Siete

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Para Chanyeol era realmente relajante escuchar como la sangre caía poco a poco hacia el piso formando un charco que sería difícil de limpiar, pero no importaba porque después ese lugar sería incinerado.

—Ya déjame, por favor, —suplica el hombre suspendido.

Sus muñecas habían sido juntadas y atravesadas con un gancho filoso que lo mantení­a a unos metros del suelo; se podía ver parte de sus huesos y la carne rasgada con sus tendones estirados; la piel de sus brazos era adornada con la sangre resbalando y secándose.

Chanyeol se encontraba sentado en el filo de una mesa alta mirando lo que habí­a hecho con aquel tipo; truena su cuello y jadea sintiendo como volvía a ser el mismo. Habí­a usado una cuchara para helado en el momento en que quitó uno de sus ojos escuchando sus alaridos de dolor, después cogía unas pinzas de metal para quitar uno por uno los dientes asquerosos hasta que decidió tomar uno de sus nuevos cuchillos que uso para cortar lentamente sus labios.

—¿Qué debería usar ahora? —susurra para si mismo viendo a un lado su juego de herramientas.

—¿Quién eres? ¿Por qué me haces esto? —habla con dificultad mientras intenta soltarse, pero solo consigue gritar por sus muñecas lastimadas.

—Soy el hermano de la mujer a la que te gusta usar de muñeca, —arquea una ceja y se ríe al ver como el hombre temblaba más y más.

Chanyeol saco un par de zapatos metálicos con picos puntiagudos en los talones para luego dirigirse hacia el tipo quien ya había mojado sus pantalones y el aroma a orina era realmente asqueroso. Le coloco los zapatos y luego se levanta para bajar un poco la cadena hasta que los pies del hombre tocaron el suelo.

—Intenta no aplastar tus talones sobre el piso, —sonríe alejándose.

—Eres un monstruo, —lloriquea sintiendo las puntas de los pinchos cerca de la piel de sus talones.

—Por supuesto, —dice con burla mirando al único ojo bueno del otro tipo.

Chanyeol volvía hacia la mesa buscando algo más hasta que encuentra un pequeño cincel con un martillo así que se da la vuelta yendo hasta el hombre quien lucía cansado y asustado.

—¿Te gustarí­a una manicura? —le propone mientras quita del gancho uno de los brazos lo que saca un grito del hombre.

Coloco el cincel entre la uña y el dedo para luego sonreí­r cuando golpea la parte de atrás del cincel con el martillo y el grito del tipo fue tan fuerte que incluso espanto a unas aves que descansaban cerca de la cabaña.

🥀

Baekhyun estaba preparando el desayuno ya que recién se había levantado; frotaba sus ojos tratando de quitarse el sueño, iba a freír un par de huevos con salchichas junto a un poco de aguacate. Estira sus brazos mientras intenta relajar su cuerpo.

—Oh, hola, —escucha una voz femenina que lo hizo saltar del susto.

—¡¿Quién eres?! —se da la vuelta alarmado mientras se protege con una espátula de madera.

—No te asustes, —levanta las manos, —no te haré daño, soy la hermana de Chanyeol.

—¿Quién es Chanyeol? —pregunta aún más atemorizado.

—El chico con el que vives, —dice algo extrañada.

—¿Loey? —pregunta aún desconfiado.

—Bueno sí­, un chico alto de ojos y orejas grandes, —intenta acercarse.

—Oh, no sabía que se llamaba así, —termina de bajar la espátula. —¿Eres su hermana?

—Sí­, él me dijo que podí­a quedarme un tiempo con ustedes, —se relaja un poco cuando ve que el doncel ya no estaba en posición de defensa.

Tormenta de Amor || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora