Tell Me NO ||JimSu||

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El sonido de la música hacia eco en las paredes provocando que se escuchase mucho más estruendosa, sus sienes empezaban a dolerle conforme más pasaba el tiempo, y no podía seguir soportando todo aquello, algunas parejas se encontraban ya en la pista de baile disfrutando de las canciones que allí se colocaban, pero para Jimin todo aquel ruido lo único que le estaba provocando era un terrible dolor de cabeza, él no quería estar allí, el baile ahora le parecía una total estupidez porque no podía estar con quien había planeado venir. Él anhelaba tener una velada junto a Yoongi, ya había imaginado como sería, ambos usarían conjuntos a juego, iría por él a su cas y seguramente le llevaría un ramo de rosas como obsequio, se tomarían algunas fotos antes de ir al baile y después ambos irían de la mano hasta llegar a la escuela, ingresarían y estarían bailando distintas melodías juntos, quizás se atreviera a robarle algunos besos en el proceso y después si se cansaban irían de inmediato a tomar asiento y un par de bebidas y cuando las canciones lentas comenzarán las bailarían pegados uno a uno disfrutando de la velada, y quizás finalmente se besarían con lentitud recordando que ese día sería uno de muchos más que les esperaban como pareja.

Lastimosamente aquella ilusión se había esfumado con el viento en cuanto Kuyng le mostro aquel vídeo, y claro se termino haciendo polvo cuando se atrevió a dejar a Yoongi, por más que él no quisiera hacerlo... tenía que, porque si no Kuyng se atrevería a colocar el vídeo en el baile, y entonces Yoongi pensaría de inmediato que quien tuvo la culpa es él y todo terminaría en desastre, así que quería evitar ver llorar a Yoongi... aunque todavía mantenía vivo el recuerdo al verlo llorar frente a él porque no entendía la razón por la que lo término, por inercia llevo su mano a su mejilla justo donde iba a ir aquella bofetada que nunca llego, sino más bien fue cambiada por una caricia con ese temblor en sus dedos que le termino por destruir completamente su corazón, acaricio aquella zona, casi podía sentir el suave y cálido tacto de la mano ajena, la dulce caricia de Yoongi.

—¿Ya vamos a ir a bailar? —la voz encaprichada y fastidiosa de Kuyng interrumpió sus pensamientos, rodo los ojos y lo miro, el chico mantenía su ceño fruncido, sus mejillas estaban levemente infladas y sus brazos se cruzaban sobre su pecho.

—Después —dijo Jimin, no estaba de humor para sacar a bailar a ese idiota.

—¡Llevas diciendo eso mil veces! —Kuyng soltó un resoplido—. Desde que llegamos no dejas de ignorarme, y es molesto.

Jimin volvió a rodar los ojos, detesta que alguien se ponga pesado con él, pero no es como si quisiera seguir complaciendo a Kuyng, no lo haría, jamás volvería a hacerlo, estaba harto y en lo único que pensaba era en desaparecer de allí y que el baile se terminase de una vez por todas para que él pudiera descansar y dejar de ver a Kuyng.

—¡Park! —la voz de Kuyng lo volvió a sacar de sus pensamientos—. ¿Me estás escuchando?

—No —y está vez Kuyng soltó un chillido entre dientes, molesto por aquella respuesta—, ¿de qué te enfadas?

—¿De qué me enfado? —sonrió ladino, no podía creer lo que acababa de escuchar—. Pues te lo diré, me enfada el hecho de que no puedas ponerme ni un mínimo de atención, es fastidioso, se supone que venimos a divertirnos y si venimos juntos es porque es tu deber y...

—Nada de eso —mascullo Jimin—, sólo vine aquí porque me obligaste a hacerlo, no lo hice por gusto y créeme que jamás vendría al baile con un imbécil como tú.

—¿Disculpa?

—Lo que escuchaste, no creas que estoy eufórico por traerte a este estúpido baile —Jimin sonrió ladino—, ¿por qué te sorprende? Te he dejado en claro una y mil veces lo asqueroso y despreciable que eres para mí —se acerco unos pasos más hacia Kuyng—, ¿o qué demonios tengo que hacer para que tu tonto cerebro capte lo que digo?