Tormenta de Amor || Chanbaek

Doce

Baekhyun se encontraba cabizbajo y casi no hablaba, eso le extrañaba a Chanyeol ya que usualmente el doncel hablaba hasta por los codos, pero no le prestó la mayor importancia.

No estaba en sus planes tener un hijo, pero le daba igual en realidad, con tal que ese niño no lo molestara todo estaría bien para él. No tenía madera de padre y lo sabía, no le agradaban los niños… Bueno quizá cuando veía salir la sangre de sus cuerpos pequeños o sus entrañas por el corte de sus cuchillos, sonríe al recordar.

—Chan, ¿Quieres comer carne o pollo? —le pregunta sin ánimos en su voz.

—Pollo supongo, —se encoge de hombros.

El doncel asiente con su cabeza para luego darse la vuelta yéndose de la sala donde Chanyeol estaba sentado viendo la televisión. Lava sus manos para empezar a cocinar y luego baja la mirada a su vientre mientras mira el cuchillo afilado en sus manos.

Maldecía no haberse cuidado el día que se formó ese ser en su vientre, sin embargo tampoco quería abortar y no por principios éticos o algo así, simplemente le daba miedo hacerlo. Además no se sentía capaz y se odiaba por ser tan cobarde.

Pero lo que más le molestaba era la actitud distante de Chanyeol, es decir, seguían teniendo sexo, besandose y hablando de sus cosas, pero él actuaba como si no pasará nada, tan fresco como unas lechuga como si no estuvieran esperando un problema al que tendrían que criar.

Coloca las verduras en la olla para luego meter las presas de pollo; mientras mueve el caldo piensa en que siente náuseas y no por el embarazo, más bien se sentía enfermo. Cómo si aquel embrión o feto, lo que fuera, en realidad solo consumiera su vida algo así como una enfermedad. Siempre pensó que cuando se embarazara iba a estar feliz, pero ahora solo quería desaparecer.

En el momento en que terminó de cocinar, sirvió la mesa y ambos comieron en silencio como era habitual. Mientras mira a Chanyeol comer se preguntaba que clase de padre sería, quizá con su niño fuera bueno como lo es con él… O quizá no.

—Cariño, —empieza de manera dulce para no molestarlo.

—¿Uhm? —lo mira curioso dejando sus cubiertos a un lado.

—¿Tú… Uhm? —aprieta sus labios y traga saliva, —¿Serías amable con nuestro pequeño? Ya sabes, jugar y cuidar de él, —pregunta mirandolo a los ojos.

—Pues no sé, te daría para los gastos y eso, —se encoge de hombros, —para que lo cries.

—¿Y tú no querrías cuidar de él también? —juega con su comida moviendo las zanahorias con su tenedor.

—No me agradan los niños, —dice sinceramente, —pero como dije… Si tú quieres quedártelo para cuidarlo está bien, —se encoge de hombros y toma algo de jugo.

—Es que… yo tampoco lo quiero, —suspira aceptando que en realidad no le motivaba eso, —pero tengo miedo de quitarlo y no me atrevo.

—Baekhyun, toma una decisión antes de que sea tarde… —mira a otro lado mientras levanta una ceja y vuelve a comer.

—Lo sé, —susurra resignado ya sin hambre.

Baekhyun quería algo de Chanyeol, que le dijera lo que sea, pero era inútil. No sabía ni que esperaba, quizá que sí quería al niño o que no lo quería, pero esa respuesta que le daba siempre lo molestaba.

Ahora estaba incluso más molesto, se encontraba recostado sobre su cama con Chanyeol jodiendo su culo mientras él solo miraba a la ventana. No estaba molesto con su pareja, estaba molesto con aquel niño en su vientre que no lo dejaba disfrutar de un revolcón ya que como seguía pensando una y otra vez en el asunto entonces su livido se había ido de vacaciones.