El inicio de una bonita historia.

Capítulo 32. ¿No?

-¿Dash?-Pregunté con miedo al ver que llevaba un rato sin decir nada.

Estaba hasta pálido.

¿Y si no lo quiere y me deja?

La tensión que había era notable, ninguno decía nada, y eso me estaba matando.

-Yo...-Intentó decir, pero calló al momento.

-Entiendo si no lo quieres, pero creo que yo si- Dije algo dudosa.

Quizá no estaba lista para tenerlo, mi salud mental no era la mejor, pero no estaba sola, tenía a Kate y seguramente a mis padres también.

Dash seguía mudo, sin articular una sola palabra, tenía la mirada perdida.

-Se que somos muy jóvenes para esto, ser padre no es fácil, lo entiendo, así que ahí tienes la puerta- Esta vez hablé con más firmeza, la cual desapareció rápidamente al ver como el moreno se dirigía hacia la salida.

Sentía una presión en el pecho, esto dolía. Dolía ver como se iba el que creía que era el amor de mi vida y me dejaba sola en esto que era de los dos.

Las lágrimas no tardaron en invadir mis ojos, los cuales cerré con fuerza al sentir la falta de aire.

Caí de rodillas al suelo, y en ese momento acabé de derrumbarme y sentí sus brazos rodearme.

-Lo siento, Mad. Yo no supe reaccionar bien. No es que no quiera tenerlo, solo no me lo esperaba. Joder Maddie perdóname-

-No estoy lista. Ni siquiera se cuidar de mi misma- Solté rápidamente mientras me aferraba a su pecho.

-No se trata de estar lista, no es algo con lo que se nace, se aprende-

-Tengo miedo, Dash-

-Y yo, eso es normal, pero vamos a conseguirlo-

-¿Podemos ver una peli?-

-Claro, vamos- Dijo sujetando mi mano.

Llevábamos un rato en el sofá, mi cabeza estaba sobre sus piernas.

-Dash-

-Mhm-Respondió aún mirando la tele.

-¿Mañana podemos ir a hacerme una prueba?- Apartó la vista de la pantalla hacia mi extrañado.

-¿Mañana?- Asentí- Podemos ir ahora si quieres-

-Dudo que nos atiendan-

-¿Entonces vamos ahora o mañana?-

-Ahora creo- Cedí ante la idea, no aguantaba más con la duda recorriendo mi cabeza.

-Pues no se hable más, vamos- Dijo levantándose .

-¿Pero no hay que llamar primero?-

-Haces muchas preguntas, absurda-

(...)

A la vuelta íbamos dando un paseo camino a casa para tranquilizarnos un poco.

-¿Qué nombres te gustan para el bebé?- Dijo Dash rompiendo el silencio.

-Había pensado en Kenia, significa "montaña luminosa", justo lo que vamos a sentir con ella, una montaña rusa llena de luz. Y si es niño la verdad es que aún no tengo ninguno en mente- Reí.

-Me encanta- Iba a contestar, pero una tercera voz nos interrumpió.

-¿Perdona, pero eres Maddie Ashford ?- Nos dimos la vuelta y vimos una chica de unos dieciséis años, rápidamente solté la mano del moreno que sostenía hace unos segundos atrás.