一¿Estará bien? 一Preguntó el pelinegro al castaño en un tono bajo.
El más alto de los dos evaluó la situación, llegando a una conclusión sencilla luego de tres segundos observando al sujeto en investigación y antes de responder:
一No 一regresó su mirada hasta Beomgyu mientras se recostaba del borde de la mesa detrás de sí一. Perdió su celular, está a punto de entrar en un colapso.
La vista de ambos estudiantes se enfocó de nuevo en el pelirrojo que ocupaba uno de los viejos pupitres en mal estado del aula al tiempo que movía su pierna sin cesar, de arriba abajo en un ritmo insistente y ansioso. Sus codos se apoyaban de la mesa, sus manos entrelazadas sostenían el peso de su frente al mismo tiempo que mordisqueaba el borde interno de su labio hasta casi saborear el hierro de su sangre.
Como de costumbre, había un grupo reducido de estudiantes ocupando el aula 17-B, tres de los cuatro que conformaban el club se hacían compañía, uno de ellos agonizaba en dramatismo mientras que los dos restantes pensaban en una solución para la situación. El cielo ya no estaba tan gris como a la hora de la entrada, cuando parecía que llovería en cualquier momento, aunque el sol aún no era visible en su totalidad.
Brisa fresca se colaba por una de las ventanas rotas del aula, la luz solar era suficiente para ver cada mínimo movimiento del afligido pelirrojo, muchos estudiantes ocupaban su hora libre para hacer cosas de provecho, ya fuera estudiar, dibujar, oír música, charlar un rato o desayunar. Las primeras dos clases del día pasaron en una tortura para el pelirrojo que pareció haber desarrollado una obsesión hacia el aparatico del demonio que le sacaba más canas que a cualquier persona mayor de cincuenta que viera a su nieto con uno de ellos.
Desde que notó la desaparición de su teléfono, Taehyun no había dejado de estar intranquilo, inquieto y ansioso a un punto insano que le impedía prestarle atención al de igual forma aburrido docente de física.
Estaba en un estado de angustia simplemente increíble.
一¿Cómo esperan que esté bien? 一Inquirió Taehyun en un murmullo, intentando mantener la poca calma que le quedaba.
一Ya hablamos con la mujer de objetos perdidos 一comentó Soobin一, encontraremos tu teléfono.
Con escepticismo, el pelirrojo soltó una risa irónica.
一No deberías preocuparte tanto 一dijo Beomgyu一. Si es por las pruebas, entonces no hay de qué preocuparse, todas están en el grupo y Kai hizo un respaldo.
En un gesto escalofriante, Kang alzó su cabeza solo lo suficiente para que los otros dos presentes alcanzaran a ver sus profundos ojos oscuros que los señalaban como si llevaran un filo con ellos.
一No es por eso 一gruñó el pelirrojo, volviendo a su posición inicial一 ¿Tienen idea de la cantidad de cosas cuestionables que hay ese celular? Son suficientes para que me intenten sacar de la nación.
Lo último de su oración salió en un susurro que el mayor de los presentes contestó con un carraspeo algo incómodo, sabiendo a lo que se refería. Beomgyu, por otra parte, tomó cada lado del asiento de su silla y lo levantó sin ponerse de pie por completo para desplazarse como un pato hasta quedar a un lado del menor, quien no lo miró a pesar de saber del movimiento en su zona de espacio personal.
一Lo vamos a resolver 一aseguró Beomgyu en un intento por aliviarlo al menos un poco一. Piensa ¿No puede ser que simplemente lo dejaste en casa?
一O en el autobús 一añadió el castaño de lentes.
Taehyun dejó ver su rostro por completo al levantar la cabeza, sus manos aún entrelazadas cayeron hacia adelante para permitir una mejor vista del panorama. Estaba pálido, su expresión se describía en ojos oscuros que se percibían apagados, cejas gruesas fruncidas con molestia y todo en un conjunto que lo hacía parecer enfermo además de irritado, lo más cercano a estreñido.
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「 𝗖𝗵𝗼𝗶 𝗟𝗼𝘃𝗲𝗿𝘀 𝗖𝗹𝘂𝗯 」
Fanfiction❝¿Yeonjun te dejó? Oh, cariño, bienvenido al club❞. Estaba claro que Choi Yeonjun era un adúltero de primera mano, empedernido, compulsivo o como quisieran decirle, todos los términos serían correctos de cualquier manera. Era descarado, un estafador...