Tell Me NO ||JimSu||

27

Las clases podrían estar mejores, pero Yoongi consideraba que eso solamente sucedería si se cambia de salón, porque definitivamente no piensa pasar el resto del curso escolar compartiendo todas sus clases con Jeon Jungkook, ya era un fastidio para él, en el pasado hubiera pensado que todo era maravilloso, pero por supuesto ahora mismo pensaba que era una pesadilla, deseaba que por lo menos el mundo le hiciera un gran favor e hiciera que los padres de Jungkook tuvieran trabajos al otro lado del mundo para no volver a ver a Jungkook, pero lastimosamente no podía tener ese pequeño lujo.

Soltó un largo suspiro, esto era peor que soportar a Park Jimin, por lo menos a Jimin no lo tenía que ver todo el día.

—Parece que el profesor no va a venir hoy —menciono Namjoon mientras estiraba sus brazos hacia el techo y contenía un poco la respiración—, aah, por cierto, ¿seguro que dormiste bien, Yoongi? Pareciera que estás a dos segundos de querer arrancarle la cara a alguien.

Sí, estaba molesto.

—Para serte sincero —dirigió su mirada hacia Namjoon—, no dormí bien por culpa de pensar en el idiota que ahora se encuentra sentado sobre el escritorio del profesor —señalo con su barbilla aquel sitio, y Namjoon miro, efectivamente, Jungkook estaba allí, hablando con otros chicos de algo que ellos por supuesto no estaban enterados—, quisiera que una paloma defecará en su cara.

Namjoon sonrió ladino, de sólo imaginar aquello, no podía evitar reírse.

—Yoongi —el mencionado lo volvió a mirar—, sólo olvídalo.

Yoongi rodo los ojos, para todos es fácil decir eso, olvidar no es cosa de un segundo, no, es cosa de horas, de días, de meses, incluso de años, Yoongi desearía que todo fuera más fácil, como cuando borrabas un documento en la computadora y esté desaparecía en cuanto vaciabas la papelera de reciclaje, sí, eso sí sería mucho más útil, o inclusive deseaba que los recuerdos pudieran quemarse como el papel ante el fuego, así sería mucho mejor.

—Ya sé que tengo que olvidarlo, joder —soltó un resoplido—, pero es complicado.

—Lo es porque él te gustaba —Yoongi dio un asentimiento ante las palabras de Namjoon—, pero deberías considerar botar tus buenos recuerdos de él a la basura.

—Y lo haré —relamió sus labios—, pero poco a poco —dirigió su mirada hacia la entrada del aula.

Quizás había sido una mala idea hacerlo, porque justo cuando lo hizo, el casanova de Park Jimin entraba a su aula de clases, sonriendo mientras se dirigía hacia Jeon Jungkook, Yoongi rodo los ojos al ver a ese intento de playboy entrar, y sin querer no pudo evitar recordar lo que había pasado esta mañana.

"¡Sí! Allí esta mi adorable gatito gruñón."

Recordar esas simples y molestas palabras solamente lo hacían querer seguir frunciendo el ceño durante todo el bendito día, sintió sus mejillas arder levemente, ¿por qué Park Jimin se disponía a decirle apodos tan ridículos como ese? Ese chico estaba totalmente descerebrado, rodo los ojos en cuanto se percato de que estaba pensando demasiado en el idiota que tanto detesta.

—¿Cuánto se supone que dura esta clase? —pregunto Yoongi.

—Dos horas —menciono Namjoon en respuesta antes de soltar un resoplido—, detesto las horas libres.

—Yo las amo —dijo Yoongi—, pero en este momento desearía que el profesor entrase —miro de nuevo hacia donde Jimin y Jungkook se encontraban hablando—, y saque a ese idiota de aquí.

El odio por Park Jimin jamás se iría de Yoongi, aunque no puede evitar dejar de pensar en lo que paso en la mañana, y parecía que la fastidiosa y emocionada voz de Jimin no quería salir de sus pensamientos por nada del mundo.

"Adorable gatito gruñón."

¡Agh! Yoongi quería dejar de pensar en eso, pero no podía, y parecía que su cerebro estaba en su contra en ese momento, pero esperaba que por lo menos el resto del día este totalmente libre de la fastidiosa presencia de Jimin, aunque claro, ese intento de playboy ahora mismo esta dentro de su aula de clases, pero esperaba que no se quedase por el resto de las dos horas de clase que faltaban, sólo eso pedía.

—Iré por algo de comer —menciono Namjoon—, ¿quieres venir?

—No, gracias —Yoongi soltó un resoplido y Namjoon elevo una ceja.

—¿Estás seguro de que quieres quedarte aquí mientras ellos —señalo hacia el escritorio del profesor—, están aquí dentro?

Bueno, quizás la idea de levantarse para acompañar a Namjoon no era tan mala idea después de todo.

—Te acompaño —dijo Yoongi para después levantarse, Namjoon hizo lo mismo, tomaron sus respectivas mochilas, colocando las correas encima de sus hombros y caminaron para disponerse a salir del aula de clases.

Namjoon salió primero del aula y se quedo parado en medio del pasillo para esperar a que Yoongi saliera de su aula para irse juntos a la cafetería de la escuela.

Yoongi en cuanto dejo de caminar entre la fila de asientos y mesas de trabajo y se dispuso a darle la espalda a Jimin y Jungkook que parecían ignorar su presencia, se dispuso a salir, pero la voz de alguien lo detuvo.

—¿Ni un beso de despedida para mí, gatito? —Yoongi detuvo sus pasos al escuchar la voz de Jimin, rodo los ojos y miro por sobre su hombro al susodicho, quien le sonreía para después mandarle un beso al aire.

Yoongi no dudo ni un solo segundo en levantar su mano derecha y mostrarle el dedo medio a Jimin en respuesta.

—Ahí tienes tu beso de despedida, Park —menciono Yoongi antes de dejar de mirarlo y volver a caminar.

—¡Sé que me amas, gatito! —dijo Jimin en voz alta.

—Púdrete, Park Jimin —mascullo Yoongi por lo bajo antes de por fin salir del aula de clases y encontrarse con Namjoon quien era fiel testigo de la escena que se estaba presentando—, ¿nos vamos ya?

—Cuida bien de mi gatito, Namjoon, no quiero que nada le pase —Namjoon soltó un resoplido.

—¡Déjate de habladurías, Park! —respondió Yoongi de inmediato y por fin comenzó a caminar para alejarse del aula de clases, siendo seguido por su amigo.

Cuando Namjoon por fin le dio alcance a Yoongi, hablo.

—¿Qué fue todo eso?

—Nada —dijo Yoongi, no quería saber nada de Jimin, nada de Jungkook, y si era posible, no quería ni siquiera hablar de nada.