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NARRA HINATA

Kageyama se tubo que quedar varios días más en mi casa ya que no estaban sus padres aún, así que los aproveche para darle los apuntes del instituto.

-Contento? Ya podrás ir al instituto.

-Si... Bueno, podré jugar voleibol.

-Si, pero no puedes hacer mucho esfuerzo. No queremos que te empeores o algo.

-Tranquilo, tendré cuidado- me miro mientras caminábamos. Me sonrió. Eso nunca lo hacía. Nunca me sonreía mientras caminábamos.

Hoy en clase pensé varias veces en el, solo quería estar con el, hablar, lo que sea pero con el. Llegó el entrenamiento y entrenamos normal. Esta vez, Kageyama me gritaba, pero no tanto. Todos se dieron cuenta, pero no dijeron nada. Cuando nos ibamos, vi a Suga y a Kageyama hablando fuera, fingí que recogía una pelota para escuchar.

-De que querías hablar?- esa era la voz de Kageyama.

-Le piensas decir que lo que bebiste no era alcohol.

-Ya te lo dije. Quiero que se dé cuenta el.

-Y si no se da cuenta?

-Pues....

-Se lo diré. Se lo dices tú o yo.- Note que Suga estaba como enfadado.

-No veo que aún sea tiempo.

-Kageyama, se nota mucho que le gustas y el a ti. Si no arriesgas no ganas.

-Vale, pero espera un tiempo. Me gustaría prepararme.

-Vale, me alegro por ti.- dijo ya con un tono de voz contento.

Me fui a dejar la pelota antes de que me vieran. Volvimos a casa.

-Y...para que te llamo Suga?-pregunte como si nada.

-Emm...para preguntarme si en algún momento me a dolido la pierna- Sabía que era mentira, pero es una buena excusa.

-Y te dolió en algún momento?-Pregunte un poco preocupado.

-No.. no me a dolido.

Nos quedamos callados el resto del camino. Antes de llegar a casa, alguien rompió el silencio.

-Cuando lleguemos tenemos que hacer el ejercicio 28 de matemáticas no?- pregunte.

-Si, creo.

Siguió el silencio asta llegar a casa. Fuimos a la habitación y hicimos los deberes. Kageyama estaba cansado, se estiró en la cama y se quedó dormido en décimas de segundos.

-Kageyama?- susurre. No reacciono. Me senté a su lado para despertarlo.- Kageyama...despierta...-Dije con tono de voz bajo. En ese momento, después de varios intentos, Kageyama se movió, pero no para levantarse, me cogió del hombro y me tiro a su lado. Cuando me tumbe, Kageyama me abrazo, pasando su brazo por mi cintura. No sabía que hacer. Me puse súper nervioso.- Ka-Kageyama?

-Shhh...cállate- dijo con voz ronca. Me sonroje demasiado. Notaba la respiración en mi pelo, igual que el día del hospital. Pero esta vez era más intenso. Me quede allí. Cogí el brazo de kageyama y lo subí un poco, de manera que acabe abrazándole el brazo.

-Ya estoy en casa!- grito mi madre.

-Kageyama, mi madre a llegado.

-Hazte el dormido- dijo con voz cansada.

-Que!?-escuchaba los pasos de mi madre.

-Que te hagas el dormido- dijo ya con una voz más fuerte. Me tumbe rápidamente y cerré los ojos. Kageyama seguía con su brazo al rededor de mi. Escuche a mi madre abrir la puerta.

Sucesos [Kagehina]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora