𝔏𝔞 ℌ𝔦𝔧𝔞 𝔡𝔢𝔩 𝔖𝔬𝔪𝔟𝔯𝔢𝔯𝔢𝔯𝔬 (ℭ𝔥𝔦𝔰𝔥𝔦𝔶𝔞 𝔵 𝔏𝔢𝔠𝔱𝔬𝔯𝔞)

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•1 Año después del regreso de Borderland•

Me encontraba en la última de mis clases tranquilamente tomando apunto cuando el profesor se detuvo y no solo porque ya casi acababa su clase sino para informarnos.

—Verán que la anatomía animal y la anatomía humana es muy similar en algunos aspectos, para eso quedé con un amigo de la universidad de medicina para llevarlos a escuchar una de sus clases la próxima semana, con lo que escuchen les daré una tarea para fin de año, será como su último examen así que tendrán tiempo de sobra.— Explicó el hombre dejando su libro en su escritorio.

—¿Universidad de medicina?— Susurre para mi misma algo pensativa, si era la misma de Chishiya quizás pueda presentarlo a mamá de una vez por todas, meses después de regresamos comenzamos a salir y oficialmente me pidió ser su novia hace un par de semanas, no había podido presentarlo a mamá porque no sabría como responder a la maldita pregunta de: "¿Dónde se conocieron?" Puesto a que no salía de casa más que para venir a la universidad o ir a las clases de defensa con el viejo amigo de mamá. No creo que un: "Oh, pues nos conocimos en Borderland, un lugar donde debíamos jugar asesinando o haciendo lo que sea para sobrevivir" sea una buena respuesta, me tomaría por loca.

—Señorita Shiba, ¿piensa quedarse?— Voltee al escuchar al profesor y mire alrededor.

—Ah, eh... Me quedé pensando, lo siento.— Hice una leve reverencia y guardé mis cosas para salir.

—Dale mis saludos a Mai, por favor.— Sonrío amablemente.

—S-sí..— Respondí algo extrañada y salí, no sabía que conocía a mamá.

Era mi última clase así que al salir me encamine a casa, disfrutando de la fresca brisa del día.

—Si sigues tan distraída podrías chocar, ¿no lo crees?— Voltee a ver al dueño de esa voz tan familiar para mí y le sonreí.—Te esperaba fuera de tu universidad.—Volvió a hablar y me mostró su móvil.

—Lo siento, no tuve oportunidad de verlo.— Saque el mío del bolso y efectivamente tenía un mensaje suyo.

Había escuchado que sonó durante la clase pero jamás imaginé que fuese para avisar que vendría, era la primera vez que venía a buscarme desde que salimos.

—Esta bien, debí llamarte cuando todos comenzaban a salir.— Suspiro y se acercó para acariciar mi cabello.—¿Por qué tan distraída? No es algo muy normal.— Sonrío divertido comenzando a caminar.

—Últimamente trato de pensar como presentarte a mi madre sin que piense que me volví loca. No puedo decirle que te conocí en Borderland, no me creería.— Respondí corriendo para alcanzarlo y recargue mi cabeza en su brazo.—Además creo que volví a la preparatoria, nos llevarán de excursión.— Bromee levantando la mirada y lo vi sonreír.

—¿A dónde los llevarán?— Me miro de manera juguetona.

—...— Lo mire unos segundos hasta que caí en cuenta y me detuve separandome sorprendida.—Iremos a tu universidad, ¿no? Lo sabías.— Musite lo último y sonreí.

—Hoy no tuve prácticas así que tuve clases normales y avisaron que estudiantes de medicina veterinaria irían por un proyecto. No supe hasta ahora que se trataba de tu clase.— Tomo mi mano y siguió caminando casi arrastrandome, pues seguía sorprendida.