Tell Me NO ||JimSu||

20

Otro día tedioso en la vida de Yoongi, o al menos él lo consideraba de ese modo, la mañana había caído tan rápido que ni siquiera creyó que había dormido lo suficiente para mantenerse con un mejor humor, pero tampoco era como si le gustase estar de buen humor, la semana todavía no acababa, y él ya quería que fuera fin de semana para poder disfrutar un poco de soledad en su casa sin ver ni saber de nadie más, pero por supuesto no todo podía ser posible y mucho menos ahora.

Llego a su casillero, acerco sus manos hacia el pequeño candado que se encontraba allí, coloco la combinación de números y en cuanto el candado se abrió, no dudo en abrir la puerta para poder tener acceso a sus respectivas cosas, miro dentro, encontrándose con los pocos libros que había dejado dentro, no dudo en tomar los que serían para las dos clases que tenía a las primeras horas, soltó un resoplido, en cuanto guardo saco los libros, una voz lo hizo rodar los ojos.

—Buenos días, gatito —aquel saludo, lleno de felicidad lo hizo sentir que su día no podía comenzar de la peor manera, se giro con pereza sobre sus talones, mirando a Park Jimin quien se disponía a recargar su peso sobre uno de los casilleros que se encontraban del lado derecho, y allí estaba esa tonta sonrisa ladina—, ¡vaya! ¿En dónde fue el funeral?

—Cierra la boca —dijo Yoongi para después dejar de verlo y continuar con sus cosas.

—¿Ni un buenos días para mí? —Yoongi soltó un resoplido, volvió a mirar a Jimin.

—Buenos días, señor de los tontos, ¿durmió bien? —hablo Yoongi dándole un pequeño toque burlón a su voz, en cambio Jimin no pudo evitar sonreír ante las palabras de Yoongi.

No quería admitirlo, pero en verdad Yoongi se trataba de un chico sumamente divertido, Jimin puede reconocer que alguien es agradable a la primera, y Yoongi es agradable, algo agresivo, lleno de una furia contenida contra él, pero muy agradable, debía admitir que, si no tuviera la intensión de hacerlo sufrir, serían amigos, grandes amigos.

—Gatito —dijo Jimin—, a veces puedes ser muy simpático —llevo su mano hacia el rostro de Yoongi, y apretó la nariz de este levemente haciendo que frunciera el ceño y sacudiera la cabeza de un lado a otro para hacer que lo soltase.

—¡Oye! —exclamo Yoongi molesto—. ¿Qué crees que haces, tonto?

—Lindo, lindo gatito —canturreo Jimin antes de dejar de recargarse, rodeo a Yoongi para alejarse—, nos vemos luego, gatito —dijo Jimin en voz alta haciendo que los demás presentes en el pasillo pusieran atención en Yoongi.

Los murmullos no tardaron en escucharse, pero Yoongi no quiso prestar su atención a lo que los demás decían, seguramente estaban haciendo teorías tontas y totalmente absurdas sobre él y Jimin, así que era mejor no prestarles atención.

—¿Qué fue todo eso? —Yoongi miro detrás suyo, encontrándose a Namjoon, quien tenía el ceño levemente fruncido mientras miraba en la dirección que Jimin se había ido—. Eso fue...

—Raro, lo sé —resoplo Yoongi, Namjoon lo miro—, ¿qué?

—Bueno, no entiendo, primero dices que Park Jimin es el chico más detestable en la faz del planeta, luego defiendes a Kuyng de lo que le hizo y sigues diciendo que lo odias, y te haces de un plan para humillarlo, pero ahora... —sonrió levemente—, ¿ustedes son amigos?

—Kim Namjoon —dijo Yoongi entre dientes—, yo jamás sería amigo de un pedazo de mierda como él.

—Pues para decir esas cosas, no vi que hicieras algo para detenerlo de hacerte esto —acerco su mano hacia el rostro de Yoongi para repetir las acciones de Jimin, pero esta vez Yoongi aparto la mano de Namjoon de un manotazo.

—No se te ocurra tocarme —dijo Yoongi con fastidio.

—¿Ahora ves a lo que me refiero? —Yoongi rodo los ojos—. Estás bajando la guardia.

—No estoy bajando la guardia.

—Sí, lo estás haciendo —comento Namjoon—, escucha, no sé que te dijo o que hizo para agradarte.

—No, te equivocas —Yoongi soltó un resoplido—, él no me agrada, sólo tuve un pequeño descuido, eso es todo, no estoy bajando la guardia ni nada por el estilo, ¿comprendes?

—Lo que tu digas, gatito —dijo Namjoon, recalcando con especial tono burlón el apodo que Jimin le había puesto a Yoongi.

—¡Basta! —Yoongi estaba fastidiado, y Namjoon no le ayudaba para nada, su amigo se estaba burlando de él, pero era de esperarse.

Yoongi jamás dejaba que alguien ajeno a su familia tuviera contacto físico con él, era raro cuando dejaba que lo tocasen, pero siempre había limites, detestaba que lo abrazaran, odiaba que alguien quisiera tocar su rostro o su cabello, aunque ahora que Yoongi lo meditaba un poco, había dejado que Park Jimin invadiera todo su espacio personal, debía ponerle limites, porque no dejaría que lo volviera a tocar de ninguna forma, pero ya lo arreglaría, además no es como si estuviera en sus planes seguir conviviendo con ese tonto, eso era lo que menos quería hacer.

—Yoongi —el mencionado miro a su amigo—, por cierto, lamento lo que paso con Jungkook.

—Jeon es un idiota —Yoongi elevo los hombros restándole importancia a lo que paso—, no me interesa más.

—Entonces, ¿sin sentimientos hacia él?

—Sí, sin sentimientos —Namjoon no estaba seguro de lo que Yoongi decía—, es igual de idiota que Jimin, debí suponerlo desde un principio.

—¿Estás seguro de que estarás bien? —Yoongi elevo una ceja al escucharlo—. Es que, desde ese día, pareces triste.

Sí, estaba triste, muy triste, Yoongi siempre había creído que Jungkook era una persona totalmente distinta a sus tontos amigos, pero por supuesto se había equivocado, el rechazo que había recibido había sido doloroso, no quería admitirlo, pero le había dolido demasiado, pero no se desmoronaría por completo por alguien como él, Yoongi siempre ha sido alguien fuerte, de un carácter duro y que no se dejaba llevar mucho por sus emociones, sabía controlarse, aunque a veces era imposible, como ahora que se sentía triste y aunque quisiera aparentar estar más indiferente que deprimido, la realidad era que todo en él tenía escrita la palabra "tristeza" era inevitable.

—Hay que ir a clases —dijo Yoongi, Namjoon dio un asentimiento, sabe que su amigo esta deprimido por lo que paso, pero no lo admitirá ni, aunque le hagan un interrogatorio de una semana.