Tormenta de Amor || Chanbaek

Cuatro

Cuando Baekhyun despertó se dió cuenta que aún estaba todo oscuro, luego suspira, pero enseguida se da cuenta que seguía estando debajo del brazo grande del otro; era raro ya que él solía moverse mucho mientras dormía. Cuando mira los rasgos suaves del hombre pensó que quizá si lo hubiera conocido de otra manera se hubiera enamorado realmente de él, era justo su tipo.

Luego muerde su labio sabiendo que tenía que quitar pensamientos tan extraños ya que no podía estar sintiendo atracción por un criminal, eso era enfermo y estaba mal. Él juzgaba a los portadores que hacían eso, no quería ser uno de ellos porque entonces significaría que había algo mal en su cabeza.

Sin darse cuenta se fue quedando dormido poco a poco hasta que simplemente se aventuró entre sueños extraños y una relajación profunda. En el momento en que volvió a despertar, vio que finalmente se había movido ya que ahora estaba de frente a la ventana que daba al bosque. Cuando se volteo vio que Loey seguía dormido profundamente.

Se levanto de la cama ya que su vejiga estaba a punto de explotar, se dió un baño y luego limpio sus dientes para finalmente ponerse una toalla. Salió para buscar algo de ropa en unos cajones, en cuanto encontró una camisa larga se la puso. Cómo el alto no despertaba entonces decidió sentarse en el filo de la ventana para ver al exterior, había un bonito arcoiris y flores mojadas; Baekhyun comenzó a cantar en voz baja, era la canción de cuna que le solía cantar su madre cuando era niño.

Loey empezó a abrir sus ojos cuando pudo escuchar un leve murmullo entre sueños y cuando finalmente despertó, su mirada captó algo irreal; era él bañado por la luz de la mañana con los árboles alrededor, pero frota sus ojos y ve que ya no estaba soñando, era el chico que había secuestrado. Suspira fastidiado y se levanta para ir al baño.

Baekhyun deja de cantar y mira como el otro golpea la puerta de golpe, pensaba que quizás el otro se había levantado de mal humor, se encoge de hombros no prestándole demasiada atención y simplemente sigue mirando a los arbustos con el rocío encima de ellos. Sabía cuan amargado era el otro así que no era algo nuevo.

—¿Ganas de escapar? —escucha la voz gruesa de Loey. 

—Si quisiera hacerlo, lo intentará al menos, —dice tranquilamente sin mirarlo.

—Eres muy raro, —se ríe mientras seca su cabello.

—¿Por no intentar escapar? —gira su cuello un poco para mirarlo de reojo.

—También, pero en realidad lo decía porque no estás ni un poco asustado de que sepas que me gusta, —busca ropa, —quitarle la vida a la gente.

—Cada quien tiene sus gustos, —se encoge de hombros y luego saca su mano por la ventana para tomar una pequeña flor. —Y respecto a tu madre, supongo que tendrás tus razones, —acaricia con ternura los pétalos de la flor.

—No sé quién está peor en esta habitación, —suelta una ligera carcajada para luego empezar a vestirse.

Baekhyun hizo una mueca y solo lo ignoro, no necesitaba escuchar clases de moral de un criminal; sin embargo tuvo que mirarlo cuando el alto se acercó a él. Estaba ahí parado con la vista fija en él, lo estaba poniendo nervioso ya que no le decía o hacia algo.

—¿Necesitas algo? —pregunta mientras deja caer la flor por la ventana.

—Cuando me desperté y te ví, me recordaste a alguien especial, —dice con su voz emotiva mientras retrocede hasta sentarse en el filo de la cama.

—¿A tu primer amor quien te lastimo al punto de volverte un criminal despiadado? —responde con burla mientras arquea una ceja.

—No, al primer chico que traje acá para asesinar, no sabes cuántas veces estuvo ahí sentado gritando por ayuda mientras lloraba, —suspira y pone sus manos sobre la cama. —Claramente no podía irse porque como ves la ventana tiene rejas.