Capítulo 12.

70 10 3
                                        


-Quiero que vuelvas ahora mismo a casa con Gideon.- Exclama exasperada por décima vez Amelie. Yo vuelvo a negar con la cabeza rotundamente mientras Gideon observa neutro a la conversación.


- No, ya está a punto de anochecer y no me he hecho todo el recorrido para ahora volver.- Afirmo segura, Amelie suspira cansada. Gideon sigue observando girando su cabeza intermitentemente de su madre a mí, como en un partido de tenis.


-No lo entiendes Grace, ha habido un imprevisto y tienes que volver.- En un gesto desesperado Amelie me coge de ambas manos y las empieza a sacudir, repentinamente empieza a sollozar, ahí es cuando me deshago.


Gideon reacciona rápidamente abrazando por los hombros a su madre y me dirige una mirada mortífera, mierda.


Adolphe se acerca sustituyendo a Gideon, el cuál le dedica un asentimiento, se gira y lo siguiente que hago es ver todo boca abajo mientras avanzamos.


- Suéltame, ¡Ya!- Exclamo furiosa mientras nos alejamos del improvisado campamento que observa y murmulla atónito.






-Por lo menos me podríais contar que maldito bicho os a picado a todos.- Exclamo después de dos horas de tortuoso viaje de regreso a un paso demasiado rápido para mis cortas piernas.


-Solo camina rápido.- Ordena frío Gideon.


Corro hasta llegar a la altura de Gideon y alcanzo a ver algo en su rostro: preocupación y angustia. Como oscurece su rostro se marca más debido a las sombras de la noche.


Agarro su mano.- No me pienso mover de aquí hasta que me cuentes que pasa.-


-Algo muy grave a pasado, tenemos que volver, nuestras vidas están en peligro. Y cuando haya oscurecido tenemos que haber llegado a casa, de lo contrario estamos perdidos. Y podemos correr.- Y concluyendo eso empieza literalmente a correr, loco de las narices, exclama mi razonable subconsciente.


Corremos hasta que me asfixio o bueno más bien hasta que oscurece completamente, Gideon para y yo aprovecho para meter un poco de oxígeno en mis pulmones, todo eso a la vez y agradecida.


-Mierda.- Gideon me agarra del brazo y seguimos corriendo un rato más hasta alcanzar a ver la verja que nos hace llegar a la entrada de los campos y jardines de la mansión-campamento-casa.- Menos mal.- Exclama colocándose las manos en las rodillas y respirando agitadamente, yo apostaría a que estoy peor.


-Grace, mi amor.- Un escalofrío recorre mi columna vertebral, esa voz no debería estar aquí, no es posible que este aquí.


Levanto la vista y a lo lejos alcanzo a ver la verja junto a Gideon que observa la escena en una mezcla de sorpresa y miedo me mira mientras articula silenciosamente '' no es posible, yo, lo siento''.


Yo observo atónita a mis padres medio desvanecidos entre la niebla rodeados de más gente que se extiende infinitamente de manera ligera y nubosa.


Una lágrima corre por mi mejilla mientras mi cerebro está en shock, ¿qué hacen los fantasmas de mis padres aquí?

-----------

En el próximo se terminará de explicar todo, hasta entonces, lo siento, soy mala y soy consciente, lo siento. ¡Besos!

SeleneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora