Hola, pesado- Se levantó lentamente poniéndose la ropa que estaba esparcida por el suelo.

-¿Vamos a desayunar?- Negué con la cabeza -¿Qué pasa?- Preguntó el moreno confuso. Lo miré obvia, y al instante comenzó a reír. -¿No puedes caminar, absurda?- Dijo acercándose a mí.

-¿A ti qué te parece?- Al llegar a la cama se volvió a tumbar apoyando su cabeza en mi barriga. Acarició mi vientre con suavidad.

-¿Te imaginas que haya un mocoso aquí dentro?- En sus ojos podía ver un brillo especial mientras miraba mi vientre. 

-Si te soy sincera nunca fui partidaria de tener hijos-

-¿Y ahora?- Levanto su cabeza haciendo que sus ojos se encontraran con los míos

-¿Ahora que?-

-¿Ahora tendrías hijos?- Pensé bien la respuesta, no lo tenía claro. Es decir, antes tenía claro que no quería hijos, pero ahora ya no estaba tan segura.

-Puede- Contesté finalmente.

-Me tomaré eso como un si- Se levantó y se quedó de pie a mi lado. -¿Quieres que te lleve a la sala para desayunar?-

-Si por favor- Abrí mis brazo y él me levantó.

-Sabes, a veces me recuerdas a un bebé-

-No sé si eso es bueno o malo, pero voy a crees que es bueno- Él solo soltó esa risa ronca tan característica de él.

Al dejarme en el sofá se fue a la cocina a preparar el desayuno, una vez listo se sentó a mi lado y me dio el mío.

-¿Te importa si después salgo con Brad y Jackson?-

-Claro que no, no me tienes que preguntar eso-

-Es que vamos a ir a una fiesta- 

-Vale, no se porque me lo dices. Es tu vida, puedes ir a donde quieras-

-¿Enserio no te molesta?-

-¿Por qué me iba a molestar?-

-No sé, es que no quiero que te enfades, y además no quería dejarte sola.-

-No me voy a enfadar por eso, y Kate va a venir dentro de un rato así que no voy a estar sola- 

Después de eso acabamos de desayunar y Dash se fue con los chicos.

Estaba viendo una película cuando sonó el timbre, fui a abrir y vi a Kate.

-¡Traigo comida!- Dijo mientras alzaba las bolsas que tenía en la mano.

-Ven, deja eso aquí- Una vez pusimos toda la comida en la mesa, comenzamos a comer y a hablar de nada en concreto.

-¿Sabes por qué Mía y yo ya no estamos juntas?- Negué con la cabeza, a pesar de que Mía me contó ayer el motivo, o eso creía. 

-Ella me dijo que no me amaba, que nunca lo hizo- Lo dijo con tanta normalidad que era asombroso.

Siempre envidié eso de Kate, pasaba página muy rápido, lo que para mi era imposible.

Iba a decir algo cuando su móvil sonó.

-Hola...- Una vez colgó me miró un poco preocupada.

-¿Pasa algo?-