Capítulo 10.

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Y llega el momento de a verdad, nadie te salva, ni ocurren milagros, simplemente pasa.

Gideon ya no me miraba, a no ser de las muecas de disgusto que me dedicaba. Lo que me faltaba, no paro de pensar en lo que llevo de semana.

Meg, bueno Meg ya era caso perdido. Mastico pesadamente mis cereales de avena leyendo un libro, hasta que una sombra oscure mi visión, levanto la vista extrañada a causa de ello.

-¿Gordon?- farfullo confusa. No le he visto en todo lo que llevamos aquí.

- Me he enterado de lo de Meg...- Murmura nervioso, yo asiento bajando la vista a mi libro otra vez. No tengo ganas de sermones.- Grace, escúchame.- Pide cansadamente. Ruedo los ojos y levanto la vista enarcando una ceja.- No he venido a hablar de Meg...

- ¿Entonces por qué tienes que estar aquí?- Gruño en voz baja, quiero estar sola, ¿tan difícil es de entender?

-Relájate fiera.- Comenta divertido Gordon mientras toma asiento frente a mí, yo le fulmino con la mirada.- Meg, la gente se va.-

Arrugo la nariz confusa:- Pues claro que alguien se puede ir, coge, se levanta y sale por esa puerta.- Remato obvia señalando la puerta del comedor. Gordon empieza a reír mientras niega con la cabeza, acto seguido le sigo yo también por la estupidez del asunto.

-Como se nota que en esta semana no has ido a las actividades.- Menciona de pasada Gordon.- No Grace, la gente literalmente se está yendo o desapareciendo, como prefieras decirlo.- Me atraganto con la maldita avena que acababa de intentar tragar en ese momento.

-¿¡Qué!?- Chillo agudamente. Todo el salón se gira a mirarnos. Gideon me fulmina y yo me encojo en mi asiento.- ¿Qué?- Repito susurrando.

- Lo que oyes. Una chica que se llamaba Nina se fue el lunes pasado, el miércoles se fueron los gemelos McCorncack, y hoy se ha ido Mike.- Yo remuevo en mi mente buscando sus caras, solo me aparecen borrosamente de haberlos visto alguna vez en el pasillo.

- ¿Y cómo es que se van?- Pregunto mientras meto una cucharada de cereales, miro absorta a Gordon, que ya ha captado mi interés, hasta que noto que él se revuelve en la silla nervioso mirando a un punto detrás de mí. Gideon parece un tomate del enfado ahora mismo, nos mira fatal, se levanta de sus sitio y se aleja de la sala enfadado mientras algunas chicas le siguen con la mirada. Suspiro resignada.

- Esto apesta a celos.- Ríe sin gracia entre dientes Gordon.- Solo nos explican que se han tenido que ir, sus padres les requerían.- Finaliza encogiéndose de hombros.

-Gracias pero ahora me tengo que ir.- Cojo una última cucharada de cereales, recojo mi libro y me dirijo a la salida del comedor antes de oír un ''de nada'' desvaído por parte de Gordon.

-¿Por qué no fuiste a visitarme?- Una voz grave y enfadada interrumpe mi paso. Cierro los ojos y me giro lentamente, cuando termino de girarme los abro y me encuentro con los familiares ojos verdes brillando intensamente.

-Problemas.- Respondo escuetamente mirándole firmemente, a mí no me intimida y menos yendo de chulito prepotente.

-¿En serio? ¿En serio, Grace? No me has dicho nada, ni aunque fuera un simple ''¿Estás bien?''- Golpe bajo, frunzo los labios y me giro para irme a mi cuarto antes de ponerme a llorar delante de él, ni de coña me va a ver llorar, yo no soy una chiquilla pequeña.

-¿Por qué lo has hecho Grace?¿Por qué has jugado conmigo y mis sentimientos?- Pregunta al aire.

Una lágrima rueda por mi mejilla, la seco en seguida.

- No tengo mejores cosas que hacer en mi vida.- Respondo irónicamente con una sonrisa amarga escapándose por mis labios. Gideon me mira apenado en la distancia.

Yo me alejo de él y de todo el mundo cuando choco con una chica.

-¿Grace?¿Por qué lloras?- Pregunta la confusa de Meg.

Yo no respondo y continuo con mi camino, dejando atrás a todo el mundo.

Despierto sobresalta. ¿Qué hago en los bancos del bosque? La luna ilumina el lugar y aunque no es llena tiene un brillo especial, chispeante.

Me levanto y miro a mi alrededor, me llevo un gran susto al divisar una figura oscura en el lindero del bosque, tiemblo.

-¿Qué quieres?- Formulo en un susurro desesperado. Estoy cansada de todo y solo quiero que todo termine.

-No me lo darías sí te lo pidiera.- Responde la figura acercándose al claro. Retrocedo.

-Bueno, sí nunca lo dices, nunca sabrás mi verdadera respuesta.- Digo tragando saliva. Miro a mi alrededor. Más figuras se amontonan en circulo, acercándose a mí.

Él se ríe de manera escalofriante y exclama frívolo.- El problema es que no nos sirves todavía, espera tu turno pequeña.- Después de esto todo se vuelve negro.


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¡Hey revolucionarias! ¡Nuevo capítulo! Tengo una mala noticia: el martes que viene no podré subir cap.( en principio, tal vez consigo subir algo cortito) ¡porque estoy de intercambio! Lo siento mucho, pienso compensaros. ¡Besos y nos vemos!

-Liv

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