Noches de Diciembre -especial Navideño-

Choque eléctrico 3/12/21

~•A veces solo con un vistazo se sienten cosas extrañas....•~

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Goku- Hola... —Saludó a aquel peli-flama que le había abierto la puerta. Sus labios esbozaron una linda sonrisa y sus ojos brillaron con ternura.— 

Vegeta- —Cerró la puerta de un golpe.— Bulma, te busca una sujeto con cara de idiota. —Dijo gritando desde dentro, haciendo que el peli-palmera escuchase todo detrás de la puerta.—

La peli-azul salió de su laboratorio.

Bulma- Es Goku, abrele la puerta. —Ordenó mientras se sacaba sus guantes negros.—

Vegeta- Es tu amigo.

Bulma- Al menos lo hubieras hecho sólo porque sí. —Alegó al ver que Vegeta sólo se hizo a un lado—

A paso rápido y ceño fruncido se acercó a la puerta. Suspiró y sonrió;disimulando su enfado para seguidamente atender a su invitado.

Bulma- Goku, por fin te veo de nuevo. —Dijo abrazándolo por el cuello, debido a que este es más alto que ella—

Goku- Hola… —Le correspondió apenas el abrazo .— Tu boda fue el mes pasado, perdón por no asistir. —Argumentó rascando su nuca.—

Bulma- —Se apartó un poco.— No te preocupes, entiendo los problemas que tenías con Milk.

Goku- Sí.. Toma. —Agregó y le dio una pequeña caja negra.— Los pendientes son de parte de Milk y la gargantilla es de mi parte. —Desvió la mirada hacia dentro de la casa.— Oh, Vegetto… ¿Verdad?

Vegeta- Vegeta. —dijo corrigiéndole con algo de pesadez— Qué no se te olvide.

Goku- Disculpa, Vegeta. Mucho gusto  —dijo extendiéndole la mano por un costado del cuerpo de la peli-azul.—  Disculpa por no asistir a su boda. Tuve algunos problema en ese tiempo.

Vegeta- —Miró la mano del de mayor tamaño y la ignoró. Se cruzó de brazos y se fijó en los ojos del peli-palmera.— No me importa si un insecto como tú no asistió a esa absurda boda.

Goku- Ehh... Ah… ¿Bueno? —Balbuceó al sentir algo raro cuando vio los ojos de Vegeta.— Está bien.

Bulma- Disculpa Goku, Vegeta, él es algo pesado, pero esa es su manera de ser. Es un buen hombre de eso no hay duda.

Vegeta- —Giró sobre sus talones y se retiró del lugar con algo de fastidio.—

Bulma- Dime. ¿Los papeleos salieron bien? ¿Por fin aceptó divorciarse?

Goku- Si. La semana pasada terminó todo el papeleo. Me siento un poco mal pero...

Bulma- Ella ya no manda en tu corazón, ¿Verdad? —dijo con tono comprensivo.— No debes sentirte mal, el amor debe ser mutuo, ella no te podía obligar a nada.

Goku- Si...

Bulma- Justo íbamos a comer. Ven, hay demasiada comida.

Goku- No quiero hacer mal tercio.

Bulma- No lo harás, comer con Vegeta es como si comiera con un fantasma. Pasa. —Agregó y se hizo a un lado, dándole paso.—

Goku- Si veo que molesto a tu esposo me iré. —Dijo y entró.—

Bulma- ¿Ahora dónde vives? Supongo que después de todo ella te echó de la casa. —Cuestionó mientras caminaban hacia el comedor—

Goku- No, no me echó, yo me fui. Me mudé a un hotel en el centro de la ciudad.

Bulma- Si quieres puedes vivir con nosotros. No hay ningún problema, así me haces compañía por que tú si hablas, a veces pienso que me casé con alguien mudo y sordo, pero así lo amo.

Goku- No. Gracias, sería una obstrucción para ustedes así que no, estoy bien donde estoy.

Bulma- Las puertas de Corporación Cápsula siempre estarán abiertas cada vez que necesites algo.

Goku- Gracias. —Contestó y sostuvo la silla por le respaldo.—

Bulma- Siéntate, iré a llamar a Vegeta. —Agregó y salió del comedor.— ¡Vegeta, la comida ya está lista! —Gritó y se dirigió a la habitación de su esposo, pero no fue necesario entrar ya que este ya iba de camino.—

Miró al invitado de su esposa.
Suspiró y se sentó en la silla que estaba al costado derecho de la mesa. Sosteniendo su semblante callado y serio.  

Bulma- —Llegó y se sentó.— Buen provecho. —Deseó mientras abría sus palillos—

Agarró uno de los platillos de sushi que estaban al centro de la gran mesa.
Con un poco de nervios vio la taza de soja, casi la final de la mesa y ladeando la cabeza un poco se atrevió a hablarle al callado.

Goku- Vegeta, disculpa, ¿Me pasas la soya?

Le vio de reojo y de su lado izquierdo agarró la taza de soja. Se la pasó tomándola por un lado de la aza.

Agarró el recipiente de porcelana, nuevamente por el lado que no era el aza.

La punta de sus dedos y uñas chocaron entre sí, pero… Ese único roce, ese roce tan pequeño en sus pieles, les hizo sentir algo parecido a un pequeño choque eléctrico.

Se vieron fijos, pero rápidamente deshicieron la mirada.      

Goku- Gracias. —Dijo y le dedicó una sonrisa.—

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Goku- Creo que es hora de irme. —Comentó levantándose del sofá.—  Gracias por la comida, y fue un gusto conocer a tu esposo. Espero nos volvamos a ver. Parece que te gusta entrenar. —Miró a Vegeta.— Quizás entrenemos juntos. —Le dijo y posó su palma sobre el hombro del de menor estatura.—

Bulma- Adiós, no olvides lo que te dije. Si necesitas algo estamos aquí.

Goku- Si… Adiós.

Salió de la casa con su abrigo negro puesto, prenda que alzaba su altura y gruesa complexión.

Caminó por las frías calles hasta buscar donde había estacionado su auto entre aquella nevada acera.

—Bulma-  ¿Te agradó? —preguntó curiosa de saber qué pensaba su esposo de su mejor amigo—

Vegeta- Es otro insecto. —dijo regresando a su habitación—

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Milk- ¿Ahora donde vives? —Interrogó algo irritada.— Si quieres puedes regresar, da igual, ahora no somos nada, será simple cortesía.

Goku- —Giró los ojos y apartó un poco el celular de su oreja.— No gracias. Ahora estoy en un hotel, pero igual, si necesito algún lugar para dormir Bulma ya me ofreció su casa. Y de nuevo, gracias, pero no.

Milk- tks. Está bien. Cuidate Goku.

Goku- Si. —Contestó y colgó la llamada a gran velocidad. Giró la llave de su auto y empezó a conducir.—

…