Daddy Kink
907 palabras
—papi—Minho suspira al sentir el peso en sus piernas, abre los ojos solo para ver a su bonito novio pelinegro sentado a horcadas sobre él, hay un brillo en sus ojos qué el reconoce así que niega despacio con una sonrisa colandose en sus labios
—oh no Bebé, tengo que terminar el trabajo...
Changbin se muerde los labios, y mueve sus hombritos coquetamente
—luces estresado, papi~
Minho se niega otra vez y se acomoda un poco para tomar su vaso de agua y llevar el liquido a sus labios
—Binnie puede ayudar~
Minho vuelve a suspirar y lleva las manos a la cintura de su chico para apartarlo. Gran error, apenas pone la mano sobre él, siente que no puede apartarla
—¿si?
Minho lo mira esta vez serio. Esta es la razón por la qué prefiere no hacer el trabajo en casa, su novio no es capaz de dejarlo terminar
—bebé, ya te dije que no.
Da su última sentencia y Changbin gruñe como un pequeño gatito, hace coraje y se remueve sobre de él
—malo
Le golpea el pecho y sale de encima de él para irse a encerrar a su habitación. Un poco más cansado Minho continúa, no le falta mucho, debe apurarse y tendrá el fin de semana libre para pasar tiempo con su bebé.
Se toma una píldora para dolor de cabeza y sigue llenando los papeles.
Con un suspiro de alivio, alza los brazos para estirarse, pero pronto siente que algo esta mal.
<<¿Qué hora es?>> piensa, cuando revisa su móvil se da cuenta de que todavía es temprano, las seis de la tarde <<¿qué estarás haciendo, binnie?>>
Deja sus cosas así y se levanta dispuesto a buscar a su bebé, es raro porque no escucha ningún ruido y eso lo pone alerta. No lo encuentra durmiendo ni tomando una ducha, camina sigilosamente a la cocina, y se cruza de brazos mirando al pequeño pelinegro de espadas a él
—¿qué haces?
Su voz en medio de todo el silencio hace brincar al pequeño Seo, lo escucha tartamudear mientras se gira a hacerle frente
—nada.— susurra luego de un rato, escondiendo detrás de él, lo que sea que estaba haciendo
Pero no hace falta ser tonto para darse cuenta, cuando la mitad de la mejilla de changbinnie esta llena de chocolate
—por favor, recoge todo y guarda.
Ordena cruzandose de brazos, escucha los murmullos inconformes pero también ve como todo empieza a ser limpiado.
Se da cuenta del otro pequeño detalle luego, cuando changbin menea las caderas con sutileza
—¿sigues enfadado por lo de la mañana?
Susurra mirando como la barbilla de su bebé se mantiene en alto, una de las cosas que más ama de binnie es la manera en como se enoja, a diferencia de otros chicos que se la pasan llorando por no cumplirles sus caprichos, Seo es una masita sensual cuando esta molesto
Se le antoja de lo más adorable como menea las caderas y camina casi de puntitas, talvez intentando parecer más alto
Changbinnie no responde, cruza a su lado y él sabe que tiene el derecho de seguirle. Luego de verle gatear sobre la cama se humedece los labios y camina dispuesto a platicar con él
—bebé, sabes que mi trabajo es muy importante si no lo hago no podre comprarte esa bonita ropa que pides
Pero su novio le está ignorando. Tallandose el tabique suspira, y sin quererlo su vista recorre el bonito cuerpo
—si quieres que te perdone vas a tener que hacer algo por Binnie —Seo se acaricia la pierna con un pucherito en los labios —porque has sido un papi malo.—
—¿Qué quieres entonces, bebé? ¿Quieres ir a cenar fuera?
Minho no es capaz a de apartar la vista de la mueca preciosa qué le regala el pelinegro
—quiero ser la cena de papi~
Pov Minho
—papi~
Mi bebé gimotea apresando las sábanas entre sus deditos cortos, sus largas pestañas batallan en cerrarse, mientras fácilmente abro sus piernas.
Sacó la lengua y la paso sobre su entrada, a él le encanta porque se contrae gimiendo más alto. Marco, beso y muerdo sus muslitos antes de volver a hundir la lengua dentro de él, lo hago hasta que lo tengo hecho un desastre, babeando y gimiendo
—oh papi
Se mete los deditos a la boca, desesperado, se como ponerle al borde de su límite y eso me llena de orgullo
— Mgh~
Apartando un poco sus nalgas guío la cabeza de mi polla a él, acaricio sobre su sensibilidad y casi puedo sentir la gloria. Él esta achocandome el culo ansiando la penetración, más con una sonrisa me hago hacia atrás. Se que estoy siendo cruel pero lo que más me gusta es cuando lo pide...
—papi por fav-vor
Tartamudea, con sus ojitos llorosos y las mejillas ardiendo en vergüenza.
—¿y el castigo qué ibas a darme?
Susurre junto a sus labios, haciéndolo lloriquear obsenamente
—Minho~
Se sobresalta cuando mi palma choca en su muslo como reprenda, él jadea y se muerde la boca buscando mi mirada
—castigo para papi.
Dice luego de unos segundos, con los ojos brillando en una especie de maldad y menea las caderas, dándome una de las deliciosas fricciones
Cuando intento separar su entrada para hundirme el me empuja del pecho, haciéndome retroceder—suficiente, quiero tu dedos.
Sisea con voz determinada, yo lo miro asombrado, más no pudo negarme a sus peticiones porque se lo he prometido así que mis dedos se encargan de él y mi pene se jode.