Nueve

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Al dí­a siguiente la hermana de Chanyeol dijo que debí­a volver a su casa ya que tení­a que trabajar, pero tení­a miedo de que su marido volviera a hacerle la vida imposible aunque su hermano ya le habí­a dicho que no lo harí­a.

—¿Lo mataste acaso? —dice algo mortificada ya que no querí­a que Chanyeol se haya ensuciado las manos con él.

—No, solo lo amenace, no te preocupes. Ve a casa, estarás bien, —se encoge de hombros y sonrí­e.

—Bueno, muchas gracias por tenerme aquí­ hasta que él se fuera, —suspira y luego se despide de Baekhyun con un abrazo.

El doncel se queda en casa mirando por la ventana como el auto de Chanyeol emprendí­a el camino hasta desaparecer en la espesa neblina. Se preguntaba que pasarí­a después, no sabí­a que tení­a con él. ¿Solo era el amo de casa y Chanyeol el proveedor? Querí­a algo más que eso.

Pasaron las horas y cuando estaba preparando la cena, escuchó como la puerta se abrí­a así­ que fue allá para recibir a Chanyeol con un gran abrazo, pero se quedó quieto cuando vio que el hombre en la puerta no era su gigante gruñón.

—¿Q-Quién eres? —pregunta mientras retrocede lentamente.

—Al parecer son ciertos los rumores, Loey tiene a una zorrita en casa, —se rí­e y avanza hacia el doncel.

Baekhyun toma un florero para lanzarlo hacia el tipo y luego se da la vuelta para correr de ahí­ hacia su habitación donde se encierra escuchando como el otro golpeaba la puerta; con el miedo latente en su cuerpo.

Con sus pocas fuerzas debido al miedo, arrastra un mueble para ponerlo delante de la puerta y luego mira para todas partes sin saber que hacer. Querí­a que Chanyeol llegara pronto, pero hasta eso debí­a buscar alguna manera de escapar.

—¿Por qué me quieres? ¿Qué te he hecho? —pregunta desesperado y luego mira la ventana.

—Es tu dueño al que quiero, pero contigo podrá ser más fácil, —responde mientras sigue golpeando la puerta.

Baekhyun aprieta sus manos y luego va hacia la ventana para abrirla lentamente para no hacer ruido y una vez pudo sentir la brisa del aire fresco, saco sus piernas para tocar el suelo y luego comenzó a caminar alejándose de ahí­. No conocí­a el bosque por lo temí­a perderse, pero igualmente corrió de ahí­.

Mientras se alejaba sentí­a como sus pies dolí­an ya que las piedras resbalosas y las ramitas lo lastimaban; en cuanto llegó a alguna parte junto a un rí­o, se detuvo poniendo sus manos en sus muslos para jadear, mira para todos lados tratando de encontrar una salida.

—¿Creí­as que yo serí­a tan tonto para que puedas escapar tan fácilmente de mí­? —se escucha la voz gruesa de aquel hombre y Baekhyun tembló.

Los pies del doncel se movieron lentamente hasta que su talón tocó el agua frí­a y vio la corriente fuerte del rí­o. Luego fijo sus ojos al frente y aquel hombre estaba viniendo hacia él.

—Quien iba a decir que el cabrón de acero iba a caer por una putita tan linda como tú, —esboza una carcajada mientras camina hacia él.

—¿Eres tan cobarde que necesitas usar a un doncel para atraparlo en lugar de ir directamente hacia él? —levanta una ceja a modo retador aunque aún seguí­a temblando.

—Yo uso los medios que veo, —sonrí­e de medio lado y luego corre hacia Baekhyun noqueandolo en el suelo. —Si haces algo que me enfade, te va a pesar, —le susurra al oí­do mientras saca una cinta de su bolsillo y comienza a amarrarlo.

Baekhyun intentaba zafarse de su agarre pataleando, pero simplemente no podí­a y luego sintió un pinchazo en su brazo que poco a poco lo dejo inconsciente.

Tormenta de Amor || ChanbaekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora