17. Glastonbury

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CASSIE

A Rhys le salía ser un imbécil con tal naturalidad. Su mensaje me dolió mucho, después de haberme emocionado cuando vi la notificación.

No había duda de que había escuchado la entrevista, si no, ¿por qué enviarme esa referencia de Romeo que prácticamente me dijo que no tenía idea de lo que estaba hablando, cuando lo sabía claramente?

¿Qué no conocía las cicatrices? ¡Maldito idiota! Él aún no dejaba que cicatrizara la herida que me hizo en el corazón, el lugar más difícil de sanar.

No podía creer que fuera tan engreído para no darse cuenta del daño que me hacía cada vez que soltaba una palabra que estaba destinada a lastimarme.

¿Quería que lo dejara en paz? ¡Bien! Lo dejé en paz.

Muchas de las cosas que dije en esa entrevista eran verdad. Fueron palabras escondidas que solo él podría entender. Pero no lo hizo... otra vez.

Era un ignorante estúpido.

Era terrible, en verdad, porque lo sentí tan diferente en esa sesión de fotos.

Cuando vi todas las fotografías, y no solo las dos que se publicaron, Rhys y yo nos veíamos en paz. Cero traumas de por medio. Tal y como cuando bajó la barrera para hacerme el amor.

Reía de tal manera que me decía que era un poco feliz conmigo a su lado de nuevo.

Dichas fotos las tengo en mi celular, siempre disponibles para recordarme no volver a cometer el error de entregar todo a alguien como Rhys, que, aunque es perfecto por fuera, está corrompido por dentro.

A pesar de toda la amargura que vivía, quería averiguar qué le había pasado. ¿Qué era tan malo para correrme de su lado sin cortesías?

El problema que me desquiciaba era que él era «el enemigo» y no tenía a nadie a quien recurrir para sacarle la verdad. Irónicamente, Corey era el único que me hacía caso de The Radicals, y solo porque seguía en guerra de Tweets con nosotros.

Paige me comentó que seguramente él seguía en su lucha de meterme en su cama, que la entrevista quizás le había dado una ilógica esperanza. Si era así, ¡vaya terco!

Fue un error haber confesado a Paige que me acosté con Rhys y que Corey quería sexo conmigo. Ahora no dejaba de decirme que, si Rhys no me hacía caso, Corey me aceptaría sin dudar. Que no estuviera mendigando un amor que nunca recibiría.

Como si pudiera cambiar el switch de mis sentimientos así nada más.

Además, necesitaba a alguien que me alejara de The Radicals, no que me refundiera más.

¡Carajo! Ni siquiera podía refugiarme en los besos de Liam porque ya no contestaba mis llamadas.

¿Quería que me dejara en paz? Bueno, mi deseo se hizo realidad, y se extendió hasta mis otros amigos.

Paige desaparecía casi todo el día, estaba aprovechando el descanso para visitar a sus familiares; solo hablábamos por teléfono. Brian estaba haciendo el rol que extrañaba mucho: el de padre. Solo tenía tiempo para sus hijos y esposa. Y Noah ya estaba en modo compositor o estaba divirtiéndose con Charles, al menos eso me decía siempre que le hablaba. Ya imaginaba los berrinches de Cynthia, la novia de Charles, quien era tan posesiva. Por eso tampoco le hablé, no quise ponerlo en una situación difícil en donde tuviera que escoger.

La tipa me odiaba a muerte con injusta razón, porque si quisiera estar con Charles, ya lo hubiera estado desde hace mucho. Charles era guapo, pero hay hombres que solo son material para una amistad.

RhysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora