26 de Diciembre

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~En la mañana~

Nunca había llorado por alguien así. Sentía sus ojos hinchados.
Sus sentimientos estaban cruzados, lo odiaba pero también sentía que había perdido una pequeña parte de él. Su boca no tenía sabor, sólo un par de vasos de agua habían consolado su estómago. Sin ganas de hacer absolutamente nada siguió acostado en aquella cama, en esa habitación que había ocupado el mayor.
Siguió abrazando la almohada, aunque se sentía ridículo haciendo tal cosa era lo único que lo mantenía algo tranquilo, ese olor lo relajaba pero no dejaba de derrabmar esas lentas y calientes lágrimas.
No sabía que hacer.

...

-Tirado en aquella cama se sentía miserable. Sus papilas gustativas y fosas nasales se inundaban con ese amargo aroma y sabor del licor. Lágrimas lentas caían de sus mejillas hasta perderse en el cobertor azul de su cama.

...

-Aquellas lágrimas no salían de sus azules ojos, quería llorar pero no podía. La razón, que ella había hecho lo mismo, se acostó con Yamcha y hasta ahora no había tenido ningún arrepentimiento.
Lograba escuchar sollozos, sollozos que se escuchaban desde hace casi un día, su corazón se rompió más al escuchar a aquel hombre tan frío y serio llorar por aquel hombre que consideraba su mejor amigo.

Su corazón permanecía intranquilo, habían demasiados sentimientos en él, pero el odio y el rencor jamás estuvieron presentes.

Sin cruzar palabra desde hace un día con Vegeta, sentía que tenía la responsabilidad de consolarlo, pero, al final de cuentas no lo hizo.

...

-Decidió a no seguir llorando como un idiota, terminó yendo a su gimnasio personal. Empezó, aunque no con el mismo ánimo se siempre.

...

-El barman arrebató todas las botellas que tenía bajo su autoridad. Lo volvió a aconsejar para después mandarlo a bañarse. Salió, con los ojos rojos de tanto a ver llorado en la misma ducha.
Ver a su jefe a si lo hizo sentirse mal. Preparo algo de comida, y con algo de pesar Goku la comió.

.......

-Desde el marco de la puerta veía a aquel hombre sentado en el suelo, viendo fijamente una pesa. Apretó su bata y se volvió a retirar. Sus ojos lagrimearon, no por la confesión, si no por la actitud de Vegeta......

Noches de Diciembre -especial Navideño-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora