Capítulo 15

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Noticias.

Jess

—¡Mierda! ¡Mierda! ¡Mierda!— hablo en un tono bajo, casi imperceptible incluso para mi misma.

¿Cómo llegué hasta aquí? ¿Qué pasó?

Miro a mi lado, a Damen dormido profundamente con su antebrazo cubriendo su rostro, más específicamente sus ojos, la sábana le llega hasta más abajo de la cintura, dejando a la vista su abdomen junto a su pecho que sube y baja pacíficamente.

Tiene marcas... marcas hechas por mí.

Maldita sea, no puede ser que haya caído...

Pues si, caíste mi querida compañera.

Algo dentro de mí me obliga a mirar hacia abajo, a mi cuerpo. Se encuentra cubierto con una de sus remeras, sin embargo cuando la levanto ligeramente puedo ver la gran cantidad de marcas que también llenan mi cuerpo.

"Quiero que me hagas olvidar porque sigo enojada, y quiero poder recordarlo, quiero recordar todo lo que pasó por la mañana"

Los recuerdos llenan mi cabeza de un momento a otro y ¡Dios! Si que fue bueno, incluso me atrevo a decir que fue la mejor sesión de sexo que tuve en mi vida entera.

Anoche se basó solamente en complacerme a mí por completo.

El solo pensarlo hace que mi cuerpo se vuelva a activar y que quiera volver a repetirlo, pero no. No puedo hacerlo.

Me levanto lo más rápido que puedo de la cama, también busco mi ropa interior a la velocidad de la luz para ponérmela y una vez lo hago con mucho cuidado salgo de la habitación cerrando la puerta detrás de mí, solamente escuchando por su parte una pequeña queja entre sueños que no es suficiente para llegar a despertarlo.

En la sala siguiente del apartamento es donde encuentro a mi mejor amigo — medio vivo, medio muerto— en el sillón boca arriba roncando.

Me acerco hacia él y lo sacudo ligeramente del brazo, claro esto no hace efecto y tengo que volver a sacudirlo de una manera más... violenta.

Esta vez si se despierta, hace un gesto de horror al verme y ahoga un grito colocando una de sus manos sobre su pecho, casi como si hubiera visto al mismísimo espectro típico de película de terror frente a él.

—¿Estás bien vivo o mal vivo?— le pregunto cautelosamente.

—¿Cómo voy a estar mal vivo?— responde con otra pregunta mientras frunce su ceño en confusión.

—¿Te puedes parar?

Sin entenderme lo intenta y queda sentado sobre el borde del sillón antes de que su siguiente movimiento sea pararse por completo.

—Estás bien vivo— confirmo asintiendo muy convencida.

Le tomo la mano y trato de arrastrarlo hacia la salida, pero claro, él es más grande que yo, y con solo quedarse quieto en el lugar logra retenerme haciendo que haga un ridículo gesto de ida y vuelta en el lugar.

—¿Hiciste algo de lo que te arrepentiste anoche, JessieJess?— pregunta burlón formando una sonrisa en su rostro mientras se cruza de brazos.

—No.

Y es cierto, no me arrepiento de nada.

—Habré estado borracho, habré estado al punto de la inconciencia, habré estado con un pie más afuera que adentro, habré...

—¿El punto?— lo corto cuando veo que tiene intenciones de seguir con su monólogo.

—...pero lo que no hice fue alucinar todas las cosas que escuché durante toooda la noche.

Perfectamente Imperfectos ✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora