Julia se levantó temprano el domingo siguiente a su cumpleaños. Quería escribir algunos artículos para entregárselos a Lena antes de emprender el viaje con su hermano. Tenía que reconocer que le apetecía hacerlo, hacía mucho tiempo, desde
que Victor se casó, que no habían hecho nada juntos.Y siempre se habían llevado bien pese a ser muy diferentes. Habían salido juntos a menudo, la noche en que
Víctor y Katya se conocieron en una discoteca, ambos hermanos habían estado juntos, y fue Julia quien rompió el hielo al ver el interés de su hermano en aquella jovencita que bailaba en la pista.Y a Kat la quería entrañablemente, como a una hermana, y antes de que naciera su sobrina habían compartido algún que otro viaje de fin de semana los tres. Y pensando en Katya, no terminaba de ver muy claro su propósito de la noche anterior, la extraña mezcla de personas que había elegido para invitar a su fiesta, de entre sus muchas amistades. A quien menos esperaba era a Nastya, Lena, Olga & Sasha.
Y tampoco entendía la presencia de Sash, al que hacía tiempo que no veía. Pero estaba seguro de que Katya no había invitado a ninguno de ellos al azar. La velada se le había antojado extraña, pero al menos había servido para algo, y ese algo era tener la seguridad de que debía cortar con Tanya del todo.
Su presencia constante a su lado no había hecho más que irritarle y en varios momentos de la noche había estado a punto de decirle que le dejara atender a sus otros invitados y no le acosara con su actitud, pero ese era un asunto que debía resolver en privado, no en una fiesta.
Al final de la velada, cuando ella insinuó una celebración de cumpleaños en la cama, estuvo tentada por un momento de aceptar, pero se dio cuenta de que no le apetecía pasar la noche con ella, y excusándose en el trabajo que tenía que entregar, rehusó la invitación.
Se levantó temprano, se preparó un suculento desayuno y se puso a trabajar.
Alrededor de las doce y media, el teléfono le cortó la concentración.—¿Diga?
—Hola, Julia, soy Sash.
—Ah, hola. ¿Qué haces levantado tan temprano?
—¿Y tú, pequeña tecolote?
—Trabajar.
—Veo que te han metido en vereda, aunque no me extraña con semejantes chuladas a tu alrededor.
—Mi padre se empeñó, ya sabes.
—Está bien tener las cosas claras. Y bueno, te estarás preguntando a qué viene esta llamada.
—La verdad es que sí, hace tiempo que no nos llamábamos ni quedábamos.
—Es que ayer con las prisas se me olvidó pedirle a Lenka su número de teléfono, y me gustaría que me lo dieras.Julia sintió como si le pegaran un puñetazo en el estómago.
—¿Quieres el número de Lena? ¿Precisamente el suyo?
—Sí.
—¿Para qué?
—Pues para quedar con ella, claro está.
—No creo que a Lena le interese salir contigo, Sash. Ni a ti con ella, te lo aseguro.
—¿Y por qué no?
—Pues porque es una tonta y una estúpida, por eso.
—Anoche no me lo pareció, al contrario, fue muy simpática y agradable.—Pues no lo es, Sash. Es una señora , insoportable y prepotente.
—Bueno, amiga, a lo mejor lo es en el trabajo, ya me contó que tienen algunos problemas con el tema de la dirección conjunta.Julia apretó los dientes con fuerza.
—¿Te habló de eso?
—Solo de pasada. Ayer no era día para hablar de trabajo.
—¿Y de qué era día, me lo puedes decir?
—Pues no sé, para hablar de temas más agradables, Julia. ¿Qué te pasa? ¿Estás de mal humor? ¿Quizás el bomboncito que tenías al lado no quiso terminar la noche contigo?
—No, no se trata de eso. Es que, bueno es domingo y tengo que trabajar. Y me he tenido que levantar temprano.
—Y la culpable es Lena, claro.
—En efecto. Tengo que salir de viaje a mediados de semana y le tengo que dejar entregados unos cuantos artículos para que los publique en mi ausencia.
—¿Vacaciones?
—Digamos que asuntos personales.
—Comprendo..... Bueno, si me das el teléfono, te dejo trabajar.
—No puedo darte el número de Lena sin su permiso, Sash.
—¿No? Por Dios, solo es un número, no te estoy pidiendo ni su dirección ni su filiación política.
—No, lo siento. Lo más que puedo hacer es preguntarle el lunes cuando la vea, y si me dice que sí, te llamo.
—Joder Julia, que no te va a comer, seguro que a ella también le apetece quedar conmigo. Pasamos un buen rato de charla.
—No, Sash.
—Bueno, de acuerdo. Tú sabrás cómo están las cosas entre ustedes. Te llamo el lunes. No te olvides de preguntarle.
—No lo haré.
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"Высоко : Amor, Periodismo & Peleas"
ChickLitBuenos días!! Les traigo un nuevo FF para su lectura, quizás algunos de ustedes ya lo leyeron, pero bueno, a quien no le gusta leer un buen FF para entretenerse un rato?? Se estará publicando los siguientes capitulos.... Espero y sea de su agrado...