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Confusión, es la palabra perfecta que define sus pensamientos en estos momentos, porque Park Jimin le genera confusión y es lo que lo tiene mal, porque definitivamente no lo comprende, no entiende lo que le pasa y le asusta. Yoongi permanecía recostado en su cama sintiendo el leve frescor de la tarde, apenas hace un par de horas la lluvia había dejado su rastro por toda la ciudad, dejando el suelo cubierto por charcos de diversos tamaños mientras que el viento ayudaba a los arboles a sacudir sus hojas de los restos de agua que quedaban encima de ellos, Yoongi no quería salir de casa, desde que terminaron los exámenes había tratado de evitar mirar a Jimin.

Pero parecía imposible. Puede que Yoongi tratará de evitarlo, pero no podía, porque sin querer algunas cosas le recordaban a Jimin. Cuando fue al supermercado junto a su madre para ayudarla con la lista de compras, no pudo evitar sentirse raro al mirar aquellos yogures con vitaminas de sabor jengibre y fresa, su corazón casi sale por su garganta, y el recuerdo de Jimin dándole uno de esos para que se cuidará hizo que sus mejillas se enrojecieran levemente, no sabe ni siquiera por cuanto tiempo se había quedado mirando aquellos yogures, pero su madre le dijo que podía tomar los que quisiera, pero no lo hizo, porque si lo hacía se acordaría de él y lo que en verdad quería era evitar pensar en él.

Cuando regresaron a casa, su madre le había dado un poco de dinero para que fuera a comprar algo de comer afuera, pues ella tenía que atender unos asuntos importantes con una de las vecinas, pues de nueva cuenta su perro había ido a dejar sus 'gracias' a su jardín, Yoongi acepto el dinero y se había ido de casa, pero al caminar y mirar a su alrededor, no pudo evitar mirar a dos chicos, eran menor que él, una chica y un chico, Yoongi no estaba seguro de si acaso eran una pareja, pero verlos sonreírse, perseguirse, el chico le jalaba inclusive el cabello a la chica para molestarla, pero ella no se veía enfadada, sino todo lo contrario, lo tomaba como una incitación para un juego. Y de nuevo no pudo evitar cambiar a las personas, ya no era esa chico, sino que era Jimin, y no era la chica, era él, y Jimin estaba con él, aquel día Jimin estaba muy insistente en llevarlo a casa, que podían hacerse compañía, pero Yoongi no quería, pero claro, termino por tener a Jimin siguiéndolo a un metro de distancia. Sacudió la cabeza con frenesí de un lado a otro, alejando de esa forma sus ridículos y tontos pensamientos, ¿qué le pasaba?

Al día siguiente, el sábado por la tarde quiso dar un paseo, pero sus pies lamentablemente lo llevaron a un lugar que él no esperaba, aquella cafetería, en donde vendían esa famosa bebida que tanto le había gustado, no pudo evitar sentir que su boca se hacía agua, entro y pidió un refresco de mandarina para llevarlo mientras caminaba, un grave error, y lo supo en cuanto el sabor dulce del cítrico inundo su boca, por alguna extraña razón ese sabor le recordó a Jimin, y quizás eso era por el hecho de que Park había sido la persona que le había mostrado aquel lugar y que lo había hecho tomar aquella bebida, y eso le molesto, porque por más que quería olvidar a Jimin no podía, porque a cada sorbo que daba, con cada nota dulce de la bebida, no podía evitar mirar a Jimin en sus pensamientos, escucharlo reír, verlo enojado, sus mechones rebeldes de color rubio de un lado a otro con el viento, sus ojos oscuros que tenían un brillo alegre cada que estaba con él, sus insultos con poca imaginación, sus manos abrazando las suyas, sus labios...

Yoongi casi se atraganta con la bebida al pensar en los labios de Park Jimin, dejo de tomar para permitirse toser un par de veces, cerro los ojos con fuerza antes de recuperarse, y sacudió la cabeza negando sus propios pensamientos, no debía pensar en los labios de Jimin, ni siquiera debía pensar en como se había sentido aquel beso, Yoongi si había besado, pero no se había sentido tan bien como cuando Jimin logro poseer sus labios con parsimonia, soltó un bufido, y aunque quería decir que la bebida sabía amargosa por el mal recuerdo, la realidad era que la bebida sabía más dulce.

Ahora se encontraba en su habitación en un agradable domingo en el cual la lluvia había hecho acto de presencia y se había ido dejando un rastro agradable de agua, pero no se sentía con ánimos de salir, ni siquiera si los rayos del sol estaban presentes, quería permanecer allí, pues quizás por su cabeza dejase de pasar la imagen de Jimin, pero claro parecía que ni eso funcionaba, porque cada vez que intentaba pensar en otra cosa, no podía evitar relacionarlo con Jimin, y sentía que ya no podría más, quizás con un fuerte golpe en la cabeza podría dejar de pensar en él, sí, esa sería una gran opción ahora mismo, pero ni siquiera tiene ánimos para hacerse daño.

Tell Me NO  ||JimSu||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora