Capítulo 12. Gracias.

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Me desperté por el sol que entraba por la ventana.

Hice un ademán de levantarme para cerrar las cortinas, pero unos brazos me lo impidieron.

-¿A dónde crees que vas?-

-A cerrar las cortinas, me está dando el sol en los ojos- Dash hizo más fuerza en su agarre.

-No- Subió su mano desde mi cadera hasta mis ojos, tapó mis ojos con la mano y dejó un cálido beso en mi cabeza. -Ahora duérmete, que si no me van a entrar ganas de repetir lo de ayer-

-¿Y que te hace pensar que prefiero dormir?- Quité mi cabeza de su pecho y la apoyé en la almohada quedando frente a él, y comencé a besarlo.

-¡Maddie, Dash, el desayuno ya está listo!-

-Me encantaría quedarme aquí contigo, pero creo que deberíamos vestirnos y bajar si no queremos que mi madre se ponga histérica-

-Creo que tienes razón- Intenté levantarme, pero el ojiverde seguía sin dejarme.

-Aunque podríamos hacerle esperar un poco-

-Más quisieras- Conseguí levantarme, cogí una sudadera de Dash del suelo y un pantalón de chándal gris, me lo puse y sentí unas manos en mi cintura.

-Te queda mejor que a mí- El moreno comenzó a dejar besos por mi cuello.

-Lo sé, a mí todo me queda bien-

-Eso no lo dudo- Siguió dándome besos hasta llegar a mi oreja -Creo que deberíamos ir ya, porque como sigamos así no creo que pueda aguantarme más- Levanté la cabeza mirando sus labios y le di un suave beso.

-Vamos- Comenzamos a caminar, ya casi estábamos llegando al comedor cuando Dash se paró en seco y se acercó a mí.

-Creo que deberías tapar un poco el cuello-

-¿Qué?- Cogí mi móvil y me miré. Tenía un chupetón.

Mierda. Esto me lo vas a pagar, Dash.

-Buenos días chicos- Saludó Gemma.

-Buenos días- Respondí mientras nos sentábamos en la mesa.

-¿Tenéis hambre? Acabo de hacer unas tortitas deliciosas-

-La verdad es que si, me muero por probarlas- Dije mientras me sentaba en la mesa.

Estaba con Gemma ayudándola a recoger la mesa mientras Dash y su padre iban a hacer un recado al supermercado.

-Gracias Maddie-

-¿Por qué?-

-Por aguantar a mi hijo- Nos reímos, pero ella no lo decía de broma. -Sé que puede ser un poco insoportable y terco- No le faltaba razón -pero es un buen chico-

-Lo es, y las gracias tienes que dárselas a él, hizo más por mí que yo por él-

-Te voy a ser sincera Maddie, eres la única chica que Dash trajo a casa y que me cae bien- Me sentí alagada.

-Tú también me caes bien-

-Lo sé- Dicho esto me guiñó un ojo y me dejó sola en la cocina. Yo seguí lavando las pocas tazas que quedaban, cuando unos brazos rodearon mi cintura.

-¿Cómo estás, absurda?- Dijo dejando un beso en mi mejilla.

-Estaba bien hasta que llegaste, pesado- Bromeé.

-Está bien, perdóneme señorita Ashford, ya me voy- Antes de que pudiera moverse le agarré los brazo para que no marchase.

-No-

-¿No?-Soltó en un tono divertido.

-Ahora esperas aquí hasta que acabe.-

-Como tú quieras- Respondió y comenzó a darme besos por todo el cuello y mejillas.

Una vez acabé de lavar las tazas me di la vuelta y dejé un suave beso en sus labios.

-Por cierto, tengo que decirte una cosa, que antes se me olvidó-

-¿El qué?- Intenté sonar neutra, pero estaba demasiado nerviosa como para ocultarlo.

-Que estoy celoso de ti, porque mis padres te quieren más a ti- Bromeó y yo me reí.

-Eres muy tonto- 

-¿Lo soy?- Asentí divertida y me abrazó. -¿Quieres ir a ver una peli?-

-Claro- Sonreí y él me agarró la mano y me guio hasta su habitación.

Al llegar me tumbé en la cama mientras él cogía su portátil, cuando lo encontró se tumbó apoyando su cabeza en mi pecho y comencé a hacerle caricias por todo el pelo.

Llevábamos un rato en silencio viendo la película, hasta de el moreno rompió el silencio.

-Gracias, Maddie-

¿Por qué hoy todo el mundo me da las gracias?

-¿Por qué?-

-Por ayudarme-

-Si eres tú quien me ayuda a mi, yo casi no hago nada por ti-

-Si que lo haces aunque no te des cuenta. Te quiero, absurda-

-Y yo a ti- Respondí un poco confundida y emocionada.

¿Yo lo ayudaba?

¡Yo lo ayudaba!

No tenía muy claro en que ayudaba, a lo mejor era dueño de la mafia, y le estaba ayudando a traficar órganos o algo así, pero fuera lo que fuera iba a apoyarlo. Además si era dueño de la mafia significaba que era rico y a mi me gusta el dinero.

***

Nota de autora.

Espero que os esté gustando el libro.

Y ayer subí las advertencias del libro que están antes del prólogo, leedlas porque son importantes.

Hasta el próximo capítulo;)

El inicio de una bonita historia.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora