Capítulo 2

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El visitante.

Jess.

Mi semana no ha sido interesante, para nada interesante. De hecho lo único que he hecho ha sido trabajar e intentar buscar opciones de carreras universitarias para anotarme y poder comenzar a cursarlas, pero me es imposible.

Nada me convence, y si es que me interesa en lo más mínimo no me gustan las materias que son asignadas. ¿Por qué me es tan difícil decidir que estudiar?

Hay gente a la que se hace tan fácil, o que de hecho se le hace más que fácil debido a que nunca tuvieron realmente que pensarlo... simplemente siempre lo supieron.

Para mí no es así, claramente.

De pequeña quería ser una espía, pero digamos que no es algo... que pueda hacer, bueno... en realidad no estoy ni siquiera segura si eso es algo real o es solamente una trama que existe en las películas.

Como sea, terminé mi secundario hace dos años, el año pasado no estudié nada por esta misma razón de no poder decidirme, y este año... pues parece que voy por el mismo camino.

Voy desde mi casa hasta la cafetería a pie, ya que no queda demasiado lejos sino que a unas siete cuadras de distancia.

El clima está soleado y siento que en cualquier momento podría ser capaz de derretirme aún con una remera blanca de tiras y unos shorts crema sueltos y cuadrados.

Al parecer el pronóstico de hoy se equivocó.

No tardo mucho en llegar y abrir la puerta que activa la pequeña campana que suena de una forma parecida a la de los renos de las películas navideñas.

Me encanta este lugar, empezando por el aroma a café que trae consigo. Es tan relajante...

Continúo caminando hasta llegar a la barra y mientras me voy acercando voy sospechando la presencia de alguien.

Y claro, cuando llego mis ojos se enfocan en él con claridad dejándome claro quien es.

Voy a admtirlo, he estado pensando en Damen toda la semana, y no conscientemente, sino que él era y es aún capaz de aparecer en mi mente a cada rato. Es difícil poder alejarlo.

Y también es extraño. Nunca me había pasado esto o bueno... en realidad creía que me había pasado con al menos uno o con dos chicos a lo largo de mi vida en el secundario, pero... ¿Esto? Esto es otro nivel, es como si por alguna razón fuera adictivo el incluso tenerlo en mi mente.

Se encuentra apoyado con sus antebrazos sobre la barra mientras se encuentra parado, pero reclinado hacia adelante sobre la misma hablando con Daniel quien se encuentra al otro lado asintiendo.

No tardo en acercarme y dejar salir el primer comentario que se me ocurre para hacer notar mi presencia.

- ¿Me extrañabas?

Paso por el lado de Daniel para dejar mi bolso, cuando me ve él me saluda con un abrazo corto de lado mientras termina de intercambiar unas palabras y acto seguido asiente a Damen en forma de saludo de despedida antes de acercarse a tomar un pedido en una de las mesas que aún no han sido atendidas.

Me dirijo al lugar donde mi mejor amigo estaba parado hablándole y ahora lo ocupo yo mientras escucho su contestación a lo anterior que yo le había preguntado.

- Te das mucho mérito, Jess- su voz suena igual de lenta y calmada que la vez pasada. Es como si estuviera seguro de tener todo bajo control en todo momento.

- ¿Seguro? Yo solamente digo lo que veo.

- ¿Qué es lo que ves?- pregunta ladeando su cabeza ligeramente.

Perfectamente Imperfectos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora