Tormenta de Amor || Chanbaek

Cinco

El aroma a óxido se podía percibir provocando que la cabeza de Baekhyun se mareará; estaba con sus muñecas atadas con una cadena mientras se mantenía suspendido a unos metros del suelo. Tose mientras intenta abrir sus ojos adoloridos por los golpes que había recibido.

Aún podía recordar cómo había pasado por las manos de un montón de hombres que habían encontrado diversión con él, pero debido a que se había resistido tanto, los enojo y lo habían golpeado con cosas que ni siquiera pudo reconocer. Lo habían comprado con la intensión de ser el centro de la diversión por la celebración del cumpleaños de uno de ellos. En cuanto se aburrieron de golpearlo lo dejaron ahí colgado en el sótano.

Mientras estuvo consciente solo repetía el nombre de Loey una y otra vez, y aunque era golpeado para que se callara, él seguía clamando por su ex secuestrador. Loey dijo que quizá su vida ahí no sería tan mala ¿Él sabría que iban a hacerle todo eso?

Intento zafarse moviendo sus manos, pero era completamente inútil ya que estaba muy débil y adolorido, después de un momento se volvió a quedar inconsciente, el rostro de Loey fue con todo lo que soñó esa noche.

Al día siguiente se despertó en alguna cama de aquella casa suponía, y había un plato de comida a un lado que lo insitaba, pero estaba tan adolorido que ni siquiera podía moverse así que prefirió quedarse acostado.

—¿Ya despertaste? —pregunta el hombre que lo había comprado mientras se acerca al doncel.

—Uhm, —hace una mueca ya que le dolía intentar hablar.

—Agh que manera de echar a perder algo tan costoso como tú, pero te lo buscaste, —se encoge de hombros. —Si hubieras cooperado y no hubieras estado gritando ni pataleando entonces no estarías así, —se cruza de brazos y se sienta en una silla que estaba cerca. —Tranquilo, si te sabes comportar no tendré que castigarte de nuevo.

Baekhyun simplemente lo miraba con dolor y resentimiento en sus ojos; ahora aquel hombre le estaba culpando por no haber querido ser violado. La vida le demostraba que sí, que podía ser peor cada día. 

—Además, a cada rato llamabas al tipo que te trajo, —rasca su barbilla mientras mira al techo. —¿De verdad creías que iba a venir a salvarte? —se burla ganándose una mirada de enojo por parte del doncel. —¿Sabes a cuántos portadores me ha traído? ¿Pensaste que eras diferente para él? Probablemente ahora ya ni siquiera se acuerde de ti, —se levanta suspirando, —es mejor que te acostumbres a tu nueva vida, ahora eres mi posesión y puedo hacer contigo lo que me da la gana, —se inclina hacia el doncel para dar palmaditas en su mejilla y luego se da la media vuelta para irse de ahí. 

Baekhyun solo pudo dejar salir una pequeña lágrima por la esquina de uno de sus ojos mientras intentaba olvidar lo que le había sucedido. Prefería cortarse las venas a tener que ser el juguete sexual de ellos, de ser un muñeco.

Los días pasaron lentamente para él, al menos aquel hombre no lo volvió a tocar en la primera semana hasta que se recuperó; tenía su propia habitación y comida, pero igualmente se sentía incómodo ya que tenía miedo de ser llamado en cualquier momento para ser abusado.

Sin embargo y a pesar de que había suplicado a la vida porque aquel tipo se haya olvidado de él, no sucedió, sabía que no tenía tanta suerte y lo había comprobado anteriormente.

—El señor Ahn lo llama a su habitación, —entró una chica para informarle.

Baekhyun se tenso cuando escuchó aquellas palabras y se paralizó por completo, que podría hacer aparte de simplemente obedecer a la orden dada. La chica ya se había ido y ahora estaba solo en aquella habitación grande.