Capítulo 9.

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Tres días. Tres días desde mi pelea con Meg. Tres sin ver a Gideon después del beso. Tres días observando la quietud del agua hasta el atardecer. Tres días, aunque se sintieran como tres siglos, estando terriblemente sola, como cuando era pequeña.

No conseguía dormir por las noches y me daba miedo apagar la música, la cual siempre me acompañaba, que se había convertido en un escudo contra mi misma y mis oscuros pensamientos. En todo ese espacio de tiempo había pensado en Meg, a la que dirigía miradas lastimeras y ella que intentaba hacer oídos sordos a ellas. Pensaba en Gideon, y en cómo no le había ido a ver en todos estos días, planteándome si el amor era la causa entre la disputa entre Meg y yo, entre la amistad. No quería verle porque me recriminaría, con razón, que había roto una promesa, no podría soportarlo. Y la contaste presión en mi pecho, no era nada bueno, de eso estaba segura.

Me levanto de la barandilla del balcón que tiene mi habitación, cuando ya he terminado de ver como anochece y se esconde el caluroso sol.

Paso de largo del comedor, en el que llego a entrever a gente contenta y alegre ignorantes de mi situación. Me encuentro a personas por el camino que me miran raro, me he convertido en ese asqueroso ''cliché'' debido a mi increíble aura que parece atraer cualquier problema, horroroso.

-¡Auuuuuuu!- Exclama una infantil voz al lado de las escaleras, que da al precioso patio delantero por la puerta principal, que acabo de cruzar.

- ¿Philipe? ¿Qué narices haces aquí?- Me agacho mientras semi-vislumbro la figura del niño agarrándose el pie mientras se balancea.-Lo siento.- Digo sincera, dejo escapar un suspiro y alcanzo a ver una lágrima por su mejilla.- ¿Tanto daño te he hecho?- Cuestiono preocupada frotando el pie del delgado y pequeño niño, ahora no me parece tan hipócrita y consentido, siento lástima y desconcierto hacía él.

Él menea la cabeza en señal de negación pero empieza a sollozar mientras más lágrimas cristalinas resbalan por su pálida cara.

-Sh.- Solo logro murmurar dándole un abrazo, tal vez es acción espontanea y súbita del momento, pero más bien creo que necesito un abrazo tanto como él, entonces, ¿por qué no compartir uno?

Observo las sombras intentando aguantar las lágrimas mientras calmo al pequeño Philipe a mi lado, parece tan indefenso que no parece el mismo niño que nos suele mirar tan mal por los pasillos al pasar a su lado.

-Sient...-

-No, está bien si no lo quieres contar, no me incumbe, no te preocupes.- Interrumpo mientras le dedico una pequeña sonrisa que me devuelve. Por una vez en días, no me siento sola, y sienta genial.-Toma.- Añado entregándole mi zamarra marrón estilo militar. Él la posa sobre sus pequeños hombros mientras observa la luna absorto. Decido hacer lo mismo.

-Es la presión.- Declara seguro a los pocos minutos.- Déjame acabar.- Añade antes de que pueda articular palabra, cierro la boca resignada.- Mi hermano está malo en el hospital y mi madre no me deja visitarlo. Papá dice que se recuperará de ese tonto accidente, pero yo sé que no fue un simple accidente. Me tratan como a un estúpido.- Le miro sorprendida.

-Entiendo cómo se siente, lo llevo sintiendo toda mi vida.- Digo dedicándole una pequeña y agria sonrisa.- Sí hay algo que he aprendido de la verdad es que esta destruye, horroriza, eleva y aclara, dependiendo de que verdad sea... El problema es que la verdad no está hecha para todo el mundo. Yo creo que soy de las personas que no la podría soportar totalmente, pero aquí la pregunta es... ¿Y tú? ¿Estás dispuesto a pagar el precio que conlleva la verdad?- Philipe me mira atónito, ''no me extraña, le has soltado una parrafada...''

-Ehm... no lo sé, no sé lo que quiero.- Dice avergonzado el chico.

-A lo que me refiero es que tienes que reflexionar si merece la pena saber la verdad y todas sus consecuencias, sopésalo sin prisa, hay veces que es mejor la ignorancia.- Concluyo en cristiano, Philipe asiente y me susurra un tímido ''gracias'', a lo que yo respondo con una sincera sonrisa. Ambos dos volvemos a observar el despejado cielo.

-¿Philipe? ¿Estás ahí?- Pregunta al aire Élise, ''ya me había olvidado de ella''

-Me tengo que ir.- Murmura el niño entregándome la zamarra mientras sonríe repentinamente contento.- Gracias por todo, no me extraña que mi hermano te adore.- Concluye contento e inocente. Yo abro los ojos como platos, sorprendida por su afirmación.

-Oye, ¡Philipe!- Él, que ya subía las escaleras se gira para mirarme.- ¿Es Élise una amiga de la familia o algo?- Pregunto nerviosa y expectante.

- Oh, ¡no! ¡Es mi prima segunda!- Aclara mientras se gira y se encamina hacia la puerta, ahora vacía. Yo asiento para mi misma mientras miro al suelo de mármol, antes de oír un ''adiós'' por la boca del niño.

Hablando con Philipe me había dado cuenta de que el verdadero ''kit de la cuestión'', no iba sobre el amor, o la amistad, o la familia... Sino de la verdad. ¿A caso era indispensable? ¿O buena? ¿En algún momento alguien había dicho que era gratis sin que yo me enterara? ¿O es qué nadie la encontraba realmente en la vida, viviendo así felices para siempre, como en los cuentos?

La verdad tal vez no estaba hecha para mí y no estaba segura de quererla ahora, de saber lo que me pasaba, de lo que me hacía ''especial'', solo quería vivir ignorante. Lo malo en mi vida no era que la verdad no estuviera hecha para mí, lo malo es que era indispensable para seguir con vida. Me había dado cuenta ahora, yo no tenía elección y sinceramente, envidiaba al pequeño niño que si la tenía.

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Siento haber tardado tantísimo en subir, es casí imperdonable pero tengo vida más allá de la pantalla (aunque parezca que no jeje) y soy un desastre en eso de organizame (estoy aprendiendo no juzgueis) por eso he tardado tanto. Podeis torturarme pero solo telepaticamente (JA! las ventajas de estar frente una pantalla). Como veis hoy estoy chistosilla y carga de energía hoy, pero bueno, nadie es perfecto, sorry not sorry.... ¡Tengo grandes noticias (creo)!

Le va a dar por saco a eso de un cierto número de votos o comentarios para seguir, a quién le guste que lea y haga lo que quiera, yo ya cumpliré con mi misión de subir caps. (ese es otro apartado de la macronoticia) para disfrute de gente y el mío propio pues me gusta escribir. He sido muy hipocrita en ese sentido y me tengo que diculpar con las pocas lectoras que lo han pagado, sorry :(

Voy a intentar subir más a menudo (¡SÍ! MILAGRO) mínimo 1 a la semana, a ver cuanto duro, no en serio lo voy a intentar per ser comprensivas, esto es muy nuevo para mi, y los estudios son lo primero. Además prefiero un buen cap. con un pelín de retraso en tiempo, que uno chuchurrío y sacado inmediato. ¡OJO! Esto justificará los caps. siguientes, para este capítulo no hay excusa alguna suficientemente justificable :/

Y por último pero no menos importante... ¡Estoy pensando en una nueva novela! Es de temática completamente diferente y he de decir que la tengo bastante pensada y me hace muchisisisisima ilusión, pero estoy algo indecisa por el hecho de si será viable ya costandome esta. Bueno, simplemente informaros de que tarde o temprano, cuando me de un rabanazo, seguro que la publicaré. Ya me contareís que tal ;)

Bueno esto es todo después de... esta cacho nota informativa.

¡Besos y nos vemos ( bueno, más bien,... LEEMOS)!

SeleneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora